En medio de la crisis política por el enfrentamiento entre el Ejecutivo y el Congreso, la posibilidad de adelantar las elecciones generales surge como una opción. Hasta el momento, tres proyectos de ley van en esa dirección. Sin embargo, estos se debatirían en la Comisión de Constitución y Reglamento.
El mencionado grupo de trabajo acaba de elegir al congresista Hernando Guerra García (Fuerza Popular) que habla con Infobae sobre este escenario, la insistencia de la bicameralidad y una autocrítica de algunas posiciones de la oposición frente a la gestión de Pedro Castillo.
Asume la presidencia de la Comisión de Constitución en una coyuntura de enfrentamiento entre el Ejecutivo y el Congreso. ¿Desde su grupo trabajarán en una salida política?
Sí, hay que estudiar y ver las propuestas diferentes que se hagan. Sin embargo, creo que deberíamos apostar siempre y de manera inicial por una salida constitucional e institucional. Cuando me refiero a ambos temas, creo que es lo que ahora señala la Constitución para tratar de evitar reformas que mañana alguien cuestione y diga “se hizo esta reforma para sacar al presidente o por tal tema”. Lo que plantea es tres vías: la suspensión de la presidencia, la vacancia presidencial y la acusación constitucional. Fuera de eso hay algunas iniciativas que hay que verlas, debatirlas y escuchar sus opiniones.
Cuando habla de las vías, la vacancia no tiene los votos y se fracasó en dos intentos. Para la acusación constitucional tampoco se llegaría a aprobarla y respecto a la suspensión hay un debate en que el Congreso o el Poder Judicial debe hacerlo. Si todo gira en torno a votos, los cuales no se cuentan, ¿qué otra solución se podría contemplar?
Todas las salidas en democracia son por los votos. No pueden ser cerrando congresos ilegalmente, presionando y ni con revueltas populares. Es cierto: ahora no hay los votos porque es parte de la democracia y las reglas de juego. Lo que quiero decir es que, muchas veces, se nos dicen “no se puede ahora ni tampoco se hará”. Así ha sido el diseño porque se subió la valla [de la vacancia] que antes era menor y el TC lo hizo. Ahora, se ha agotado con un gobierno que ha salido y todavía mantiene votos que los respalda. ¿Molesta? Por supuesto. A nosotros, en Fuerza Popular, un montón porque hemos apoyado todas las vacancias, pero esas son las reglas y así es la democracia. Usted lo ha dicho: no hay los votos ahora. Lo que no podemos hacer es girar toda la atención en que no existen los votos porque estaríamos trastocando lo que es la democracia representativa. Hay poderes y contrapoderes, y no se puede hacer ese desbalance.
¿No cree que este recurso de la vacancia hubiese tenido más solidez o pertinencia política en estos momentos en que el presidente Castillo está cercado por las graves acusaciones por corrupción y no las dos veces anteriores que no tuvieron el respaldo necesario?
Sí, estoy de acuerdo, pero la autocrítica no tenemos que hacerla nosotros. Lo que puedo hacer es una crítica a los que hicieron esas vacancias. Lo hice en la interna y de manera pública: fueron vacancias mal presentadas, mal sustentadas, no coordinadas y hechas en tiempos inadecuados por Renovación y Avanza País que espero hayan reflexionado. Nosotros, obviamente, las apoyamos porque no íbamos a decir ‘no, no, no, nos vamos a tirar para atrás’. Es una crítica a esos momentos y ojalá, si se presenta otra oportunidad, se pueda hacer una vacancia bien sustentada.
Señala que el Gobierno tiene absoluta responsabilidad de la crisis. Sin embargo, el Congreso tiene más del 80% de desaprobación y sucedieron los últimos escándalos como los casos de Freddy Díaz, que se resolverá después de un mes la denuncia por violación sexual, y Wilmer Elera, quien está prófugo de la justicia tras ser condenado. ¿No cree que este desprestigio del Parlamento aporta?
