Sin pelos en la lengua, apasionada y sin nada que ocultar, así es como se define Juliana Oxenford, una periodista y conductora de TV que ha marcado una pauta en su profesión. No teme en decir lo que piensa con el entrevistado al frente, “siempre con mucho respeto”.
Cuenta que una de las etapas más felices de su vida fue el periodismo de calle, el cual tuvo que dejar para vivir uno de sus más grandes anhelos, la maternidad. “Siempre me he organizado en función de mi familia, si algo no se ajusta a ello, entonces no va”, remarca bastante clara la hoy presentadora de ‘Al Estilo Juliana’.
Es justamente por esta maternidad que Juliana Oxenford planteó organizarse desde mucho antes. Después de recorrer todos los medios de comunicación como reportera, decide dejar esta faceta para buscar nuevas oportunidades como conductora de TV, desde cero. “Con un piloto horrible, de 700 soles, fui a tocar puertas, hasta que recibí mi primera oportunidad, con bajo presupuesto, pero era una oportunidad”, recuerda la rubia, iniciando así su nueva etapa, aquella que nos ha permitido conocerla más.
Juliana Oxenford brindó una entrevista a Infobae, donde nos habló de lo mucho que le ha entregado el periodismo, de lo mamá gallina que es y de algunos dolores que tuvo que curar para salir adelante.
¿Te gusta ser tú la entrevistada?
Me resulta muy cómodo que me entrevisten, me gusta, creo que hay algo de hartazgo en el día a día de ser tú siempre la que plantea las preguntas y las repreguntas, es por eso que pasar al otro lado me parece una experiencia rica, lo que pasa es que no acepto muchas entrevistas por, sin mentirte, tiempo. Tengo dos hijos chiquitos y soy mamá al 100 % , voy, llevo al colegio, voy a super mercado, preparar el programa y claro, mis prioridades son otras. Otra razón es que, cada vez confío menos en los medios, es la verdad.
Tus tiempos los ordenas según tus horarios familiares....
Siempre me he organizado en función de mi familia, si algo no se ajusta a ello, entonces no va. Eso lo he tenido siempre claro toda la vida. El horario del programa (Al Estilo Juliana en ATV) me permite ordenarme, reunirme con mi equipo, cerrar entrevistas, ver si se cayó o no un invitado, porque también soy la directora. Es difícil, estoy agotada, no te voy a mentir, pero siento también que hay compromiso moral de mantenerme.
¿Tu esposo (Milovan Radovic) te ayuda mucho en las tareas del hogar?
Mi esposo es independiente, nos apoyamos, pero yo soy una mamá gallina, decirte que Milo hace lo mismo que yo sería mentirte. No quiere decir que él no pueda hacer las cosas o no lo haya hecho antes, pero prefiero hacerlo yo (risas). Yo hago el cambio de pañal, yo voy al cumpleaños de los amiguitos, soy la que compro el regalito, la que saca cita con el médico, la lleva, todo lo hago yo.
¿No extrañas la calle?
Sí, es lo que más extraño, yo soy reportera de alma, los años de mi vida periodística más felices han sido en la calle, yo paso a la conducción porque después de 14 años de reportera, habiendo trabajado en todos los programas, estaba muy bien considerada como reportera, pero me preguntaba: ‘¿qué va a pasar cuando quiera ser mamá?’ Si algo no quería transar nunca era la maternidad. Yo toda la vida supe que quería ser mamá, y claro, no es que lo iba a ser ya, pero tenía que ir organizándome para ello. Así que renuncié al periodismo de calle, me decían que estaba loca, pero lo hice. Me hice un piloto horrible de 700 soles, no tenía presupuesto, y toqué todas las puertas, me querían solo de reportera, hasta que RPP me dio la oportunidad. No era mucho el presupuesto pero acepté, y funcionó.
Ahí empezó tu carrera como conductora..
