Pedro Barreto acepta invitación de Pedro Castillo: “Siempre y cuando haya honestidad, transparencia y decisión de cambio”

El cardenal señala, en diálogo con Infobae, que la Iglesia podría aportar a buscar una salida a la grave crisis política en medio de los enfrentamientos entre el Gobierno y el Congreso. Rechaza los ataques de Vladimir Cerrón en redes sociales.

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El cardenal Barreto cree que el presidente Pedro Castillo hará cambios en su gobierno. Foto: Andina
El cardenal Barreto cree que el presidente Pedro Castillo hará cambios en su gobierno. Foto: Andina

El último jueves, la Conferencia Episcopal Peruana brindó un pronunciamiento público para exhortar al Gobierno de Pedro Castillo y el Congreso de la República a buscar una salida política y constitucional a la grave crisis que padece el país producto del enfrentamiento entre ambos poderes durante el último año.

Uno de los participantes fue el cardenal Pedro Barreto, quien conversó con Infobae sobre qué motivó a la Iglesia a mostrar su postura en medio del clima de polarización en el que nos encontramos. También responde a Vladimir Cerrón, líder de Perú Libre, quien lo cuestionó en redes sociales.

¿Cómo llegaron a la conclusión de que debían pronunciarse en actual coyuntura polarizada?

Somos 56 obispos de todas las regiones del Perú y nos dimos cuenta que compartíamos una misma preocupación por el pueblo que, en su gran mayoría, está en una situación de extrema pobreza. En ese sentido, coincidimos como pastores que debíamos dar una voz y mensaje de clarificación de que el Perú está complicado. Tenemos una historia de signos de corrupción en las más altas esferas del gobierno y del comportamiento del Congreso de la República.

Usted señaló que hay una “alta corrupción generalizada” en las instituciones del Estado. ¿Esto puede provocar que la ciudadanía no confié ya en las mismas?

Por supuesto. La corrupción no es propiedad privada. En el Perú hemos llegado a situaciones así y lo hemos indicado en el comunicado. El Perú no se merece el 25% de percepción de corrupción a nivel latinoamericano.

¿La percepción de corrupción generalizada tuvo como un complemento que hayamos salido tan divididos como país de la última campaña electoral?

Sí. Creo que tanto el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, elegidos democráticamente, como toda autoridad está al servicio del bien común y no de una ideología o de un grupo. Entonces, aquí en el fondo estamos hablando de autoridades que no responden a las expectativas mínimas de buscar un proyecto, un consenso para ver cuáles son las necesidades y por dónde tenemos que caminar como país.

¿Cuándo hablan de una transición política se refieren a un posible adelanto de las elecciones generales?

La palabra transición significa pasar de una situación inaceptable que vivimos desde el punto de vista político. Tenemos un Congreso que tiene muy poca aceptación, pero también es muy importante indicar que la popularidad del presidente Castillo está en una situación baja. Hay que señalar que con esta confrontación de invitar a los ronderos y representantes de los sindicatos está enervando el país. Aquí hay un aprovechamiento político del presidente Castillo, que no debe ser así, porque el Perú ya está dividido.

Comunicado de la Conferencia Episcopal peruano
Comunicado de la Conferencia Episcopal peruano

¿La actitud del presidente Castillo divide más a los peruanos?

Por supuesto. Lo indicamos en el comunicado de los obispos, donde manifestamos claramente esta polarización y confrontación desde el gobierno central que está desconcertando y dividiendo al sufrido pueblo peruano.

¿Recibió la invitación para ir a Palacio?

No, extraoficialmente no recibí ninguna invitación.

La última vez que fue a Palacio de Gobierno se dio en el marco de la conformación de un nuevo gabinete y, al final, nunca se dio. Es más, recibió algunos insultos del premier Aníbal Torres. ¿Estaría dispuesto a conversar otra vez con Castillo?

La situación es distinta porque somos nosotros los obispos los que hemos emitido un comunicado como la institución episcopal peruana. Yo soy el vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana. Por tanto, no se me puede señalar que seré el interlocutor. Sin embargo, la Iglesia y los obispos no nos vamos a oponer en la posibilidad del diálogo como institución. Aceptamos el diálogo siempre y cuando haya honestidad, transparencia y decisión de cambio.

