Quien ha visitado el Centro Histórico de Lima ha podido ser testigo de aquellos espacios que aún conservan la esencia de lo que fue nuestra antigua capital, expuesta en sus monumentos, edificaciones y algunos locales que han perdurado en el tiempo.
En ese último grupo se encuentra el popular Jirón Quilca, el corazón de lo considerado underground, un movimiento que revaloraba a las subculturas que emergían en la ciudad. Estas manifestaciones artísticas conectaban lo musical y lo literario, convirtiendo este punto de la ciudad en un espacio de liberación absoluta.
¿Qué significa Quilca?
Palabra que proviene de la lengua quechua, su significado es “arte rupestre” o “pintura sobre roca”.
Historia del Jirón Quilca
Su nombramiento se dio durante la fundación de Lima, pero su importancia y trascendencia en la historia recae en los tiempos prehispánicos. Se cree que fue uno de los caminos que unió a la Ciudad de los Reyes con el pueblo de Piti Piti, espacio que conocemos actualmente como el Callao.
Anteriormente, su extensión era conocida como “cuadra que va a la calle de los pescadores”. Este nombre tiene su origen gracias a la actividad de algunos individuos que vendían este producto al aire libre, el cual era extraído del puerto marítimo de la costa central del Perú.
Para el siglo XVII le cambian el nombre a Calle Iturrizara, en homenaje a uno de los oidores de la época. Estos eran unos hombres que eran los máximos impartidores de justicia en representación de la corona.
Su importancia en el mercadeo generó que sea tomada para la implementación del ferrocarril inglés, el primero de Sudamérica.
El bar Don Lucho y El Averno son dos de los espacios más concurridos por la generación subte de la capital.
La cuadra 2 se encuentra uno de los bares más emblemáticos y cuna de los movimientos literarios, la Bodega Queirolo, fundada en 1920. A la fecha, ya tiene 100 años de funcionamiento. En esta calle se dio inicio a la contracultura limeña, siendo uno de los refugios de amantes del arte, la música y todo aquello que no encajaba en lo comercial o “vendible”.
Libreros que resisten en el tiempo
Aunque actualmente los murales que decoraban las fachadas fueron intervenidas por colores enteros inexpresivos, este sigue siendo uno de los destinos favoritos, sobre todo para aquellos que quieren adentrarse en la literatura peruana, encontrando obras únicas, así como otras de alcance mundial.
Quienes visitan este espacio, pueden hallar libros importados, nuevos, usados y piratas. También una gran variedad de discos, casetes y vinilos.
Antes y durante la pandemia, las primeras cuadras del Jirón Quilca se cierran para que bandas locales se presenten en medio de la pista, reuniendo a fanáticos del rock, punk y metal. Las luces de las tabernas y bares son los únicos reflectores que dan ese toque cálido a la movida nocturna.
¿Dónde queda Jirón Quilca?
La primera calle inicia en la Plaza San Martín y se extiende por 5 cuadras, llegando a la avenida Alfonso Ugarte. Cuando cruza el distrito de Breña, este cambia de nombre, adoptando el de jirón Zorritos.
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