Sí, obviamente. Sin embargo, yo juzgo de manera diferente a un Ejecutivo, que es solo una persona y su popularidad, y un Congreso que son 130 personas, donde los errores de uno pueden jalar a más y siempre habrá disenso y discrepancia porque no es homogéneo. Los congresos no son rápidos ni pueden serlos. Es cierto que se tiene un desprestigio por actuaciones individuales. Sin embargo, eso de ninguna manera puede servir para decir que lo que tenemos que hacer es atacar y listo. Tampoco justifica la comparación con lo que ha hecho el presidente de la República en el gobierno. Entonces, ¿vamos a tener una democracia representativa o una democracia encuestativa? Lo que yo veo es que se trata de ponernos en similares condiciones. El Congreso le ha dado un montón de cosas positivas a nuestro país y si no fuera por este estaríamos en un régimen chavista.
Usted dice cosas positivas, pero también negativas. Ese el caso de la contrarreforma universitaria para debilitar a la Sunedu. Y se les cuestiona que no hayan ejercido su control político contra personajes, en su momento, como el hoy prófugo exministro de Transportes, Juan Silva, y lo mismo pasa con Geiner Alvarado que se verá recién el próximo lunes.
Lo he dicho antes: los congresos no son rápidos acá ni en ninguna parte. No deben serlo tampoco porque se debe pensar. Es más: un Congreso con dos cámaras será más reflexivo. Dos, usted ha hecho una afirmación en el sentido que se hicieron cosas cuestionables como la contrarreforma. Esa será su opinión, pero los estudiantes universitarios con los que me he reunido nos han dicho que están a favor de los cambios aprobados. Personalmente, no creo que se haya afectado las funciones de la Sunedu, sino se hizo modificaciones a su composición directiva como sucede en otras partes del mundo donde los rectores participan en los entes reguladores. ¿Lentitud en el caso de Silva? Sí. Cuando hicimos la moción de interpelación contra él, no había la información ni los cuestionamientos del índole de corrupción. Se le cuestionaba que estaba desmantelando ATU (Autoridad de Transporte Urbano de Lima y Callao) que puede ser una política de gobierno.
Para mí, la mira de cierta parte de la prensa debe estar más en el Ejecutivo que en el Congreso. Entonces, lo que hace alguna prensa y analistas ponen por igual y no se dan cuenta que estamos arriesgando el último bastión que, mal que bien y con todos los errores que usted ha dicho, se ha avanzando muchísimo. Se logró un TC, un directorio del Banco Central de Reserva, se le ha puesto pero a una serie de iniciativas. ¿Por qué este Congreso no es más rápido? Por falta de experiencia y porque el señor Vizcarra se encargó de que no haya reelección de congresistas y tenemos a no aptos en el que me incluyo. En estos ocho meses, han tenido que aprender y otros mañas más rápidas. Esas son las reglas de la democracia que tenemos. Así como muchos a regañadientes aceptamos que el presidente de la República haya ganado y el día de Pedro Castillo entró al Congreso el 28 de julio del año pasado, nos pusimos de pie porque eran las reglas. Lo que no se puede decir es que porque no se le pudo vacar, vamos a cambiar todo. Se puede, pero hay que pensarlo bien.
También desestimaron denuncias constitucionales contra el excontralor Edgar Alarcón, el exfiscal Pedro Chávarry y Manuel Merino. Personas controversiales que estuvieron involucrados en cuestionamientos.
Son los votos en la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales. Yo voté en el informe de Merino a favor de que no se le acuse. No he encontrado ninguna prueba en la que él haya decidido directamente que estos pobres muchachos [Inti Sotelo y Bryan Pintado] fallezcan, que era lo que se le imputaba. Lo que sucede es que cuando no nos gusta el Congreso, decimos que ha actuado mal en estos temas. Me pregunto: ¿Por qué los de Perú Libre dicen que somos golpistas? ¿Por qué en todos los plenos dicen que somos obstruccionistas? ¿Dónde está la película verdadera? Para ellos, somos unos demonios, pero para otros no. Eso implica que hay mucha gente descontenta con el gobierno. Porque los que esperan que lo vaquemos y están obsesionados con eso, están molestos porque no lo hemos logrado. Y los que no quieren que lo vaquemos, están molestos porque creen que deseamos vacarlo a cada rato.
