El suri, un gusano de la selva que se come vivo y de gran valor nutricional

Esto también es gastronomía. El suri amazónico es una de las especies que más llama la atención en la amplia lista de comidas peruanas que poseen un origen en el oriente del país. En Internet podemos encontrar varios videos de turistas que visitan la nación para enfrentarse a la degustación de este gusano que puede ser consumido de diferentes maneras, vivos o a la plancha.

Se ingiere cuando aún está en etapa de larva. Aunque a primera vista no parece ser algo que uno deba consumir, este es un producto comestible.

En el territorio nacional se le denomina así al Rhynchophorus palmarum L, nombre que recibe el escarabajo que aparece en cultivos de palma amazónicos. Se diferencian de otros de su especie por el color que poseen, su tamaño -que suele ser de 3 a 5 cm- y por el lugar donde se encuentran, mayormente en troncos.

Como dato curioso, este escarabajo, que es considerado como una plaga en algunos terrenos, también se usa como ingrediente en la medicina natural. Por ejemplo, su grasa se aprovecha para tratar males bronquiales. Se desplaza encogiéndose y dilatándose.

La popularidad de su consumo se debe a que tiene un precio accesible, además de que se encuentran en zonas de gran concurrencia, como mercados y plazas.

Aunque para muchos puede resultar extraño consumirlo, es preciso indicar que no es una tendencia. Este tipo de prácticas forman parte de la historia de la gastronomía. Por dar un ejemplo, en México se suelen comer los chapulines, unos insectos comestibles.

Estos se pueden encontrar en árboles caídos, crecen y se reproducen en palmeras comestibles. Se alimentan de los troncos del aguaje, el palmito y el pijuayo. En días de celebración, como la Fiesta de San Juan, es uno de los aperitivos que se suelen comer como un snack.

Estos gusanos, que se han convertido en un platillo muy popular en la selva, se comen vivos y cuando aún están frescos gracias a la cosecha del día. Para comerlo correctamente, se le debe quitar la cabeza -que no se consume- y lo demás es masticable. Al estar crudos, mantienen una textura cremosa y conserva un sabor similar al ahumado o al olor que emana la madera.

Dependiendo de los gustos, este se puede cocinar, agregando aderezos o acompañamientos, como salsas. Si se fríe, se crea una especie de crocante en la piel.

Sí, y es una de las formas más comunes de ingerirlo. En los puestos se pueden encontrar en una especie de cajas o insertados en unos palos, como un anticucho. Su popularidad ha permitido que viajeros aterricen en esta región del Perú para probarla como parte de retos.

Es considerado como uno de los alimentos que posee una impresionante fuente de proteínas, como las vitaminas A y E; 10% de su peso es proteína y 20%, grasa. A estas se les suma los minerales que tiene, convirtiéndolo en un suplemento que posee un sabor exótico que solo algunos se animan a consumir.

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