¿Por qué me da sueño cuando tomo cerveza? Esto le pasa a tu cuerpo

La Organización Panamericana de la Salud informa que, en general, las mujeres tienden a sufrir más problemas de salud, en comparación con los hombres, sobre el consumo de cantidades menores de alcohol, debido a algunos factores biológicos.

Este dato valioso nos permite adentrarnos en el impacto que tiene una de las bebidas alcohólicas más populares en el Perú y el mundo. Por su presentación, alcance, precio y exposición en el mercado, la cerveza sigue siendo parte de los problemas de salud que afectan a jóvenes y adultos, en diferentes escalas.

El Ministerio de Salud, por medio de la Plataforma digital única del Estado Peruano, precisó que el consumo de alcohol tiene efecto a corto y largo plazo, tiempo en el que se involucran a todos los órganos. “La evidencia indica que no existe ningún ‘límite seguro’ ya que el riesgo de daño para la salud mental y física aumenta con cada vaso de alcohol consumido”.

Incluso, el estado de salud puede empeorar cuando se suma la dependencia al tabaco, otro elemento que suele consumirse cuando se bebe.

¿Sabías que una cerveza al día basta para dañar al cerebro? Un estudio publicado por “Nature Communications” nos describe que beber en exceso provoca unas alteraciones en la estructura y el tamaño de nuestro cerebro, ya que se encuentran asociadas a deficiencias cognitivas.

El mismo reporte sostiene que, a medida que se registra el aumento del consumo medio de alcohol entre los individuos, media cerveza o un vaso, se llega a producir cambios vinculados en el cerebro, que pueden ser equivalentes a envejecer hasta dos años.

Por otro lado, el Minsa indica que, si mezclamos cerveza y un energizante, podrían morir cerca de 50 mil neuronas, además de que se afectan los neurotransmisores, nombre que se le da a las sustancias químicas que actúan como mensajeros para la comunicación entre estas células nerviosas.

De acuerdo a datos oficiales de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el consumo nocivo de alcohol es considerado como el principal factor de riesgo para las muertes en hombres de 15 a 49 años. Resaltan que esta acción dañina se asocia con una serie de consecuencias sanitarias y sociales, “incluyendo violencia doméstica, diversas formas de cáncer y enfermedades crónicas del hígado y corazón”.

De acuerdo a la investigación “El alcohol, un producto de consumo no ordinario” de PAHO, existen beneficios económicos, pero no para la salud de las personas, sobre todo cuando se inicia el consumo de las bebidas alcohólicas a edad temprana, siendo un problema social que debería ser atendido por las autoridades.

Para explicar cuánta cerveza puedes consumir al día, la facultad de la Penn’s Wharton School presentó un estudio en el que se detalla que, por la muestra obtenida, logran destacar que entre los “patrones sutiles” se puede llegar a beber entre media o una cerveza al día, convirtiéndose en los límites recomendados.

Algunos usan esta práctica para que los efectos del alcohol les de una sensación que los induzca al sueño. El consumidor puede obtener respuestas secundarias, como resaca, taquicardias, entre otros.

¿Cuál es la cerveza que menos daño hace? Para elegir, se deben tener algunas consideraciones, como por ejemplo, el nivel de alcohol, calorías y carbohidratos. En el mercado existen algunas propuestas que no son consideradas tan dañinas como las tradicionales.

A lo largo de los años se han considerado como trucos caseros para eliminar la cerveza del cuerpo el consumo de café, masticar chicle o hacer ejercicio. En realidad, no existe algún método para acelerar su desaparición.

Su apartado dependerá del nivel de alcohol que esté en el cuerpo, así como el metabolismo de la persona. Lo ideal es mantenerse hidratado y seguir el proceso de eliminación, que podría durar hasta 19 horas.

Esto se genera por los efectos secundarios que tiene la cerveza en la actividad cerebral. Tiene un impacto sedante que relaja o atonta al que consume este líquido. El cuadro se agrava cuando se excede su ingesta.

La denominada “barriga chelera” no solo se produce por el alcohol, también por los alimentos que consumimos antes, durante y después de beberla. Los consumidores suelen acompañarla con comidas altamente grasosas.

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