Brutalidad. Momentos de terror fueron los que se vivieron en la provincia de Paita en Piura cuando un sicario acompañado de su secuaz, grabaron y acabaron a tiros con la vida de un ciudadano venezolano.
Poco le importó a este desalmado sujeto que la víctima de este ataque estuviese acompañada de su esposa y amigos, puesto que las balas percutadas llegaron a impactar a la conyugue del finado y a los demás acompañantes.
Tras acabarse la cacerina de balas, el verdugo dejó un mensaje escrito a puño y letra, indicando que “llegó el hampa Los G, copien que se van a morir”, se lee en el pedazo de papel que yacía en el pavimento a escasos centímetros del cuerpo malherido de Leonardo Alvarado Araujo de 30 años, quien luego del feroz ataque, junto a su esposa y amigos fueron llevados hasta el hospital Las Mercedes de Paita en donde los médicos no pudieron hacer más que confirmar la muerte del foráneo.
Momentos antes de que fulminen a tiros a la víctima de este hecho, la secuaz del asesino, advirtió que habían niños jugando cerca, pero eso tampoco fue de importancia para el inescrupuloso que acabó con la vida de Alvarado Araujo.
Los vecinos de la urbanización Isabel Barreto de Paita han exigido el cierre de un bar clandestino ubicado en la zona, en donde según denunciaron, los delincuentes que arremeten con dicho sector, tienden a acudir a dicho establecimiento furtivo.
Peritos criminalistas llegaron hasta la escena del crimen en donde pudieron recolectar al menos 10 casquillos de bala los mismos que habrían impactado a Leonardo, su esposa y amistades; de momento se han iniciado las investigaciones preliminares para poder dar con la identidad y paradero de esta sangrienta banda criminal que ha impartido el terror en la zona norte del país.
Hace menos de un mes, a un sicario no le importó estar a escasas cuadras de la comisaría de Piura y asesinó a balazos a dos mujeres.
El hecho se registró en la urbanización Santa Ana cuando Ericka Jaqueline León Casaverde (47) iba conduciendo su camioneta y María Giovanna Castro Ruiz (47) -amiga de la conductora- iba en la zona del copiloto; las hijas de la última en mención iban en la parte posterior del vehículo.
La Policía Nacional inició las indagaciones sobre el sangriento hecho y no descartaron que pudiese tratarse de un crimen pasional.
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