Este es el origen del nombre del pan francés, uno de los más populares en Perú

El pan francés es un producto infaltable en las meses de un gran número de hogares peruanos, los cuales disfrutan de su sabor y diferentes usos que se le puede dar. Adicionalmente, representa a un sector del mercado laboral, en el cual intervienen maestros panaderos y dueños de establecimientos que ponen a la venta las creaciones de diversos tamaños y formas.

El pan tiene un protagonismo especial en la historia del hombre, cobrando mayor popularidad en el escenario religioso. Recordemos que una de las narraciones de fe explica cómo Jesús, el hijo de Dios, logró hacer la multiplicación de panes y pescado a una población carente de estos recursos.

Recién salido del horno o como tostada, este alimento puede ser usado de diversas formas. En el Perú, hay un tipo que sobresale entre los demás, el cual lleva el nombre de pan francés.

Esta pieza tiene su origen en las técnicas francesas, las cuales fueron popularizadas en cada país gracias a la difusión de los inmigrantes. Es así como cada nación tiene una relación particular con su elaboración.

En el caso de Perú, durante la época de la Colonia, mantenían lo aprendido por los españoles, quienes adoptaron la herencia árabe. Esta indicaba la elaboración de panes sin levadura, o casi poca, y tenía que aplastarse para no elevar su volumen.

Incluso, bajo ese contexto, se entiende que la denominación de “pan francés” se debe a que los visitantes que tenían conocimientos de su preparación eran de Francia, por lo que se le dio ese nombre para una fácil recordación.

Aunque cada país posee una propia versión de este pan, en el caso de Perú, se adoptaron una técnicas mixtas, prevaleciendo las francesas, que trajeron los pasos a seguir a su preparación y algunos cambios en la receta.

En nuestro país era consumido por los miembros de la clase alta, siendo un alimento especial que no era accesible para todos. No fue hasta la primera mitad del siglo XX cuando se popularizó, dándose a conocer las primeras panaderías, así como maestros panaderos.

Para el 2018, el Ministerio de Salud presentó un artículo en la plataforma oficial del gobierno, en el cual se indicaba que, en 40 gramos de pan francés o chiabatta, se registraban 105 calorías en promedio. Uno de yema estaría alrededor de las 130 cal.

Posee una forma media redonda e inflada. En la parte superior se puede ver una marca vertical, un corte que se realiza en la masa antes de que ingrese al horno.

Este alimento solo engorda si es que no se consume con moderación, según precisa lo suscrito por el Minsa. Entre sus beneficios se encuentra el de proporcionar fibra y la energía suficiente para la realización de las actividades diarias.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere que al día se consuma 2 rebanadas.

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