Su carácter hostil y su sangre fría al momento de ejecutar sus crímenes convirtió a Víctor Polay Cámpos, camarada ‘Rolando’, en uno de los criminales más temidos y rápidamente se convirtió en líder de uno de lo grupos terroristas más temidos del Perú, el “Movimiento Revolucionario Túpac Amaru” (MRTA), con el que fue capaz de maniobrar los atentados más sangrientos que se vivió en el país a inicios de los años 80.
Hijo de un exmilitar y descendiente de un ciudadano chino, Polay, con cerca de 30 delitos cometidos, cumplirá 35 años de cárcel el próximo 03 de enero del 2023, fecha en la que obtendría su libertad absoluta y abandonaría la cárcel de la Base Naval del Callao que compartía con el fallecido líder de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, y el asesor presidencial del gobierno de Alberto Fujimori, Vladimiro Montesinos.
César Ortiz, director de Aprosec, aseguró que la salida de Polay debería ser vigilada porque se está hablando de un terrorista altamente calificado, cabecilla de un movimiento terrorista que trajo mucha desgracia al país, con una ideología imposible de borrar.
“En otros países, cuando son liberados internos de muy alta peligrosidad como terroristas, asesinos o violadores de niños, son monitoreos por equipos de inteligencia policial, en el caso de violadores de niños la comunidad donde vivirá es advertida. En nuestro país, lamentablemente cumplida su condena, el Estado no hace nada, no hay mecanismos, ni estrategias internas, no hay seguimientos, ni advertencias, lo cual en mi opinión está mal, como lo de Antauro Humala que ni siquiera muestran arrepentimiento”, expresó el experto en seguridad ciudadana para Infobae.
Polay Campos obtuvo el cambio de condena de cadena perpetua a 35 años. En 1993 fue condenado a la pena máxima por un tribunal de jueces sin rostro instaurado en el gobierno de Fujimori como protección de las identidades de los magistrados ante un posible ataque terrorrista. Posteriormente, fue recluido en la Base Naval del Callao. Pero, en 1997, el Comité de Derechos Humanos de la ONU descubrió que las circunstancias de su juicio y detención violaron los artículos 7, 10 y 14 del ICCPR y a fines de 2001 el Tribunal Constitucional anuló la sentencia por traición a la patria.
Cinco años después, el 22 de marzo de 2006, fue declarado culpable por el Poder Judicial y sentenciado a 32 años de prisión. Dos años después fueron aumentados a 35 años.
Víctor Polay Campos obtuvo la licenciatura de Economía Política tras estudiar por varios años en el extranjero y al llegar al Perú funda en 1980 el grupo revolucionario MRTA, iniciando sus ‘operaciones’ en Lima al asaltar un conocido banco en el distrito de La Victoria. Sin embargo, empieza a hacerse conocido por sus sangrientas acciones al tomar la ciudad de Juanjuí en 1987 bajo la campaña “Túpac Amaru Libertados”. Pero Polay ya había tenido problemas con la justicia cuando en 1972 fue detenido y pasó varios meses en el penal de Lurigancho tras ser acusado en el fuero policial por desarrollar acciones contra el gobierno militar. En su proceso judicial estuvo comprendido el mismo Víctor Raúl Haya de la Torre. Pese a ello y al creerse superior y haber burlado varias veces los frentes militares, fue en 1989 en que sus violentos actos de guerra civil se terminarían, luego que el coronel EP (R) Miguel Amoretti lo detuviera en la ciudad de Huancayo.
Armando Villanueva (Extitular de la PCM en el gobierno de Alán García) y otros ministros iban a Huancayo y justamente se iban a hospedar en el Hotel de Turistas, pero al ser capturada la pareja de Polay, Rosa Luz Padilla, se descubrió el plan de atentar contra los altos mandos del gobierno aprista. La mujer portaba un arma y una granada de guerra.
Pronto, con el plan al descubierto, Polay se presentó “sumiso” con las manos en alto y hasta ofreció 5 mil dólares para que lo dejaran libre, pero esto no sucedió así y fue llevado ante la justicia.
“El presidente García ofreció 5 millones de soles, pero nunca los dio, más bien nos maltrataron y decían que éramos unos cobardes porque no lo eliminamos en el acto porque era un “terruco”. Me enviaron a Oxapampa, Villarica, La Merded, etc. En el año 90 se fugó Polay, antes que se vaya el gobierno de Alán García, donde Mantilla era el ministro del interior. Se escaparon 48 presos del penal Castro Castro. En junio de 1992 lo recapturan y ahora está en la base naval”, contó el entonces Mayor EP Miguel Amoretti, captor de Polay Campos.