Sí, luego me llamaron de Latina. Ahí es donde empiezo con mi pequeño nicho que antes no existía, de hacer noticieros a las 7:30 p.m, compitiendo con las telenovelas, con los vasitos de ‘Esto es Guerra’, que claro no hago el rating de ‘Esto es Guerra’, ningún programa periodístico le va a ganar al entretenimiento, pero funciona y lo demostré. Me quedé ahí 3 años. Sin embargo, hubieron pautas que me empezaron a incomodar, como el hecho de no poder hacer notas propias. Tenía claro que mi programa no era un noticiero desde que no leo un teleprónter y opino. Era un híbrido que estaba funcionando. Hasta que se me presentaron dos opciones dos meses antes de culminar mi contrario, ATV y otro medio.
¿Cuáles fueron tus condiciones en ATV?
Mira, yo dije, si me dejan seguir trabajando si leer teleprónter, dirigiendo el programa y llevarme a mi productor Javier Ávila que es mi brazo derecho, aceptaba. ¿Por qué? Por que mi productor es un hombre en quien confío al 100%, porque jamás va a filtrar algo para sacar un beneficio de ello, para mi eso tienen valor y que es muy difícil de conseguir. También me aceptaron una cláusula donde dice que yo tengo mi propia línea editorial, yo no muestro productos, yo no digo: ‘vamos a comerciales y recuerda qué (una promoción)’. No toco productos, me aceptaron todo. Entré el 2020, el próximo año, quién sabe.
El siempre decir lo que piensas y sin filtro, a veces conlleva a problemas legales...
Tampoco soy un mono con metralleta, yo no tengo querellas pro difamación por columna, ninguna sentencia, me cuido mucho, si es presunto, se usa, porque tampoco quiero engañar a la gente. Siempre tuve la libertad de hacer y decir lo que me da la gana, en RPP igual, siendo un medio tan clásico, tan tradicional, también decía lo que quería, luego me enteré que Keiko (Fujimori) había pedido que si ganaba las elecciones me cortaran la cabeza, una de las condiciones era que yo saliera, me lo admitió un gerente más adelante, en una conversación muy coloquial. Entiendo que esas cosas pasan, pero mientras a mi me dejen hacer las cosas - con las responsabilidad con las que las hago - todo bien.
¿Te peleas mucho en redes?
Sí, me peleo mucho, soy muy bronquera.
Respondiste hace unas semanas a Jorge Luna cuando te insultó...
Sí, es un huevón.
Lo llamaste misógino...
Sí. Yo me peleo, mucho, sí, soy muy bronquera, pero también he aprendido que mi vida no puede depender de mis haters, ni mi club de fans si lo tengo. A mi me no me interesa gustarle a todo el mundo, me parecería aburridísimo que todo el mundo me diga ‘no tenga nada en contra de lo que dices o hacer’. Creo que un buen periodista genera corriente de opinión, y va haber gente que coincida y no coincida con ella. A mi lo único que me importa es que me crean.
¿No te llama la atención incursionar en la política?
Nunca, si algo puedo decirte es que nunca. Yo me quedo en mi trinchera. No me parece mal que periodistas incursionen en la política, lo que me parece terrible es cruzar el charco y luego regresar, osea, que no funcioné y me vuelvo a aprovechar del periodismo. O utilizar una vitrina para el periodismo porque tu objetivo final es hacerte conocida, ganar votos y llegar al Congreso, que es lo que hizo Sigrid Bazán, a la cual yo he criticado tanto.
¿Crees que se está perdiendo esa pasión del periodismo?
Sí, hace rato, y me da mucha pena. Ahora lamentablemente hay mucho reportero que está muy preocupado en salir impecable en cámaras que por la información que ha conseguido. Me da pena eso. Yo estoy muy decepcionada de algunos conductores que se toman una pausa para asesorar a algún candidato a la presidencia o al Congreso, y estoy muy decepcionada de eso.
