El valor de exportaciones de pesca y acuicultura para consumo humano directo (CHD) crecerían alrededor del 10% este año. Sin embargo, según afirmó Alfonso Miranda, presidente de Comité para el Manejo Sostenible del Calamar Gigante en el Pacífico Sur (Calamasur), el resultado podría ser mucho mejor, y esto pasa por factores climáticos y estructurales.
El crecimiento en el valor de las exportaciones el valor exportado de productos hidrobiológicos marítimos para CHD hasta mayo, según datos del Ministerio de la Producción (Produce), fue de US$ 711 millones, superior a los US$ 671 que se registraron en los primeros cinco meses del año pasado. Pero si se analiza por volumen, hay una reducción de 24.07% respecto a los envíos en el 2021.
“Los precios han mejorado. Se podría mantener la tendencia y cerrar el año con un crecimiento del 10% en valor exportado, mejorando el registro del 2019. Sin embargo, el Perú tiene potencial para estar mucho mejor”, indicó Miranda en entrevista con Gestión.
A diciembre del 2021 el sector de consumo humano directo llegó a US$ 1,470 millones de valor de exportaciones, nivel por debajo de los US$ 1,526 millones que se registraron en el 2019, según Produce. Miranda señaló que la pesca para CHD está limitada este año por la menor disponibilidad de pota, que es una de las principales especies con la que cuenta el sector.
Explicó que la pota o calamar gigante es una especie de corta de vida, de dos años como máximo, característica que va en línea con su sensibilidad a cambios de temperatura y salinidad, o cambios bruscos en su entorno.
El director gerente de la empresa pesquera Dexim, Carlos Milanovitch, advirtió en junio que el sector de pesca para consumo humano en nuestro país atraviesa una crisis por la escasez de capturas de los principales recursos que se procesan como pota, merluza, calamar, langostinos, bonito, jurel y caballa, entre otros. En particular en el mes de junio, el volumen de pesca de pota fue menor en 41.6% respecto al mismo mes del año pasado, según datos de Produce.
“Si hablamos de pesca para el consumo humano directo, el principal recurso es la pota, y esta ha tenido un comportamiento atípico propio de la variedad del mar peruano y el mismo recurso. Su ubicación espacial ha cambiado completamente. Por ejemplo, en la zona norte, que es donde se concentraba las mayores cantidades, ahora hay una presencia mucho menor. Esto afecta a la pesca artesanal y a la industria congeladora”, apuntó Miranda.
Por otro lado, el presidente de Calamasur indicó que otro obstáculos que sigue arrastrando la pesca del consumo humano, es que no se avance con el proceso de formalización de la flota artesanal, situación que limita su eficiencia en producción. Explicó que los permisos de pesca para embarcaciones artesanales dependen de los gobiernos regionales, siendo el de Piura (donde se encuentra la mayor actividad de pesca artesanal en Perú) el que tiene más solicitudes en proceso para la formalización.
“Esto (la formalización de pescadores artesanales) se viene trabajando desde el 2016. Han pasado seis años, y no hay perspectivas para que se consolide. Esto impide que los pescadores artesanales puedan tener acceso al crédito, visibilidad por el estado y más seguridad al momento de hacer su trabajo. Con el acceso a crédito se promueve la eficiencia, pues hay mayor tendencia a la mejora de las embarcaciones tanto por el lado de refrigeración e inocuidad, mejora producto, y se reducen pérdidas. Los pescadores artesanales de la pota representan la flota más grande que hay en el país”, indicó.
La acuicultura
En el caso de la acuicultura, recién hace muy poco se ha promulgado la norma, por parte del congreso, de promoción para la actividad acuícola, y se está a la espera que lo haga también el ejecutivo, para que entre en vigencia a partir del 2023. La falta de incentivos en el 2021 y 2022 ha mermado el potencial del sector, señaló el presidente de Calamasur.
Cabe indicar que el congreso aprobó, en junio del 2022, el dictamen por el cual se propone la ley de promoción y fortalecimiento de la acuicultura. “En el año 2013 la acuicultura fue incluida en la Ley de Promoción Agricultura para obtener los mismos beneficios que esta tenía. En el año 2020 esta se derogó (la ley N° 27360), para luego después aprobarse una nueva (ley nº 31110), aunque ahora excluyendo la acuicultura. Esa pérdida de beneficios o incentivos a producir se mantuvo durante el 2021 y 2022″, dijo Miranda.
“El sector de pesca y acuicultura no tiene políticas nacionales definidas. La gravitación de la pesquería se ha ido cayendo en el Perú, y reflejo de ello es que países como Chile y Ecuador superan a Perú en exportaciones de CHD, cuando nosotros tenemos más potencial”, agregó, señalando que las pesca y acuicultura se encuentran en un marco carente de política nacionales, en el sentido que puedan trascender a lo largo de gobierno, y que puedan dar estabilidad a los participantes de las actividades..
Según datos del Ministerio de la Producción, en el acumulado de enero a junio de 2022, el volumen del desembarque total pesquero totalizó en 2,903.2 miles de TM, cifra inferior en 24.4% con relación a similar periodo del año anterior (3,837.9 miles de TM).
Esto es explicado en parte por la disminución en el desembarque de los recursos destinado al CHD (-20.7%), en particular, lo destinado a la industria de congelado (-28.6%), enlatado (-11.0%), curado (-41.6%). Ello afectado por las desfavorables condiciones oceanográficas (enfriamiento de las aguas costeras).
Por otro lado, el desembarque de recursos pesqueros para el consumo humano indirecto (CHI) fue menor en 25.4% en el primer semestre del año, respecto al mismo periodo del 2021, según el Ministerio de la Producción.
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