El Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) indicó que el considerable consumo de huevo en el país logró que el Perú ocupe el quinto lugar en toda Latinoamérica por este hecho, durante el año 2019. En ese sentido, dicho alimento es considerado como una proteína con gran valor para los peruanos, quienes en el 2021 consumieron 243 unidades al año por persona aproximadamente.
No obstante, las cifras mencionadas disminuyeron un 40% en el presente año. De acuerdo con la Asociación de Avicultores del Sur (Avisur), estas nuevas cifras se deben a los altos costos de producción que también elevaron el precio del producto avícola; actualmente, el consumo per cápita alcanzó las 100 unidades hasta junio de 2022.
“Estamos retrocediendo desde el 2020, en ese año llegamos a 33 millones de gallinas, el 2021 bajamos a 29 millones y ahora tenemos 23 millones de gallinas, así hemos ido descendiendo. Al no tener la gente los medios para adquirir huevos, compra menos”, indicó Alex Jerí con respecto a la crianza de gallinas para producir los huevos.
A nivel nacional, la producción diaria de 100 mil paquetes con 180 huevos cada uno, se redujo a solo 60 mil. En ese sentido, los productores peruanos tomaron la decisión de disminuir la crianza de las pollitas, ya que debido al alza del maíz la inversión por cada una de ellas subió de S/18 a S/35.
Por otro lado, la tonelada de maíz disminuyó a USD 252,5; es decir, 3% entre el 10 al 17 de agosto. Así, la tendencia a la baja se ha reflejado desde varias semanas atrás, pero aún no impacta al Perú. Esto se debe a que los barcos con este producto llegarán en la primera quincena de diciembre, de acuerdo con información brindada por el Banco Central de Reserva.
Contrabando de huevos en el sur
Debido a que el precio del huevo se incrementó, su contrabando desde Bolivia ha captado el 12% del consumo nacional con énfasis en el sur del país. El costo de estos productos puede llegar a ser casi 50% menos y se distribuían desde Juliaca.
Cabe resaltar que al entrar al Perú por Tembladera en Cajamarca, se fortaleció la fiscalización para poder sacarlos del mercado, pero esto también tuvo un impacto negativo en las ganancias de los productores mientras se comercializaban.
“La semana pasada se decomisó dos tráileres y un camión de huevos que entraron por desaguadero y se distribuía desde Juliaca a ciudades del sur. Los problemas son las enfermedades porque en Bolivia está fuerte la laringotraqueitis y la Newcastle; además de salmonella”, explicó.
Además, el factor climático también impacta en la producción de dicho alimento, pues las enfermedades respiratorias afectan a las aves. Como consecuencia, estas son medicadas y sus huevos dejan de servir para ser vendidos.
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