Ministro del Interior, Willy Huerta, justificó cambios en altos mandos de la PNP y evitó hablar del caso Harvey Colchado

Willy Huerta sostuvo que los polémicos cambios en la PNP se debió a que “los objetivos de la seguridad ciudadana no se estaban cumpliendo de manera programada” y que el pase al retiro del coronel Colchado estaba en manos de la inspectoría de la Policía.

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Ministro del Interior Willy Huerta
Ministro del Interior Willy Huerta se presenta ante la Comisión de Defensa del Congreso de la República

El ministro del Interior, Willy Huerta, respondió ante la Comisión de Defensa del Congreso sobre los cambios realizados en los altos mandos de la Policía Nacional. El titular de la cartera reveló que fue Pedro Castillo quien pidió los relevos del comandante general, jefe de Estado Mayor y al Inspector General de dicha institución, en relación a la solicitud del presidente por el pase al retiro del coronel PNP Harvey Colchado.

Huerta intentó justificar estos cambios indicando que todos los funcionarios públicos, entre ellos el Comandante General PNP, están sujetos a evalución y que el pase al retiro de Luis Alberto Vera Llerena fue porque no se cumplieron los objetivos de lucha contra la inseguridad, el mismo argumento que usó Castillo Terrones para cambiar a Mariano González del Mininter.

“Con relación a los motivos por los cuales se produjo el cambio del comandante general [de la Policía], debo manifestar que todos los funcionarios públicos, incluidos los altos mandos de la Policía, nos encontramos en permanente evaluación. Así, se determinó que los fines institucionales y los objetivos de la seguridad ciudadana no se estaban cumpliendo de manera programada”, explicó.

“[Luis Vera] no ha satisfecho la expectativa de la ciudadanía en términos de victimización, percepción de inseguridad, presencia policial y prevención [del delito]”, agregó.

Sostuvo que el presidente tiene la facultad como jefe supremo de las FF.AA. y de la Policía para realizar cambios en las instituciones y que el teniente general PNP Raúl Enrique Alfaro Alvarado cumplía con requisitos para ser nombrado como nuevo comandante general de la PNP.

Al término de su exposición, el presidente de la Comisión de Defensa, José Williams, sostuvo que “no es normal” que un comandante general solo esté al mando de la PNP por tres meses. Le pide a Huerta precisar los errores por los cuales fue cesado.

En otro momento, Huerta fue consultado por Williams sobre el pedido de Castillo de sancionar y pasar al retiro al coronel PNP Harvey Colchado, pero evitó pronunciarse sobre el tema y señaló que el caso le corresponde a la Inspectoría General de la Policía.

“No me corresponde manifestarme al respecto porque esta situación está sujeta a la Inspectoría General de la Policía, que es un órgano autónomo que no da cuenta respecto a sus actividades y funciones”, respondió.

Designaciones polémicas

De momento, ya salieron cuestionamientos sobre los nuevos mandos de la PNP. Al igual que el presidente Pedro Castillo, el nuevo inspector de la PNP, Leoncio Mejía, nació en Chota, Cajamarca. Tiene 59 años y hasta hace unos días era jefe de la Oficina del Medio Ambiente de la PNP.

Sin embargo, lo más cuestionable es que, una nota periodística del portal ‘La Mula’, se recuerda que Leoncio Mejía fue hombre de confianza de Luis Cervantes Liñán, el rector de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega (UIGV) por más de un década y quien tenía un sueldo de más de un millón de soles.

Segundo Leoncio Mejía Montenegro lleva ya diez años en ese cargo, contratado por el propio rector la universidad privada Garcilaso, y también dirige la Escuela de Instrucción, Capacitación y Entrenamiento en Seguridad Privada de esa casa superior de estudios. Todo, pese a ser un coronel de la Policía Nacional del Perú (PNP) en actividad”, mencionaba el informe periodístico de 2014.

Segundo Leoncio Mejía Montenegro
Segundo Leoncio Mejía Montenegro

Además, se señala que, por entonces, el Mininter abrió contra Segundo Mejía una investigación disciplinaria por presuntas infracciones contra la disciplina, contra el servicio policial y contra la ética. La publicación indica que Mejía Montenegro era acusado de ordenar y dirigir ciertas “acciones de inteligencia, identificación y seguimiento” contra profesores y estudiantes de la universidad, a los críticos del rector Cervantes.

En tanto, la periodista Jacqueline Fowks resaltó que Palomino Manchego, uno de los abogados del presidente Pedro Castillo, fue editor de publicaciones del rectorado UIGV y coautor con Cervantes Liñán.

Por su parte, el nuevo jefe del Estado Mayor General, Vicente Álvarez, fue acusado por la Fiscalía en dos despachos distintos –crimen organizado y corrupción– de homicidio por estar supuestamente comprometido en el “escuadrón de la muerte” y por robo de combustible a la PNP. En ese sentido, estaría pendiente una resolución de un pedido de prisión preventiva en su contra.

Harvey Colchado

En diálogo con Infobae, el exministro del Interior Mariano González dijo que los cambios de Castillo en la Policía buscan allanar el camino a la sanción del coronel Harvey Colchado. “Saca al teniente general Alfaro de la Inspectoría General para promoverlo a comandante general y colocar a Mejía Montenegro, un señor paisano del presidente y siempre actúa con mucha pleitesía con él [Pedro Castillo]”, apuntó.

González cuestionó que su sucesor, Willy Huerta, haya permitido que el presidente Castillo haga los cambios en el alto mando policial. Agregó que quien movería los hilos en el Ministerio del Interior sería Abel Gamarra, viceministro de Orden Interno.

Mariano González considera que Pedro
Mariano González considera que Pedro Castillo debe renunciar a la presidencia.

“Estos cambios en la Policía, la denuncia contra Harvey Colchado y el fiscal Hans Aguirre, lo que no está diciendo el presidente es que se zurra en el Poder Judicial, en el Ministerio Público, no cree en la institucionalidad de estos entes autónomos y poderes del Estado, no cree en la institucionalidad”, enfatizó González.

El exministro del Interior Carlos Basombrío mencionó a Infobae que los reacomodos dentro de la Policía se entiende en dos lógicas. La primera consistiría en que se busca tener el control de la institución a partir de la denuncia de que cinco coroneles pagaron cuantiosas sumas de dinero para ascender de grado, lo cual fue confirmado por Bruno Pacheco, ex secretario del Despacho Presidencial, ante la fiscalía.

La segunda lógica, según Basombrío, es el debilitamiento de la comandancia general con los continuos cambios que apuntarían a proteger la impunidad de Castillo. “Se está generando un espacio muy tenso dentro de la Policía entre los institucionalistas y los mal llamados subordinados del presidente”, cuestionó. Agregó que la designación del teniente general Raúl Alfaro sería para que sea un incondicional a tiempo completo para el mandatario como se ha convertido el ministro Willy Huerta.

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