Karin Quijada, la primera mujer con discapacidad auditiva en obtener un doctorado en Perú que busca desarrollar a la comunidad sorda

Empezar desde cero, recibir varios ‘no’ y tocar varias puertas fueron parte de la odisea que Karin Quijada tuvo que pasar para hacer historia. Siendo doctora en Administración, se encamina hacia el siguiente reto que le trae la vida y su espíritu de servir a los demás.

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Karin Janeth Quijada Lovatón es
Karin Janeth Quijada Lovatón es la primera doctora con discapacidad auditiva que sustenta en el Perú. (Infobae)

Algo que caracteriza a los peruanos es su ímpetu y alma trabajadora para transformar y dejar en el pasado las adversidades que alguna vez estuvieron presentes. Este esfuerzo se duplica aún más cuando la persona cuenta con alguna discapacidad, debido a la escasez de leyes, ejecución y cumplimiento de las mismas. Sin embargo, el camino continúa y así lo demostró Karin Quijada Lovatón, la primera doctora con discapacidad auditiva que, pese a las piedras en el camino, supo continuar y lograr sus objetivos.

Sus logros han sido aplaudidos y celebrados por miles de personas a través de las redes sociales. Sin embargo, aunque hoy se conozcan sus logros, Karin reveló a Infobae que el camino no ha sido fácil porque las oportunidades para estudiar le fueron arrebatadas varias veces, pero la perseverancia fue su fiel aliada.

La historia de la primera doctora con discapacidad auditiva en el Perú

Karin Janeth Quijada Lovatón nació el 25 de marzo de 1985 en el distrito de Chaupimarca, ubicado en la provincia de Cerro de Pasco, en el departamento del mismo nombre.

Karin Janeth Quijada y su
Karin Janeth Quijada y su hermana. (Infobae)

Creció en el departamento que la vio nacer, y durante sus primeros años, su entorno más cercano aún no se daba cuenta de que Karin vivía en un mundo silencioso. Fue a los cinco años que ciertos aspectos resaltaron en comparación a su hermana, lo cual hizo que sus padres buscaran especialistas para ver el diagnóstico real de su hija. Sin embargo, las limitaciones eran mucho más fuertes que ahora y al no existir especialidades médicas que revisen el caso, decidieron venir a Lima.

La familia Quijada Lovatón vivió idas y venidas entre el hospital San Juan de Dios y el Instituto Nacional de Salud Mental “Honorio Delgado-Hideyo Noguchi”. Durante el trayecto pensaron que se podría tratar de autismo; sin embargo, a luego de varios días recibieron el diagnóstico real, Karin Janeth tenía discapacidad auditiva.

Según recuerda la hoy doctora en Administración es que sus padres plantearon un propósito y es lo que ella le demostraron en aquel entonces.

“Cuando recibieron (sus padres) la noticia, ellos no se quedaron de brazos cruzados y el mensaje que hasta ahora recuerdo es que nos dijeron a mi hermana y a mí ‘vamos a luchar, y sé que cada una logrará sus sueños’”, reveló a Infobae.
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Karin Janeth Quijada Lovatón y su hermana en el colegio. (Infobae)

Con el pasar de los meses ingresó al colegio regular, junto a su hermana con quien pasó toda su etapa escolar, pero al culminar la secundaria, un vacío se apoderó de ella para transformarla en una mujer más fuerte.

“Al culminar el colegio, mi hermana que era mi mayor apoyo para aprender, tuvo que partir al extranjero gracias a una beca. Mis padres no podían costear el gasto que significaba educarnos y nosotras lo sabíamos. Ella decidió salir fuera y yo me quedé aquí”, sostuvo la también docente.

Empezar desde cero

Es claro que las normas para las personas con discapacidad no son suficientes y que hay un gran trabajo por realizar en Perú a pesar de que más del 10% de la población cuenta con alguna discapacidad, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

Karin, conocedora de ello, sintió el temor al que toda persona con discapacidad se enfrenta cuando les toca salir a dominar el mundo caótico en el que vivimos.

Karin Janeth Quijada durante las
Karin Janeth Quijada durante las clases virtuales. (Infobae)
“Cuando terminé la secundaria no se hablaba de la educación inclusiva, es más, no había una cultura inclusiva en el país. La lengua de señas no era reconocida porque simplemente las personas no sabían de ello. Tampoco existían los intérpretes, era como nadar contra”, reveló.

El miedo la llenó: ¿qué haría ahora sin la persona que significó su mayor apoyo en los estudios? Ella podía hacerlo sola, pero, ¿los demás entenderían eso?

“Fue como empezar de cero. Ella era quien me repetía las cosas, me ayudaba a estudiar, era mi intérprete y cuando se fue, sentí que el mundo se me vino abajo. Pensé que nadie iba a entender mi mundo y menos en las aulas de estudio”, añadió.

Su madre sabía de la ignorancia que hay sobre el tema de discapacidad en la población debido a lo que escuchaba en las calles. Intentó de que Karin se quede en casa para que no se exponga a los comentarios y calificativos de las personas.

“Mi madre sabía que había discriminación hacia las personas con discapacidad por parte de la sociedad y me decía que no vaya a estudiar y que mejor realice actividades de la casa o estudie un taller, pero esa no era mi meta, yo quería ser alguien y me escapé a dar mi examen de postulación en un instituto”, recordó, entre risas.
Karin Quijada recibiendo clases virtuales
Karin Quijada recibiendo clases virtuales al lado de su madre. (Infobae)

El nacimiento de este temor no solo se había dado por lo que se escuchaba, sino también por lo que vivió Karin Janeth en carne propia, teniendo al lado a su mamá como testigo. Entre todos los episodios vividos, recuerda aquel camino inicial de los estudios superiores. Una vez más las miradas, gestos y excusas se presentaron al indicar que contaba con la discapacidad auditiva.