¿La agenda del Congreso no ha sido vacar a Castillo desde el primer día? La palabra está desgastada como la de ‘pueblo’ que tanto utiliza el presidente.
Obviamente, sí, claro que se desgasta. He sido crítico y, ahora que no soy vocero, pienso que la oposición debería actuar de manera más inteligente, coordinada, con menos figuretismo, más programa y concentrándonos en qué normas vamos a sacar. Porque no todas están alrededor de la vacancia. Hay también normas que debimos sacar. Para mi, el tema de la tercerización es una barbaridad que va traer consecuencias económicas gravísimas en un contexto que parece vamos a entrar a una recesión nosotros y los Estados Unidos. Sí, obviamente, desde ese punto de vista aceptó la crítica. Por eso, es que tenemos que seguir unificando este frente, digámoslo, de centroderecha o bloque democrático. Hay que trabajar mucho en eso y yo lo intentaré ahora fuera de la vocería.
¿Le van a dar prioridad a los tres proyectos de ley que plantean el adelanto de las elecciones?
He dicho que en una situación de emergencia constitucional podría darse. Personalmente, creo que es una posibilidad que hay que analizar. Lo he dicho en mi bancada y creo que debemos contemplar la posibilidad irnos. Quiero que eso quede claro.
Keiko Fujimori también dijo que estaba de acuerdo con el adelanto.
Exactamente. Lo que he dicho que debemos restringirnos inicialmente a las salidas constitucional e institucional, que son los partidos y no los obispos. Hay contrapesos, la valla es alta y, al parecer, funcionaría esta especie de protección al presidente de la República porque, además, no se le puede acusar por delitos en su gestión. Así ha sido el diseño de nuestra república en la historia, lo cual me parece correcto. Sin embargo, eso no quiere decir que no se van a ver los proyectos y no quiero adelantar opinión porque tengo que presidir la comisión. A mi me hubiese gustado que ella [Digna Calle] me lo dijera antes porque es parte de la mesa que hemos apoyado y no a través de una carta. También hay uno de Susel [Paredes] y algún otro [De Elvis Vergara] que obviamente hay que revisarlos. Pero ojo: este es un tema político que incluye algunos temas legales y constitucionales. Si nosotros nos vamos todos, con este Jurado Nacional de Elecciones y las normas electorales, tendremos lo mismo. Porque nuestras normas electorales permiten fraude. Yo sí estoy convencido de que hubo un fraude.
¿Usted cree aún que hubo fraude en la victoria del presidente Castillo?
Por supuesto que creo en esa tesis del fraude y van aparecer, en algún momento, todos los que dicen ‘usted cree’. Cuarenta mil votos son muy fáciles de voltear.
Por una cifra similar, el expresidente Kuczynski le ganó a Keiko Fujimori.
Claro. Creo que este sistema permite esas cosas. En esa elección [de 2016], no participe ni la estudie a fondo, en esta sí. Ojo, pero nosotros no volvimos hablar de fraude. Apenas fuimos elegidos, Fuerza Popular no volvió a hablar de fraude.
Pero se formó una comisión que investigó un presunto fraude y ustedes la integraron.
Sí, esa comisión la propuso el congresista Montoya. A nosotros nos pareció un error que se haga esa comisión porque no se iban obtener las pruebas que se mantienen ocultas por el Jurado Nacional de Elecciones. Personalmente, la verdad se abrirá paso. Pero a lo que iba es que no podemos decir adelantemos elecciones con el mismo Jurado Nacional de Elecciones. A ver, este jurado nunca tuvo un pleno. Las decisiones del Jurado Nacional de Elecciones son del pleno y sus miembros. Después, hubo un miembro que los denunció y se nombró a dedo a otro. Solamente eso, ya es ilegal e inconstitucional. Si nosotros tenemos elecciones donde no se va poder comprobar el voto, van a volver hacer lo mismo [el fraude] sin los cambios necesarios que deben hacerse en nuestro procedimiento electoral y ojalá, personalmente, también hacia la bicameralidad.