¿Tienes amigos periodistas?
No tengo muchos amigos periodistas, tengo a Giovanna Díaz, a Javier Dávila que es mi productor, a Mónica Delta, a Valia Barack, Renato Cisneros, pero mis amigos son los de toda la vida, mis amigos del colegio, los amigos del barrio cuando era niña, los papás del grupo de colegio de mi hija.
¿Has pensado en tomarte una pausa?
Siempre he querido tomarme una pausa, pero no he podido. He aprovechado oportunidades laborales que se me han representado. Yo estoy muy cansada, sí. Creo que la última campaña ha sido muy polarizada, creo que han habido muchas insultos, ofensas y mentiras, pero yo soy terca, me jode, yo sigo adelante.
¿A qué ataques te has enfrentado?
Me han tratado sacar de todo, que mi esposo trabaja para el Estado, mi marido tiene una empresa privada, y si trabajara para el Estado, que no es así, ¿cuál sería el delito? Si yo no soy funcionaria pública. Si mi mamá fuera profesora de la UGEL y le pagará el estado, ¿yo no podría ser periodista? El nivel de ignorancia es tan grande, ya no saben que sacarme, ahora dicen: ‘la argentina’. Carajo, vivo en el Perú desde 3 para 4 años. Nunca pise un nido en Argentina, nací de casualidad allá, ¿qué tengo de argentina? Cuando no te pueden decir corrupta es la sin razón.
Me hablabas de la pausa que querías tomar...
He pensado tomarme una pausa, pero no dejar el periodismo, porque el periodismo está en mi ADN. Me gustaría escribir, publicar un libro. Las entrevistas en YouTube me gustan, hay muchos amigos que están en plataformas y han hecho mucho más que los medios masivos, pero el tema es, hasta qué punto es rentable. El periodismo es una pasión pero tienes que comer y mantener a tus hijos.
Retomaste una historia de amor con Milovan Radovic, ¿ha sido complicado?
Es una historia bien Corín Tellado. Nos separamos cuando María (su hija) tenía seis meses. Pero no es que haya atracado al toque, ah (risas). Nos casamos cuando María tenía 5 años. Es muy complicado la convivencia, tenemos personalidades muy diferentes, es maravilloso y complicado a la vez, hay mucha admiración entre nosotros. Es difícil, él a veces me dice para tomar terapia, a veces entramos en cura de silencio por 10 días, o digo me separo (jajaja), pero se soluciona, porque el amor está que es lo más importante.
Y sobre todo compromiso, qué es lo que no hay hoy en día...
Ah, no, él sabe que si la caga, olvídate. Sus hijos siempre van a ser sus hijos, yo jamás me atrevería a hablar mal de su papá. Eso sí, las normas sí las pondría yo, porque yo soy la que maneja la casa. Con Milo siempre lo tenemos claro. Lo hemos hablado, ojo, no es que pensemos en separarnos. Pero hemos conversado en que si pasa, yo me quedo con los niños porque él respeta mucho y, aunque no lo diga, creo que me admira mucho como mamá, él es un buen padre, pero sabe que si no estoy yo, los chicos no comen y no van al colegio (jajaja).
LA PARTIDA DE UN NOVIO Y SEPARACIÓN DE SUS PADRES
Sin embargo, no todo fue felicidad, hubo momentos fuertes en tu vida, como la muerte de un novio (el periodista Álvaro Ugaz) y la separación de tus padres...
He hecho terapia muchos años por diferentes episodios, lo superas porque todos estamos marcados, todos hemos pasado por situaciones complicados y depende de la sensibilidad de la gente también. Hay gente que ha pasado cosas mucho más dramáticas y complicadas de las que me ha tocado vivir y se han levantado para ser feliz, yo los admiro mucho. En mi caso, lo superas porque hay cosas que no puedes cambiar, porque también hay capítulos de tu vida que no has escrito tú, lo que vives de niña o de adolescentes es lo que escriben tus papás. Luego ya, el libro lo firmas tú porque te corresponde cuando eres responsable de tus propios actos.
