Julio Ramón Ribeyro: Google homenajeó al escritor peruano con su doodle

El popular buscador recordó el natalicio del literato de una simpática manera.

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Doodle del día dedicado a
Doodle del día dedicado a Julio Ramón Ribeyro (Captura de Google)

Un día como hoy no podía pasar desapercibido para uno de los personajes más importes de las letras peruanas. Se trata de Julio Ramón Ribeyro quien un día como hoy estaría cumpliendo 93 años.

Se trata de unos de los personajes más importantes de la literatura peruana y latinoamericana, pues con sus obras logró cautivar a millones de personas en nuestro continente y en el resto del mundo. Basta recordar que sus cuentos han sido traducidos inglés, francés, alemán, italiano, holandés, polaco y al árabe.

Nacimiento

Primogénito de don Julio Ramón Ribeyro Bonello y Mercedes Zúñiga Rabines, el pequeño Julio Ramón vio la luz por primera vez un 31 de agosto de 1929 en Lima, Perú. Tuvo tres hermanos menores: Juan Antonio, Mercedes y Josefina, a quien cariñosamente llamaba “Chamina”.

Tal vez se deba a que sus antepasados estaban relacionados al arte y a la cultura, es que Julio Ramón sintió la necesidad de expresar su sentir de alguna manera. Hasta que descubrió el apasionante mundo de la literatura y escogió ese camino.

El primer golpe duro su vida lo vivió a muy corta edad cuando su padre murió producto de una tuberculosis. Esta situación, además del shock lógico por perder a su papá, trajo una severa crisis económica en el seno familiar.

Capeada la situación, Ribeyro se puso como meta perseguir sus sueños. Es así que entre 1946 y 1952 cursa la carrera de Letras y Derecho en la Pontificia Universidad Católica del Perú.

En esta época es que hace su debut en el mundo de las letras cuando, en 1948, publica su primer relato llamado ‘La vida gris’ en la revista Correo Bolivariano.

Es por una beca que
Es por una beca que Julio Ramón Ribeyro tiene la chance de conocer y educarse en Europa (El Montonero)

Para 1953, el recién iniciado escritor ganó una beca otorgada por el Instituto de Cultura Hispánica para estudiar periodismo. La formación académica no podía parar y decidió continuarla en el Viejo Continente.

Al terminarse la mencionada beca, el peruano cambiar de aires y se muda a París. Este lugar se convirtió de importancia capital para él, pues mientras completaba su tesis sobre literatura francesa en la universidad de La Sorbona, se daba tiempo para redactar lo que sería su obra cumbre: ‘Gallinazos sin pluma’, que sería publicado en 1955.

Esta obra está conformada de ocho cuentos de temática urbana y que con el paso del tiempo se convirtió en una de las obras más exitosas de la literatura peruana. Luego de la capital francesa, Ribeyro pasó tiempo en Hamburgo, Frankfurt y Amberes.

Tras su aventura en el Viejo Continente, y luego de conocer otro éxito con ‘Crónica de San Gabriel’, el escritor vuelve a Lima envuelto en un halo de celebridad.

Julio Ramón Ribeyro también fue
Julio Ramón Ribeyro también fue profesor en la Universidad de Huamanga (Wikicommons)

De igual manera es contratado como profesor en la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga en Ayacucho y se encargó de la fundación del Instituto de Cultura Popular.

Le gustaba Europa

Luego de contribuir a la cultura nacional, Ribeyro vio por conveniente volver a París para desempeñarse, por 10 años, como periodista en el Agencia France Press. Durante esta etapa parisina se casó con Alida Cordero y tuvieron un hijo.

A principios de los años setenta, Julio Ramón comenzó su carrera como diplomático al ser nombrado embajador cultural de Perú en tierras francesas. De igual manera, también fue consultor cultural en la UNESCO.

Hasta siempre

Debido a su incontrolable tabaquismo, en 1973 fue diagnosticado con cáncer. Sería esta dolorosa enfermedad la que finalmente acabaría con su vida el 4 de diciembre de 1994. Esta experiencia quedaría reflejada en la obra ‘Solo para fumadores’.

Entre sus obras más recordadas están: Las botellas y los hombres (1964), El próximo mes me nivelo (1972), Silvio en El Rosedal (1977) y Relatos santacrucinos (1992).

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