Juan Carlos Oblitas es, para todo hincha de la selección peruana de fútbol, el principal arquitecto de los últimos logros la siempre querida blanquirroja.
Aunque muchos solo lo recuerdan por haber sido DT y hasta comentarista en algún momento del torneo local, lo cierto es que el popular ‘Ciego’ ha estado involucrado en el fútbol peruano desde hace más de 50 años.
Y es que el mollendino (nacido un 16 de febrero de 1951) ha pasado por cada estamento del deporte más popular del país y ha conocido de primera mano, cuales han dio y siguen siendo las principales taras que impiden ver a nuestros equipos pasando de ronda y peleando en todas las copas continentales.
Con la selección, bajo su guía y la de Ricardo Gareca, se logró volver a los mundiales luego de 36 años largos años de penurias y desazón tras desazón.
Es por eso que vamos recordar un poco de su andar por el fútbol y como llegó a tener la importancia que ahora ostenta.
Como futbolista
El sueño de ser deportista profesional comenzó en el club Nacional FBC de Mollendo cuando todavía era un niño. Años más tarde, su familia se trasladó a Lima y cuando tenía 17 años se fue a probar a Universitario de Deportes y pasó la prueba de manera sobresaliente. Ese mismo año, 1968, logró su primer título con el equipo de juvenil.
En 1969 debutó ante Grau de Piura y al año siguiente llegó su primera convocatoria a la selección peruana.
Para 1972 ya había sido campeón de primera dos veces, pero el destino le tendría guardada para este año la primera gran alegría. Y es que Oblitas Saba fue parte del primer equipo peruano que llego a una final de la Copa Libertadores. Lamentablemente, esa vez la ‘U’ perdió con Independiente de Avellaneda en una disputadísima final.
Tras lograr un campeonato más con el equipo estudiantil, en 1974, el veloz puntero izquierdo integró el plantel que ganaría la Copa América en 1975.
Justamente en este campeonato viviría sus primeras grandes decepciones que lo harían ver (no es ironía) que por más éxitos que obtengan los equipos, siempre habrá un enemigo dentro de casa.
Para muestra un botón: para el partido de la segunda fecha de ese Sudamericano descentralizado nos tocó viajar a Bolivia. En vez de dar todas las facilidades a los que serían nuestros héroes, los dirigentes de la época de la Federación Peruana de Fútbol los mandaron en lo más barato que encontraron. Sin embargo, ellos si viajaban como reyes.
Ocurre que para el viaje a Oruro, los directivos alquilaron un avión Búfalo de la Fuerza Aérea hasta Cochabamba. Luego los cambiaron a otro mucho más pequeño, también de guerra, que no tenía asientos, solo bancas y tenían que amarrarse con unos cinturones gruesos en caso de cualquier turbulencia. Una tortura de viaje.
“A los jugadores nos pedían comprensión porque no había no había plata, pero los directivos si viajaban en vuelos comerciales”, recordó Oblitas para la prensa de la época según el libro ‘Con todo, contra todos’, de Juan Carlos Yrigoyen.
Luego le tocó emigra al Elche de España. Pasó también por los Tiburones Rojos de México antes de regresa a Perú y salir campeón con Sporting Cristal en 1979. Una nueva experiencia europea, esta vez en el Seresien de Bélgica, le daría su único título con un equipo extranjero, aunque fuera de la segunda división. Su carrera como futbolista la terminó en 1985 con un nuevo campeonato con Universitario de Deportes.
El técnico
No pasó mucho tiempo desde su retiro de las canchas para verlo en su nueva faceta desde el banquillo. Y vaya que lo hizo a lo grande pues fue en ese 1987 llevó a su adorada crema al título nacional de la temporada. Ahí se quedó hasta 1990.
El giro en su vida lo daría a fines de ese año cuando Sporting Cristal decide convocarlo para que se haga cargo de su primer equipo. Fiel a su estirpe ganadora, al año siguiente logró su primera estrella con la ‘celeste’.
Luego tuvo un breve paréntesis para ser el asistente de Vladimir Popovic, el yugoslavo que se hizo cargo de la selección para las eliminatorias del mundial Estados Unidos 1994. La experiencia fue un drama: sin boleto al mundial y con tan solo un punto de 18 posibles.
Tras volver a Cristal, y lograr un ‘bi’ 94 y 95, su momento de tomar la selección había llegado y en 1996 se hizo realidad. Bajo su liderazgo, Perú estuvo a punto de volver a una cita para Francia 98. Pero ese fatídico partido en Santiago de Chile nos arrebató la ilusión.
Tras una vuelta más a Cristal, el ‘Ciego’ dirigió al Alajuelense (Costa Rica) y a la Liga de Quito (Ecuador), que también sacaría campeón.
Como no podía ser de otra manera, su carrera como DT la terminó en el club del Rimac en el 2009. Luego dio un nuevo paso en su carrera y se convirtió en el director deportivo de Cristal. Cargo que mantuvo del 2010 hasta el 2014.
Detrás del micro
Mientras guiaba a los cerveceros a salir campeones en las temporadas 2012 y 2014, tuvo un breve paso por el periodismo deportivo y se convirtió en comentarista en el 2013. Con RPP analizó y comentó el mundial Brasil 2014. Entre 2014 y 2015 fue panelista en Fútbol en América.
En la FPF
Por último, en el 2015 es llamado por Edwin Oviedo para convertirse en director deportivo de la Federación y liderar un nuevo intento de llevar a la blanquirroja a un mundial. Para eso, convenció al presidente para convencer a Ricardo Gareca de hacerse cargo del equipo. Esto, a pesar que hasta ese momento, el ‘Tigre’ no había tenido ni una sola experiencia dirigiendo selecciones.
Pero la visión de Oblitas le dictaba que el argentino era el hombre correcto y el tiempo, la paciencia y el blindaje que le ofrecieron, hizo que la pesadilla de no ir a la máxima cita ecuménica llegue a su fin en el 2018. Lamentablemente, el éxito no pudo repetirse para Qatar 2022.
Con la partida de Gareca, y la llegada de Juan Reynoso, ahora el objetivo está en llegar a la cita del 2026. ¿Se logrará? Solo el tiempo lo dirá.
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