Diversas organizaciones se han reunido para darles un plazo de un mes al Gobierno y el Congreso para solucionar la crisis. ¿Qué opina?
Están en su derecho, pero no sé qué significa el plazo. Si el Ejecutivo sigue y el Congreso también, ¿qué? Estamos en un orden constitucional o en la república de los soviets, las ONG y la Iglesia. Si vamos a ir a ese tipo de democracia popular, pues vamos y que lo digan. Están son las reglas, las instituciones, los resultados y es lo que hay. Creo que ningún congresista cambia porque te emplacen. Ellos [Las organizaciones] debieron pensar más bien antes en a quién iban apoyar o darles su votos. De esta [la crisis] debemos salir todos juntos, pero no con amenazas, plazos ni intransigencia. En los momentos complicados de una nación se sale conversando, cediendo y escuchando propuestas como se han planteado en la Comisión de Constitución.
Yendo a la agenda de la Comisión de Constitución, el tema de la bicameralidad quedó pendiente. En la legislatura pasada no se logró los 87 necesarios para evitar ir al referéndum. ¿Van a insistir con la reconsideración presentada?
Quisiera insistir con esto. Creo que cuando uno analiza las posiciones de los mismos partidos, no solamente estaban divididas sino también eran subjetivas. Basta que las normas provengan de Fuerza Popular o de congresistas del otro lado para que se pongan en contra. Pero también cuando uno escucha las intervenciones, uno dice que ‘estoy de acuerdo, pero no es el momento’. Entonces, eso da tema y tiempo para reconsiderar, explicar y hacer ver las bondades de un sistema como el bicameral para un tiempo como el actual para el país. Que es un tiempo no para las salidas radicales, sino para la reflexión. [La bicameralidad] Va mejorar nuestra representatividad, una cámara alta como el Senado va ayudar mucho y muchas cosas se han desvirtuado como una segunda votación o la exoneración de una segunda votación. Eso no está bien porque lo se necesita son normas que se piensen y no hagan lento al Congreso.
El expresidente Alberto Fujimori cerró el Congreso, donde regía el sistema bicameral, en 1992. ¿Buscan recuperar este esquema que trate de mejorar la imagen del legislativo frente al desprestigio que posee?
Por supuesto. Eso es parte de la reflexión de Fuerza Popular y el fujimorismo. Los tiempos cambian y uno tiene que reflexionar para darse cuenta. Ha existido mucha discusión al interior de Fuerza Popular porque, hasta hoy, algunos creen en la bancada que debemos tener un unicameralismo. Sin embargo, la posición mayoritaria no ha sido así y hemos ido por la bicameralidad. ¿Qué significa? Uno, que reflexionamos y tenemos capacidad para pensar. Dos, hay momentos para los países. Hace treinta años necesitábamos reformas para implementarlas de manera efectiva. Y para ese momento [1992], un sistema unicameral ayuda porque se avanza más rápido. Para seguir construyendo instituciones, mantener una Constitución y un modelo que le ha dado crecimiento a nuestro país, necesitas un modelo que reflexione más y eso es la bicameralidad.
Hace cuatro años, la ciudadanía le dijo que no a la bicameralidad. Si no se aprueba con los 87 votos en el Congreso, tendrán que ir a un referéndum. ¿Qué harán si obtienen un nuevo rechazo?
Se puede ir al referéndum como también no irse. Uno puede interpretar como legislador que, por segunda vez, no y nos vamos al referéndum. No creo en las democracias de referéndum y plebiscitarias en general. Entonces, si se dice que no, pues es no. Lo que habría que hacer es sentarnos para pensar cómo con un sistema unicameral evitamos los vicios como la segunda votación, la exoneración de las normas y quizás darle a otro tipo de entidad que pueda revisar los nombramientos como los del Banco Central de Reserva.
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