En este tiempo hubo muchos cuestionamientos en medio del dolor...
La muerte de Álvaro fue muy dura, el duelo de perder a un ser querido, y con tantas historias generadas en torno, que si estábamos o no estábamos, que si estábamos peleados o no, que no lo estábamos, pero yo decía, ¿a qué viene eso? Si yo ni siquiera estaba en el carro. ¿Qué tiene que ver eso? Fue muy duro.
¿Respecto a la separación de tus papás?
Me dolió, sí, pero no por la propia separación en sí, porque la separación de una pareja con hijos no me parece tan grave, muchas veces es más saludable para los niños si no hay amor entre papá y mamá. En mi caso, todo sucedió muy rápido, y yo soy la cuarta de los hijos de mi papá con mi mamá. Era muy chiquita, se me dio mucha información que no era capaz de procesar a esa edad, era un sancochado en la cabeza. No odio a mi papá como todos piensan, no tengo relación con él porque es una decisión que yo he asumido desde mi total madurez, porque desde hace algún tiempo me parece más sano vivir así.
Lucía Oxenfod siempre es comparada contigo en redes, ¿tú cómo lo tomas?
Yo creo que eso debe ser más difícil para ella que para mí. Yo no sé que está haciendo ella ahora, pero no es un personaje público, es la hija de dos personas conocidas, creo que ha incursionado en algún momento en la actuación o algo. No es que me quiera reventar cohetes, pero el nombre fuerte es el mío, y me da mucha pena porque eso la debe hacer sentir incómoda. Que siempre que haga noticia por algo, tengan que poner el nombre del papá, de la mamá o de la medio hermana. Yo no estoy en contra de ella, no estoy de acuerdo con un montón de cosas que ha hecho o ha dicho, no comparto la manera de manejarse en muchas situaciones, que ahora ya no hace, pero en algún momento se dieron. Yo no la odio ni tengo nada en contra de ella. No tengo una relación simplemente, ni con ella ni con mi papá, pero si me encuentro con Yvonne Frayssinet en la calle, ella no me ha hecho nada tampoco. La saludo.
¿La respetas como actriz?
Yvonne es una muy buena actriz.
¿No te interesa tener ningún tipo de relación con Lucía Oxenford? ¿Estás tranquila así?
Sí, yo estoy tranquila. A ver si hubiera si una hermana con la que me he criado, como con mis hermanos, hijos de mi mamá y papá, nos han castigado en conjunto, la hemos pasado bien, la hemos pasado mal, hemos viajado, por más que algo te duela o fastidie mucho, yo no puedo estar tanto tiempo peleada con mis hermanos, muero. Para mi, mi mamá y mis hermanos son todo, me muero. Pero cuando no hay este tipo de vínculo, tampoco extrañas ni anhelas lo que no conoces. Los recuerdos que yo tengo donde hubo cercanía con Lucía no fueron momentos felices, entonces, para qué voy a buscar algo que no me va hacer crecer como persona.
¿Cuál es tu objetivo en esta vida?
Que mis hijos mañana más adelante digan que su mamá, sí, jodía, pero siempre dijo lo que quería, que es una mujer absolutamente honesta. Es lo que me interesa, vivir de mi trabajo y seguir siendo honesta. No me interesa ser millonaria, no me interesa ser conocida en el extranjero o tener un programa en la BBC. Me interesa seguir enfrentando una cámara con los ovarios bien puestos, diciendo lo que muchas mujeres por mucho tiempo no nos han dejado decir, hablando a mi manera y con respeto. Yo soy lo que ves, lo que ven mis hijos, mis amigos, en el trabajo, y eso hace que pueda dormir tranquila. Soy Juliana con toda su complejidad y todos sus defectos.
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