Manuel Aspilcueta, joven ingeniero de la UNI logró beca para estudiar maestría en Estados Unidos

El egresado de la Universidad Nacional de Ingeniería, quien obtuvo el primer puesto en la Beca Generación del Bicentenario, comentó que a través de su trabajo de investigación proyecta desarrollar viviendas sociales sismorresistentes y amigables con el medio ambiente en el Perú.

Manuel Aspilcueta en Estados Unidos.

Pese a los obstáculos sufridos durante la pandemia, Manuel Aspilcueta Asencios, egresado de la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), logró reponerse al covid-19 y alcanzó el primer lugar en el concurso Beca Generación del Bicentenario del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación.

Después de dos años de arduo esfuerzo, el joven ingeniero de la UNI se hizo acreedor de llevar sus estudios de posgrado en el extranjero. Consiguió que cuatro prestigiosas universidades de Estados Unidos lo admitan para estudiar una maestría.

“Luego de superar el contagio, me puse a pensar que Dios tenía una misión para mí”, contó Manuel, quien alcanzó un sobresaliente puntaje de 113 que lo hizo ganador del concurso de becas de posgrado financiado por el Gobierno.

“No pensé sacar una puntuación tan alta. Hubo varios factores que me favorecieron, como mi perfil académico, la tesis del pregrado y el financiamiento parcial que obtuve de otras becas para estudiar el programa que elegí”, explicó el egresado de la UNI.

Es así que Pronabec cubrirá casi el 35% de los gastos del programa Máster en Ciencias en Ingeniería Civil que llevará el joven talento en la Purdue University West Lafayette en Estados Unidos.

“Postulé a otras tres universidades: Texas at Austin, Ohio y Georgia Tech, pero me decidí por Purdue. A todas ingresé en el primer intento”, expresó con orgullo desde la ciudad Nueva York, a donde llegó para capacitarse en un programa de inglés intensivo antes de iniciar sus clases. El porcentaje restante del costo de su especialización será asumido por Fulbright y Purdue.

Trabajo de investigación

Como parte de su máster, Aspilcueta desarrollará una investigación sobre el uso de plásticos en la construcción de edificios y pavimentos a fin de reducir el impacto del cambio climático.

“Quiero emplear estos plásticos como agregados de construcción y mejorar las propiedades del concreto. Busco contribuir al desarrollo de viviendas sociales que cuenten con una estructura sismorresistente y sean amigables con el medio ambiente”, dijo el becario que reveló haberse preparado desde los 13 años para ingresar a la UNI.

Manuel Aspilcueta estudiando en una biblioteca.

Pasión por los números

Su papá Uriel, quien también estudió en la UNI, descubrió la verdadera vocación de Manuel. Notó que su hijo, desde pequeño, mostraba interés por los dibujos, los números y la construcción.

“Estaba indeciso. No sabía si elegir Arquitectura o Ingeniería Civil. Tuve una conversación con mi papá. Le comenté que me sorprendía ver cómo algo dibujado en un papel se convertía en realidad. Era hermoso para mí. Sin pensarlo, él me dijo: ‘lo tuyo es la Ingeniería Civil. Esa fue mi guía’”, recordó.

Manu, como le dicen de cariño, ya destacaba desde el colegio por sus buenas calificaciones. En su casa aún conservan algunos de sus diplomas de cartón y medallas.

En tercero de secundaria, Manuel inició su preparación para ingresar a la UNI en paralelo con sus clases del colegio. Tras tres años de esfuerzo, empeño y dedicación, logró la ansiada vacante en su primer intento, para orgullo de su familia. “Mi papá me ayudó mucho. Él me enseñó y orientó para aprobar con éxito el examen de admisión”, añadió el hijo de un arequipeño y una barranquina.

Manuel Aspilcueta y sus padres.

En las aulas universitarias también destacó por su alto rendimiento académico. Se graduó ocupando el segundo lugar de toda su promoción. Incluso tuvo la oportunidad de viajar a Colombia para participar en un congreso de investigación. Además, como parte de su trabajo en gestión pública, fue designado por la institución donde laboraba para volar rumbo a China y Chile, donde intercambió experiencias con profesionales de su carrera.

Planes a futuro

Ya en territorio americano, el joven talento ahora espera con muchas expectativas el inicio de su máster. En su retorno, busca aplicar su investigación en el Perú e incursionar en la docencia, como su mamá Guadalupe, quien es maestra de primaria, o su papá Uriel, quien estudió Ingeniería Eléctrica, pero se desempeña como profesor. Otro de sus objetivos es crear un startup con un enfoque basado en economía circular.

A los jóvenes que, como él, anhelan seguir una maestría o un doctorado en una universidad top del extranjero, les aconseja: “Jamás desistan su sueño de seguir estudiando. Conozco a muchos compañeros con gran potencial que aún no salen de su zona de confort. La zona de confort es un hermoso lugar, pero nada crece allí. Hay que intentarlo, y más en estos tiempos de pandemia”, comentó el chalaco, amante de la vida sana y los deportes. Aunque todavía falta para su regreso, su familia ya tiene planeado recibirlo con un suculento cebiche al estilo norteño y una malaya dorada, sus platos favoritos.

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