Sus coloridos trajes y máscaras representan la ritualidad de diversas herencias indígenas, incluyendo las ibéricas y africanas, las cuales conviven y revelan un sentido de realidad multicultural, mestiza y que ha sido globalizada en el Perú y otros países de la región.
No solo es una extensión de nuestras tradiciones, sino también de la identidad que nos une. Una de las más populares en nuestro país es la que se conserva en Puno y que ha significado una representación de lo que dejó la evangelización y el imaginario religioso católico.
El Perú posee un importante número de danzas típicas que aún se conservan y se transmiten entre las generaciones. La Diablada en particular ha sido tema de debate para intentar definir su origen y pertenencia, causando una división de opiniones entre los países hermanos.
¿Cuál es el origen de la Diablada?
En 2021, el exministro de cultura, Ciro Gálvez, precisó que, desde sus orígenes, se trata de un espacio de convivencia e intercambio cultural que se manifiesta por medio de una estética y ritualidad, siendo una herencia que convive a lo multicultural.
De su origen se conoce que se dio en el plano religioso cuando aún estaban presentes las autoridades virreinales, quienes la consideraron como una expresión aceptada para celebrar la fe cristiana con raíces de los rituales andinos.
El Ministerio de Cultura del Perú precisa que, para finales del siglo XIX, se generó evidencia de los primeros danzantes con trajes de diablos, los cuales integraban agrupaciones de sicuris o morenadas. Estos recorrían el altiplano llevando su arte.
Para septiembre de 2021, Perú declara patrimonio cultural de la nación a la danza Diablada Puneña.
Para 1940 aparecieron las comparsas mestizas y 20 años más tarde, se formalizaron las expresiones de la Diablada Puneña. Es así como hay una manifestación artística de gran alcance, reuniendo a varios países, por lo que se considera que su raíz originaria es del altiplano, no de un destino específico.
¿Qué tipo de danza es la Diablada peruana?
Se considera una expresión coreográfica mestiza, que reúne al mundo festivo y de celebración en el altiplano peruano. Hay una categoría que la califica como una “danza en trajes de luces”. La formación requiere de un gran número de danzantes, quienes tienen que seguir una serie de pasos para la formación de figuras en el escenario, así como la narración de una historia, donde “el bien y el mal” se unen en el Nuevo Mundo.
¿Dónde se celebra la Diablada?
De acuerdo a los registros culturales, esta danza típica posee un origen en el altiplano, juntando las manifestaciones artísticas, reflejadas en bailes, de Chile, Bolivia y Perú.
¿Que nos transmite la danza de la Diablada?
Este es el nombre que recibe una composición colectiva que es protagonizada por los diablos, que formados en filas, son dirigidos por un arcángel. Estos realizan movimientos sincronizados mientras siguen el compás de marchas y huaynos.
Esta expresión constituyen testimonios de valor histórico y simbólico.
Aquellos bailarines que forman parte de la coreografía llevan máscaras y trajes que representan al diablo o demonio, al cual se le conoce como un personaje que fue reinterpretado a partir de los patrones culturales indígenas.
Es una de las expresiones que caracteriza a las festividades religiosas que se celebran en distintas regiones del país, teniendo un mayor protagonismo en la Festividad de la Virgen de la Candelaria en Puno.
La leyenda de su origen
Una historia intenta explicar que unos mineros salvaron sus vidas de quedar atrapados en una mina. Al salir, vieron que unos diablos se llevaban sus armas. Ellos solo atinaron a rezar a la Virgen del Socavón para que los ayude. Ella envió al Arcángel San Gabriel, quien vence los vence y en agradecimiento, crearon un baile en medio del fuego que se originó, dando así origen al culto para la Virgen de la Candelaria.
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