En la historia de la selección peruana de fútbol hay muchas anécdotas que contar, sobre todo en lo que se refiere a los procesos de cara a la clasificación a los Mundiales.
Por ejemplo, está la travesía realizada para llegar México 70. Una historia que todo hincha de la ‘blanquirroja’, tenga la edad que tenga, todavía guarda en el corazón por lo que significó aquella primera clasificación a una Copa del Mundo.
Lo mismo podríamos decir cuando llegamos a España 82 o, hasta hace poco, a Rusia 2018. Cada proceso está lleno de historias y anécdotas, y pasa que muchas de ellas faltan por descubrir.
Al infierno antes que al cielo
En la memoria colectiva del fanático de la selección peruana queda la imagen Inmortal del presidente Francisco Morales Bermúdez abrazado del defensor Julio Meléndez tras ganarle a Chile en Lima por 2-0.
Aquella noche es recordada por muchos no solamente por dejar afuera del Mundial a nuestros rivales de siempre, sino porque muchos creen que esa vez se selló el boleto para jugar en Argentina 78. Cosa que no era cierta, pues todavía había un paso más que dar, o algunos más si es que la cosa no hubiese salido bien.
Ocurre que, como estaban dispuestas las normas en esa época, cada uno de los ganadores de los tres grupos sudamericanos, conformado por 3 equipos, debían enfrentarse en una liguilla adicional para determinar los otros dos participantes de la cita ecuménica.
Argentina ya estaba clasificada por ser dueña de casa, Brasil superó su grupo sin problemas, Perú hizo lo mismo con Chile y Ecuador. La sorpresa en ese proceso eliminatorio la daría Bolivia, pues sacó del camino a un siempre aguerrido equipo uruguayo.
Por lo que la blanquirroja tenía que descubrir si los del altiplano se habían vuelto muy buenos futbolistas o los charrúas se habían muy malos.
Pero previoal último minitorneo para determinar quién participaría del Mundial, la dirigencia peruana tuvo la genial idea de embarcar al equipo en una gira de preparación contra diversos equipos de Centroamérica. Lo que se recordaría como una de las giras más raras en la historia de la selección nacional.
A tacazos aprendí
La seguidilla de partidos de preparación previa a la liguilla de Cali sería contra México, Haití y Costa Rica. En un principio estaba incluida la selección de El Salvador, pero su inestable situación política hizo que la dirigencia nacional retrocediera en sus intenciones.
Contra los aztecas nos enfrentamos dos veces. La primera en el Distrito Federal y la segunda en Monterrey. Nuestros primeros rivales también se alistaban para lo que sería el hexagonal final de la CONCACAF de cara al mundial rioplatense.
Entre sus principales jugadores destacaban Wendy Mendizábal, Víctor Rangel y un jovencísimo, pero ya mortífero, Hugo Sánchez.
En la capital mexicana igualamos a un gol por bando. José Luis real abrió la cuenta para los locales, mientras que ‘Cachito’ Ramírez el empate final. Cuentan las crónicas de la época que, a pesar del empate, el resultado terminó siendo corto para los norteamericanos que dominó gran parte del partido y la defensa peruana poco pudo hacer para resistir sus embates. El que estuvo iluminado esa noche fue Ramón Quiroga, quién literalmente tapó de todo.
Por el segundo partido ya no tuvimos tanta suerte y perdimos dos a uno.
Además de la dolorosa derrota, este choque es recordado por cortar la racha de 16 partidos sin perder. Algo inédito para una selección peruana hasta esa época. Recién en tiempos de Ricardo Gareca pudimos disfrutar la sensación parecida.
Jiménez a los 34 y Aceves a los 81 marcaron para los mexicanos. Había empatado de manera transitoria el ‘Flaco’ Quesada a los 52 minutos.
Visita a Baby Doc
Luego de ir a la Alemania nazi para los Juegos Olímpicos de 1936, la selección peruana no había tenido la necesidad de visitar un lugar tan siniestro. Hasta ese mayo de 1977, cuando pisamos el suelo de Haití que en esa época era gobernada con extrema dureza por Jean-Claude Duvalier, el famoso Baby Doc, hijo y sucesor del tirano François Duvalier, Papá Doc.
Es sabido que por estos oscuros personajes, Haití se convirtió en la sociedad más pobre de todo el hemisferio occidental. Una situación qué hasta ahora sufre el país caribeño.
“Aquí hay animales que aterran. Una noche, cuando los jugadores iban al comedor, se encontraron con una tarántula tremenda en la escalera. El panadero Díaz fue el que dio la voz de alarma. El doctor Ramírez Otárola tomo una piedra enorme y la lanzó contra ella. El más asustado era el ‘Cholo’ Aparicio, quien cuando el avión salió de Haití miraba si había tiburones en el océano. El volante mistiano le tiene terror a todo tipo de bestias salvajes”, relató el recordado periodista ‘Pocho’ Rospigliosi para su revista ovación según se cuenta en el libro “Con todo, contra todos” de Juan Carlos Yrigoyen.
Con relación al partido, los haitianos venían de jugar el mundial de Alemania 74, por lo que algo de experiencia tenían. A pesar que su máxima estrella Emmanuel Sanon, que jugaba en el fútbol de Bélgica, no estuvo presente varios de sus compañeros sí y le presentaron dura resistencia a los peruanos qué sin hacer nada extraordinario, unos dicen que está jugando mal, les ganaron por 2-1. Gerald Romulus había adelantado para ellos, mientras que el ‘Cholo’ Sotil y el ‘Torito’ Luces voltearían el partido.
Lo más difícil choque no era el equipo rival en sí, sino el extenuante calor y los mosquitos que invadían el campo.
Aun así, jugamos un segundo partido en el mismo estadio Sylvio Cator, lugar que más parecía una chacra qué un campo de fútbol.
Esta vez empatamos 2 a 2 luego de ir perdiendo 2-0. Domingue y Vorbe, pusieron adelante a los haitianos. Velázquez y ‘Cachito’ Ramírez, otra vez, pusieron el empate definitivo.
Luego del pitazo final el equipo se movió lo más rápido que pudo para salir de ese infierno tropical. Al día siguiente ya estaban en Costa Rica para sellar un nuevo empate ante el club Herediano a dos goles.
Y cuando ya estaba lista la vuelta a casa, se pactó un último partido ante el Atlético de Medellín en Colombia. Esta vez la suerte nos sonrió y derrotamos a los ‘cafeteros’ por 3 a 2. Oblitas, Ramírez y Quesada hicieron los goles.
A pesar que solo fue una victoria ante un club que no tenía grandes pergaminos a nivel internacional, sirvió mucho en el aspecto anímico pues, al pisar Lima nuevamente, lo hicieron cantando el ya famoso ‘Perú campeón’. Cómo si supieran que el destino en la famosa cita de Cali los llevaría a jugar el mundial de Argentina 1978. Y vaya que así fue.
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