Santa Rosa de Lima: Enviada del cielo o enferma psiquiátrica

Más allá de sus milagros, el comportamiento de la Patrona de la Policía del Perú es analizado desde el punto de vista científico.

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Pintura de Santa Rosa de Lima en el Museo del Convento de Santo Domingo. (Abel Camasca)
Pintura de Santa Rosa de Lima en el Museo del Convento de Santo Domingo. (Abel Camasca)

De la vida de Santa Rosa de Lima se han escrito cientos y cientos de biografías. De todas esas obras, podemos rescatar los aspectos más resaltantes de la vida de la santa peruana más conocida en el mundo entero.

Sin embargo, un aspecto del que poco se habla de manera abierta es que si Isabel Flores de Oliva, su verdadero nombre, tenía algún problema de salud mental. Y es ella no solo es conocida por los milagros que sus fieles le atribuyen sino también por duras lesiones que se provocó ella misma con el fin de ‘sufrir lo que sufrió Jesucristo’, con la idea de alcanzar el reino de los cielos.

Pero en estos tiempos, en los que la ciencia médica ha dado pasos agigantados con relación a la realidad que se vivía hace 400 años, es que Infobae Perú buscó la opinión de Mg. Paul Zevallos Espinoza, psicólogo psicoterapeuta Gestatl para intentar descubrir que es lo que hay detrás de tales conductas que hoy serían consideradas como evidencia de algún mal psiquiátrico.

Santa Rosa de Lima (Wikipedia)
Santa Rosa de Lima (Wikipedia)

Por qué una persona se autolesionaría

Para comenzar con las explicaciones del especialista, primero deber tratar de entender las razones que tendría cualquier ser humano para comenzar a auto infligirse una serie de lesiones de la manera particular en la que ella lo hacía.

“Lo que podría llevar a una persona a autolesionarse es que tenga una condición psiquiátrica. Ocurre que una persona autorregula es muy raro que comete este tipo de acciones, a menos que lo haga por imitar a otra persona o llamar la atención”, es lo primero que apunta el especialista.

De igual manera, señala que las autolesiones o rituales son los primeros síntomas o conductas que una persona con problemas mentales va a desarrollar el resto de su vida. Todo esto es parte de padecimientos como el Trastorno Límite de la personalidad (TLP), esquizofrenia, trastorno bipolar.

“Lo ideal para este tipo de pacientes es tener el apoyo de un especialista en psiquiatría (mediante pastillas) y de un psicólogo para sus terapias. Además de ver su entorno familiar”, agrega Zevallos.

Las alucinaciones

Muerte de Santa Rosa de Lima. Pintura ubicada en el Monasterio de Santa Catalina de Siena en Córdoba (Argentina)
Muerte de Santa Rosa de Lima. Pintura ubicada en el Monasterio de Santa Catalina de Siena en Córdoba (Argentina)

Está comprobado científicamente que muchas personas cuando tienen fiebres muy altas sufren de alucinaciones, así como las personas que tienen epilepsia. Estas pueden ser visuales o auditivas.

“En el campo científico, estas alucinaciones están más relacionadas con la esquizofrenia. Los ‘llamados’ que los pacientes tienen. Evidentemente no se puede comprobar al 100% si lo de Santa Rosa de Lima era un trastorno, como lo llamaríamos hoy, porque hay personas que aprenden y repiten estas acciones por llamar la atención”, remarcó.

Como se sabe, cuando Santa Rosa cayó enferma y los médicos no lograban calmar los inmensos dolores que sufría. le dijo a su confesor que “estaba experimentando los dolores de Jesús crucificado”.

En otro punto, hay que recordar en siglos pasados, unos de los ‘requisitos indispensables’ para cualquier cristiano que quisiera alcanzar la santidad era pasar por una serie de torturas a las que uno se sometía por voluntad propia como dejar de comer por días, de beber agua, de lastimase con una corona de espinas con azotes o con un cilicio. Ese, para algunos, era el camino hacia la salvación.

Pintura post mortem de Santa Rosa de Lima del maestro Angelino Medoro.
Pintura post mortem de Santa Rosa de Lima del maestro Angelino Medoro.

“La ciencia nos ha enseñado que la parte social influye mucho en las conductas. Uno de los primeros grupos en los que un ser humano se desarrolla es la familia. Eso significa que el ser humano se guía por modelos, por conductas aprendidas”, agrega el psicólogo.

En ese sentido, considera que es raro una persona se autolesione solo porque quiere hacerlo al menos que tenga un trastorno. De otra manera, solo está llamando la atención.

Es por amor

Según la tradición cristiana, Jesucristo murió en la cruz para redimir los pecados de la humanidad. Entonces algunos seguidores se toman este hecho tan a pecho que deciden pasar lo que pasó el mismo enviado del cielo (en lo que se refiere a dolor y sufrimiento) para demostrar que ellos también aman y se preocupen por el prójimo. En sí, buscan parecerse un poco más a Jesús.

Más de una a la vez

Por otro lado, Zevallos Espinoza apunta que el Trastorno Límite de la Personalidad o ‘borderline’ (TLP) con el tiempo desarrolla otros trastornos más. Es por eso que es muy importante identificarlos a tiempo para tratarlo a tiempo con la psiquiatría y psicoterapias.

“La esquizofrenia abarca un grupo de enfermedades mentales como la alteración de la realidad, pierden el contacto con la realidad, alucinaciones. También está la psicosis. El paciente esquizofrénico tiene angustia, miedo, pensamientos irracionales, es obsesivo. Este es un comportamiento psicótico”, indicó.

Imagen de Santa Rosa de Lima en procesión por la capital del Perú (RPP)
Imagen de Santa Rosa de Lima en procesión por la capital del Perú (RPP)

Nace o se hacen

El experto apuntó que un paciente con TLP tiene un factor genético ya que el cerebro de estas personas no tiene el mismo conducto neuronal que el resto de personas. Hay alguna desconexión en estas fibras, por eso es bioquímico.

Pero a lo largo de la vida podría activarse con un brote como un colapso nervioso muy fuerte, la muerte de un ser querido, ser víctima de una violación sexual o algo que desencadena este TLP.

“Este trastorno lo padece el 25% de la población mundial. Del cual solo un 10% sabe que lo padece. El resto no y son señalados como flojos, quedados, buenos para nada. Son socialmente etiquetados sin saber que padecen un trastorno. De todos los trastornos, el más difícil de tratar es el Trastorno Límite de la Personalidad”, reconoció.

Salud mental inexistente

Finalmente, el psicólogo denunció que a nivel Latinoamérica los gobiernos no suelen poner toda su energía en lo que se refiere a la salud mental de sus poblaciones. Apunta que los presupuestos anuales para ver el tema están muy por debajo delo realmente necesario, sin caer en cuenta que el capital humano es muy importante para que la sociedad crezca de manera adecuada en valores y desarrollo.

“Puede suceder que un miembro de nuestra familia sufra un problema de salud mental y eso nos retrasa. Pero si lo identificamos, también significa un atrasa, ya que el Estado no ha destinado un dinero para ver estos casos, ni programas de atención. Todavía estamos lejos de México y España en donde sí hay este tipo de ayuda a la población”, sentenció.

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