La doctora en Administración comenta a Infobae que el camino no fue fácil a pesar de suplicar por una oportunidad para demostrar que podía ser una profesional capaz y que la discapacidad no era y no debe ser ningún impedimento para poner en juego su futuro.

“Plasmar mis deseos de estudiar no ha sido fácil para mí. Toqué muchas puertas para que me permitan estudiar. He tenido que suplicar por una oportunidad para ser admitida y las puertas eran cerradas”, agregó

Lo esencial es invisible a los ojos

Luego de varios ‘no’ en el camino, encontró un instituto que le dio la oportunidad de demostrar de qué estaba hecha, Su discapacidad no debía ser tomada como incapacidad por los centros de estudios. Ella dio su primera lección y era que lo esencial a veces es invisible a los ojos.

Es así que ingresó al instituto María Madre donde estudió para ser profesora de audición y lenguaje y lo llevó durante cinco años. Los profesores tomaron los requerimientos de ella y así pudo culminar sus primeros estudios.

Karin Quijada llevando una clase.
Karin Quijada llevando una clase. (Exclusivo / Infobae)
“Las personas con discapacidad siempre tenemos que realizar un doble esfuerzo para desarrollar cualquier actividad. Los que no poseen una, lidian con los problemas regulares, pero nosotros lidiamos con ello y una doble lectura, o investigación, pero todo eso siempre lo considero un reto que quiero superar”, agregó la también intérprete de señas.

Pasando el tiempo, postuló a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), donde se graduó como profesora y luego siguió con la maestría, donde investigó cuáles eran las estrategias de comunicación de las personas sordas que estudian en educación básica regular.

Es así que postuló a un doctorado en la misma universidad, donde realizó la investigación sobre “Emprendimiento y la accesibilidad en la comunicación de la comunidad sorda del Perú 2020″. Cuenta que, al llegar a su salón el primer día de clases, era la más joven, por lo que el profesor, pensó que se había confundido de salón.

Karin Quijada en el trabajo.
Karin Quijada en el trabajo. (Exclusivo / Infobae)
“Cuando llegué al salón, me senté adelante, le comenté al profesor sobre mi condición y él la entendió, pero pensó que me había confundido de salón por ser muy joven y me dijo ‘al frente están los de maestría porque aquí están todos los que tienen canas’. Inmediatamente, le confirmé que yo había postulado para el doctorado”, manifestó.

Recuerda que, durante todo el transcurso, se encontró con personas respetuosas y educadas, quienes la apoyaron, al igual que su profesor. Hasta que la pandemia llegó y se convirtió en una de sus peores barreras, debido a que no podía leer los labios con la misma facilidad que las clases presenciales. Karin vivió una nueva odisea hasta que las herramientas de las clases virtuales tuvieron subtítulos en español.

Culminó su doctorado con un 19, considerada nota “excelente” para el jurado de dicha casa de estudios.

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Karin Janeth Quijada Lovatón es la primera doctora con discapacidad auditiva que sustenta en el Perú. (Infobae)

El siguiente reto de Karin Quijada Lovatón

La accesibilidad es un elemento fundamental para que las personas puedan emprender. Lo básico para todas las personas con discapacidad auditiva es la lengua de señas, el intérprete y las ayudas tecnológicas. Todas deben de ser implementadas para que exista una igualdad de oportunidades.

En la actualidad ha sido becada por una universidad peruana en la carrera de Derecho y es la primera peruana y segunda latina con discapacidad que ha obtenido tal beneficio en base a sus méritos.

Ahora, desea culminar Derecho para poder hacer una sinergia entre dicha materia, la administración y la educación y poder empoderar mucho más a las personas con discapacidad. Ella sabe que las leyes bien formuladas son la base para el progreso de una de las comunidades más desplazadas en el país, pues según su experiencia al trabajar en una entidad privada, el trabajo para las personas con discapacidad es explotador y poco remunerado y en base a su caso llegó a recibir S/40.00 soles (10 dólares) semanales.

Además, menciona que ejerciendo como abogada podría apoyar con asesorías a las personas con discapacidad auditiva porque que es común que los abogados que no poseen esta condición, no entiendan a los discapacitados.

Karin Quijada en una charla
Karin Quijada en una charla del Ministerio de la Mujer. (Andina)

Comenta que ha conocido de cerca varios casos de violencia hacia las mujeres sordas y menores de edad de la misma condición cuando trabajó para el Estado, a los cuales les da temor expresar su historia y que, además, terminan siendo mal entendidos por la persona que toma su caso. Karin quiere hacer la diferencia con todo lo que viene estudiando.

En síntesis, ha compartido con este medio que su sueño más grande es el introducirse en la política, pero con las herramientas necesarios a nivel de educación, realizando coordinaciones con los gobiernos regionales, dando ideas eficaces y posibles de realizar a la Oficina Municipal de Atención a las Personas con Discapacidad (OMAPED), y a su vez, también trabajar con el sector privado con dichas ideas.

Concluye en que los emprendimientos son una de las más grandes alternativas para que las personas con discapacidad sean autónomas.

"Mi mensaje a la comunidad
"Mi mensaje a la comunidad sorda es que sí se puede. Vamos. Hoy es histórico", comentó. Foto: San Marcos.

DATO: En la actualidad no se conoce cuántas personas con discapacidad son emprendedoras y menos aún cuál es el porcentaje de las personas sordas en este rubro, lo cual es esencial para saber cuál es el panorama actual de este grupo de peruanos.

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