Tragedia. El pasado 5 de agosto, Luis Guirao Durán (38) murió, luego de haber sido golpeado y apuñalado por unos vándalos extranjeros quienes habían abordado uno de los vagones de la línea 1 del metro de Lima.
Uno de estos hombres aún no identificados, llevaba consigo un parlante con música a todo volumen que generó la incomodidad en los demás pasajeros de la unidad de transporte; sin embargo, ello pareció poco importarles a estos sujetos, ya que, a pesar de que se les había solicitado que bajaran el volumen y dejen de gritar, hicieron caso omiso a dicho pedido y siguieron causando el bullicio en todo el vagón del metro.
En un segundo momento ante la negativa por atender el pedido del agente de seguridad del tren, una señora les exigió nuevamente que bajaran el volumen, lo que causó que estos vándalos insultasen a la mujer; la reacción por parte de un grupo de pasajeros -entre ellos el finado- fue de gritarse e insultar a los ciudadanos extranjeros quienes tampoco se quedaron callados y devolvían las agresiones verbales a los pasajeros importunados.
Con el ambiente caldeado y con un policía que conminó a este grupo de inescrupulosos que lejos de cesar con las hostilidades, corrieron hasta la parte de atrás del vagón y empezaron a golpear a un grupo de pasajeros que iban en el tren, quienes no se dejaron y respondieron los ataques hasta que hicieron retroceder a los foráneos.
“Yo estaba entrando a la estación con mi hermana y vi a esos dos hombres correr a mi lado, los perseguían cuatro personas que gritaban que se cerraran las puertas, pero los del Metro dejaron que se vayan y fugaron hacia la avenida Canadá”.
Luego del ataque, Guirao Durán se desvaneció luego de las agresiones y de las puñaladas que recibió; personal de la línea 1 tardó en trasladar al herido hasta un centro médico quien pedía con lo que le quedaba de integridad ser atendido a la brevedad; no obstante, de camino al hospital, se confirmó la muerte del padre de familia que deja en orfandad a 4 menores.
Agentes policiales de la comisaría de San Borja llegaron hasta la escena, pero no pudieron encontrar evidencias o rastros sobre lo ocurrido, ya que, según refirió el capitán Ascuda quien se encargó de redactar el parte, sostuvo que el vagón en donde se registró la gresca continuó en actividad lo que causó que la escena del crimen se contamine y que tampoco pudieron obtener las imágenes de las cámaras de vigilancia y que para poder solicitarlo había que realizar un pedido a la mesa de partes.
Luis se dirigía a la fiesta de cumpleaños de su hermano, quien además aseguró que el personal del tren no hizo nada por detener las agresiones de estos sujetos.
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