Sendero Luminoso: El sangriento grupo terrorista que sobrevive gracias al narcotráfico

Entre 1999 y el 2020, los terroristas asesinaron a 179 policías y militares en la zona del Vraem.

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El remanente de Sendero Luminoso
El remanente de Sendero Luminoso se llama desde el 2018 Militarizado Partido Comunista del Perú.

La captura de Abimael Guzmán Reynoso en 1992 significó un duro golpe para Sendero Luminoso, grupo terrorista que durante años había cobrado la vida de miles de peruanos en la zona rural y posteriormente en la urbana. Sin embargo, no se trató del final del terror, sino que los remanentes han sobrevivido en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) gracias a un crucial aliado: el narcotráfico.

El llamado al fin de la “guerra popular” hecho por el entonces preso Abimael Guzmán generó facciones de los que durante muchos años se llamó Partido Comunista del Perú - Sendero Luminoso (PCP - SL). Uno de estos se asentó en el Vraem donde ya no llegan a las comunidades para protagonizar sangrientas masacres, sino tomar posesión de las plantaciones en las que se fomenta la producción de hoja de coca.

“Lo que los moviliza ya no es una ideología sino el dinero”, dijo el especialista en temas de narcotráfico Jaime Antezana al portal Convoca. Este señala que en 2018, Víctor Quispe Palomino, alias ‘José’ y su hermano Jorge, alias ‘Raúl’ se empezaron a identificar como Militarizado Partido Comunista del Perú (MPCP), grupo que protege los intereses del narcotráfico en la zona de difícil acceso en la que se han instalado.

Víctor Quispe Palomino, alias ‘José’,
Víctor Quispe Palomino, alias ‘José’, es el cabecilla máximo del denominado Militarizado Partido Comunista del Perú.

El autor de ‘Alias Jorge’, Rafo León, señala que la mencionada facción de SL “subsiste por el narcotráfico y actúa cuando este queda en riesgo”.  Las zonas del Alto Mantaro, Valle Manantial, Valle Hermoso, Unión Fortaleza, Jesús de Belén, José Olaya, Unión Mantaro y Chivani son considerados como propios por los remanentes terroristas. Es así que varios ciudadanos han sido desplazados u obligados a plantar hojas de coca a fin de no perder sus tierras.

El vínculo con la droga

Son 28 mil hectáreas de cultivos de coca a los largo del Vraem. Según la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), el 90% de la producción de hojas de coca del 2020 fue convertida en cocaína. Por ello las zonas de plantación resultan cruciales para el narcotráfico y su seguridad es garantizada por el MPCP. Sin embargo, estos no extienden su seguridad hasta las zonas fuera del Vraem.

Tras la muerte de ‘Raúl’, su hermano ‘José’ lidera el remanente terrorista y según el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, general Manuel Gómez de la Torre “tiene una organización realmente al estilo comunista: tiene sus diferentes comisarios, tiene responsables del aparato militar, del aparato político (...) y tiene apoyos en algunas comunidades campesinas del lugar”.

Plantación de coca en el
Plantación de coca en el Vraem.

Una publicación del portal Convoca da cuenta que el aparato militar del MPCP resguarda a las cuadrillas de jóvenes encargados del transporte de la droga conocidos como ‘mochileros’. Por el paso de cada uno de estos cobra US$ 4 o US$ 5, por cada kilo que transportan es US$ 50 y por el paso de insumos químicos cobrarían el valor US$ 40. A fin de reducir los riesgos, SL hace un estudio de la ruta que tomarán los ‘mochileros’.

“El problema, más que militar, es económico-social, porque la mesa económica (de la zona) está servida por el tráfico ilícito de drogas”, dijo a la agencia Efe el jefe del CCFFAA. Este, además, considera que la respuesta adecuada para el control de esta zona debe ser multisectorial para así promover “el desarrollo y actividades alternativas a la agricultura, en especial al cultivo de la hoja de coca”.

Se espera que el ataque a Víctor Quispe Palomino, alias ‘José’, simbolice un duro golpe a la organización que tiene aterrorizada y sometida a diversas familias en la zona del Vraem.

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