Esto no podría darse con el presidente. Dijo que fue testigo de la firma de la Proclama Ciudadana, donde había una serie de compromisos que nunca se cumplieron.

Así es. Más aún cuando en abril pasado se tuvo ese diálogo. Volviendo al punto, si hay una invitación oficial y formal a la presidencia de la Conferencia Episcopal Peruana, estoy seguro que habrán algunas condiciones necesarias para asegurar que ese diálogo sea público y no privado. La Iglesia está dispuesta a seguir dialogando porque es el instrumento privilegiado para concertar voluntades y, como decimos en el comunicado, el consenso social del Poder Legislativo, Ejecutivo, la sociedad civil organizada y los jóvenes puedan arribar a una transición política que la mayoría de peruanos considera necesaria.

El presidente Pedro Castillo hizo un llamado a la oposición para dialogar sobre los problemas más urgentes del Perú
El presidente Pedro Castillo hizo un llamado a la oposición para dialogar sobre los problemas más urgentes del Perú

¿No está convencido de las intenciones de Castillo de bajar el tono de la polarización?

Sí, me parece muy poco formal que en un Twitter o una entrevista a un periodista invite a un miembro de la Iglesia Católica. Si realmente estuviera decidido, haría la invitación por el conducto regular y formal que tenemos como institución.

¿Qué opina que los problemas legales del presidente Castillo alcance a su familia?

En el comunicado señalamos que los procesos judiciales en curso deben seguir en el Ministerio Público y el Poder Judicial. Es verdad que en el entorno familiar está seriamente cuestionado y hay hechos que tienen que ser seriamente investigados.

¿Cuál es el grado de responsabilidad del Congreso en esta crisis?

Bueno, ya llevamos trece meses de gobierno. Hemos visto el comportamiento del Poder Legislativo y del Ejecutivo, y no se hacen daño. [El Congreso] Da la impresión que quieren cuidar la continuidad de una ingobernabilidad del país porque no han hecho las leyes que necesitan para enrumbar al país en un proyecto que una a todos los peruanos. Hay algunas leyes que son inaceptables como, por ejemplo, lo de la Sunedu. Por otro lado, el Ejecutivo ha tenido más de 70 ministros en trece meses. Eso es una aberración política y supone errores en la elección. Por tanto, como indicamos en el comunicado, esta situación no es sostenible en el tiempo. Apelamos a una invocación para que la sociedad civil, el Poder Legislativo, Ejecutivo busquen una salida democrática a este entrampamiento.

Sin embargo, usted es consciente que el presidente Castillo no renunciará y el Parlamento no considera la posibilidad de las nuevas elecciones. La ciudadanía se encuentra en el medio de ambos poderes. ¿Qué podría aportar la Iglesia para salir de la crisis?

Sobre eso, quiero decir dos cosas. La Iglesia es también política. Cuando entendemos la política, hemos tenido un sentido amplio de buscar el bien común. El Papa Francisco habla en la encíclica social: “Hermanos todo (Fratelli tutti)”. Le dedica todo un capitulo para la mejor política. Es decir, un político que ejerza la política tiene que ser consciente de dos cosas: primero, es elegido por la sociedad; mientras lo segundo es que tiene que servir al bien común y no al de su ideología ni partido. Si entendemos eso, todos somos políticos. Yo no puedo renunciar como ciudadano, por más cardenal que sea, a esta responsabilidad de iluminar con los principios y valores de la doctrina social de la Iglesia a la sociedad que está en una situación de crisis generalizada por la corrupción y la pobreza.

Los hermanos Cerrón y miembros del Gobierno lo criticaron en redes sociales. ¿Cómo tomo estas apreciaciones?

Sobre los hermanos Cerrón sabemos qué ideología tienen. Yo no estoy criticando su ideas, pero quiero decir que sus afirmaciones son inaceptables porque desconocen el valor y la presencia de la Iglesia Católica desde antes de la Constitución de la República Peruana en la costa, la sierra y la selva. Y es la Iglesia es la que impulsó este grito de la independencia, de la justicia y la libertad en el Perú. Por tanto, esas acusaciones e insultos no los aceptamos porque estamos entrando a una falta de respeto a una institución como la Iglesia que cumple un rol social y político dentro de la sociedad.

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