El 9 de julio de 1990, los peruanos amanecieron con la noticia de que el terrorista Víctor Polay Campos había fugado del penal Castro Castro gracias a la construcción de un túnel de más de 300 metros de largo y bajo una operación de ingeniería que apoyó la salida ilícita del centro penitenciario de alta peligrosidad del Perú.
“La prisión de Castro Castro fue construida para llevar allí a los reos de alta peligrosidad, sobre todo narcotraficantes y terroristas. Se había proyectado que la cárcel contaría con celdas individuales, barreras electrificadas, puertas accionadas por control remoto y censores en el subsuelo para evitar construcción de túneles. La perforación del túnel estaba planificada desde el momento en que el cabecilla de la cúpula terrorista fue sentenciado. Habían alquilado una casa a tres cuadras del penal, muy cerca de allí, mediante agujeros en las paredes, observaban de cerca los movimientos policiales, mientras en la vivienda alquilada se proveían de todo lo necesario para alimentar a los hombres que trabajaban en el túnel”, detalló para Panamericana Televisión el general en retiro (R) Juan González, ex jefe del Dpto. contra terrorismo de la PNP en el 2016.
“Se hizo una excavación de 12 metros y al interior había unas placas con los nombres de quienes trabajaron en su construcción, además de pintas terroristas. El dinero con el que contaba el movimiento revolucionario Túpac Amaru provenía de los secuestros millonarios, donde sometían a sus víctimas en las cárceles del pueblo, pequeños espacios donde permanecían por mucho tiempo en condiciones totalmente insalubres”, agregó.
Tras su “gloriosa” fuga y nuevamente estar suelto en las calles, rápidamente se arma un operativo denominado “Café”, la misma que en el año de 1992 da su fruto más grande: recapturar a Polay Campos y ponerlo rápidamente tras las rejas. En ese tiempo fue recluido en el penal de Yanamayo. Al año siguiente fue condenado a cadena perpetua por un tribunal sin rostro y conducido a la Base Naval del Callao.
Pese a que el Estado peruano había determinado que el terrorista esté encerrado de por vida, en 1997, el Comité de Derechos Humanos de la ONU descubrió que las circunstancias de su juicio y detención violaron los artículos 7, 10 y 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
El 22 de marzo de 2006 fue declarado culpable por un tribunal peruano por cerca de 30 delitos cometidos durante los años de 1980 e inicios de 1990 y sentenciado a 32 años de prisión. Dos años después fueron aumentados a 35 años.
Recordemos que, en la actualidad, Víctor Polay Campos cumple sentencia en la Base Naval del Callao, donde compartía reclusión con el fallecido Abimael Guzmán, líder de Sendero Luminoso, y Vladimiro Montesinos, exasesor de Alberto Fujimori.
En el 2013 la prensa peruana se puso alerta tras conocer del asesinato de Otilia Bernardina Campos Barcena, la madre de Víctor Polar Campos. Según los reportes policiales, la progenitora del terrorista murió tras recibir varias puñaladas dentro de su domicilio en el distrito de La Molina.
Además, fuentes policiales revelaron a los medios de comunicación en aquel tiempo que la trabajadora Elísabeth Guamuro Torres (19), natural de Amazonas, contratada por la anciana para el servicio doméstico, fue la autora del hecho para robarle sus pertenencias en complicidad de otros sujetos.
Según se pudo conocer, a Víctor Polar Campos le fue concedido un permiso de 30 minutos por el INPE para poder asistir al funeral de su madre.
Dos años después de que Víctor Polay despidiera por cortos 30 minutos a su madre en su entierro, el terrorista tuvo que ser intervenido de urgencia tras encontrarle un coágulo en el cerebro. Fue conducido al Hospital Naval.
“Víctor Polay Campos no está muy grave, está en cuidados intensivos. Fue operado en el Hospital Naval de un coágulo que tuvo en el lóbulo occipital del cerebro”, expresó el exministro de Justicia Fredy Otárola en RPP.
“Se encuentra en su habitación, consciente, está siendo evaluado por el médico que lo atendió y su operación fue bastante favorable, es probable que esta recuperación se dé lo más pronto posible y se pueda retirar de aquí. Es un ser humano y el Estado se diferencia de estas organizaciones terroristas por brindar la atención de un derecho fundamental que es la salud (…)”, concluyó.
Desde su captura hasta la fecha, es poco lo que se sabe de este terrorista que pugna condena desde 1988 y que es tan solo cuatro meses, el cabecilla del MRTA volverá a la libertad.
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