Machu Picchu pueblo acata paro total en reclamo por suspensión de la venta de boletos a la ciudadela Inca

La crisis por el ingreso a Machu Picchu no tiene vistas de solución y el sorpresivo anuncio de la suspensión de la venta de los boletos de ingreso a la Ciudadela Inca en Aguas Calientes provocó que miles de pobladores acaten hoy un paro total en protesta por esta medida que perjudicaría no solo a las cientos de negocios que hay en la ciudad, sino también a miles de turistas nacionales y extranjeros que llevan varios días haciendo cola para adquirir uno de los tickets.

El paro general indefinido se acata desde las 00 horas de hoy viernes 12 de agosto y en el documento enviado por el pueblo de Machu Picchu indican que “no garantizamos el tráfico de trenes ni de unidades vehiculares dentro del distrito y sus comunidades”.

Además, “exigimos la venta de tickets en las oficinas del Ministerio de Cultura Machu Picchu del 50% de su totalidad de manera presencial y de mil boletos de un día para el otro para reactivar nuestras economías, bajo resolución ministerial”.

También piden que se cumpla con el incremento de carga a la Llaqta de Machu Picchu de 4,044 a 5,044 las entradas diarias sustentadas bajo resolución ministerial, porque con “esa capacidad reactivará no solo Machu Picchu y el Cusco, sino la región y el Perú”.

“Pedimos la presencia de las autoridades como la ministra de Cultura, también exigimos la presencia del presidente del Gobierno Regional del Cusco así como del ministro del Ambiente, del Premier, para que garanticen los acuerdos en la solución de nuestros petitorios”, recalcan.

La paralización es el punto más grave de la crisis que se inició desde inicios del mes de junio por el aprovechamiento indebido de los boletos para el ingreso de turistas a la Ciudad Inca. Además que no se ha hecho nada para parar con los anuncios irresponsables de que se venderán tickets en Aguas Calientes y las estafas que sufrieron cientos de visitantes especialmente nacionales por parte de operadores de turismo.

Agregan que la negativa del Ministerio de Cultura de dar solución inmediata a este grave problema está perjudicando a más de 1300 turistas que están en Machu Picchu Pueblo esperando que les den la oportunidad de ingresar a la Llaqta.

David Moreno, presidente del Frente de Defensa de Machu Picchu, precisó que el gobierno los ha llevado a tomar esta medida extrema y responsabilizan directamente al Ministro de Cultura por las consecuencias que va a generar la paralización.

Las protestas se agudizaron aún más con la decisión del Ministerio de Cultura de cerrar la oficina de venta de entradas en Machu Picchu Pueblo y centralizar todo en Cusco.

A través de un oficio, dirigido al gobernador regional del Cusco y presidente del Comité Directivo de la Unidad de Destión de Machu Picchu, la ministra de Cultura, Betssy Chávez, manifestó que no acudirá a la sesión programada para hoy “por motivos de agenda ministerial”.

“Con la voluntad de no seguir suspendiendo la misma, debo manifestarle que mi persona será representada por la viceministra de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, arqueóloga Janie Gómez Guerrero y el director de Sitiosde Patrimonio Mundial del Ministerio de Custura, arqueólogo Ivan Denis Falconi Jiménez”, señala el documento.

El Consejo Internacional de Monumentos y sitios (ICOMOS) se promunció por el caos que se está viviendo actualmente en el Cusco y manifestó que “el incremento del aforo adicional, las protestas y manifestaciones protagonizadad por personas que se dedican a la venta informal de servicios turísticos, nos ponen en alerta y exigimos a las autoridades no ceder ante estas presiones y opiniones no técnicas que solo ponen en riesgo el desarrollo sostenible de Cusco y Machu Picchu como destino turístico”.

El antroplógo e historiador, Rosano Calvo, se mostró en contra del incremento del aforo de visitantes a Machu Picchu, ya que la ciudadela inca “es Patrimonio de la Nación y no de comerciantes, es un bien cultural sobre el que se asienta la patria, no es una mercancía”.

Cabe recordar que, en el 2017, la Unesco, órgano de las Naciones Unidas que se encarga a la conservación de áreas protegidas, exhortó a que el desarrollo de la ciudad inca debe ser impulsado y controlado por las necesidades de conservación, no por la demanda turística.

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