Los historiadores se encargaron de que el nombre de Francisca Zubiaga y Bernales arrastrara siempre el título de esposa del expresidente Agustín Gamarra. Pero ella era más y así lo demuestra el libro de la historiadora Claudia Nuñez, quien la presenta desafiante a la iglesia y normas sociales que regían a la moribunda colonia y la joven república del Perú. En conversación con Infobae la autora de “La mariscala” nos acerca aún más al perfil de la primera presidenta que tuvo el Perú.
No han sido pocos quien han escrito de Francisca Zubiaga, pero en su mayoría han sido hombres y estos se encargaron de cuestionarla al punto de poner en duda su salud mental. “Había sido etiquetada de loca, de marimacho hambrienta de poder”, cuenta la historiadora autora de “La mariscala”. Esta considera su publicación como “un reingreso de Zubiaga bajo otra luz que la mira en su real dimensión y la vuelve a colocar en el espacio que le corresponde en la historia”.
Además de fuentes históricas, el libro utiliza la ficción para llenar algunos vacíos de la historia de la mariscala. El hecho podría hasta escandalizar a los historiadores más ortdoxos, pero Nuñez espera que así sea. “Espero que se escandalicen que los incomode, que los interpele y que no les guste. La academia ha generado cánones donde nosotras no podemos existir”, dice en referencia a las pruebas que se exigen para comprobar la veracidad de una historia cuando lo cierto es que las mujeres no siempre encontraron un lugar en los archivos históricos.
MUJERES EN EL PODER
Mientras Agustín Gamarra viajaba por el Perú, la mariscala se quedaba en Lima gobernando, pero, sobre todo, enfrentando a los diversos intentos de sacarla del poder. Fue Flora Tristán quien resaltó que el gobierno de la pareja Zubiaga-Gamarra fue el primero en cumplir un periodo entero. “Esta mujer mientras estuvo en el poder logró una suerte de estabilidad que sus pares masculino no lograron”, resalta Nuñez.
Pero Zubiaga necesitó de mano firme, incluso llegó a destituir al vicepresidente. El suyo fue un gobierno conservador, “con el ojo puesto en la producción local, era nacionalista y sumamente regionalista”, cuenta la historiadora. Pero la mariscala se resistió a ser una dictadora. Cuando los votos le negaron la continuidad en el poder aceptó la derrota, la misma que trajo consigo una amenaza de muerte en su contra y su esposo.
La mariscala no ha sido la única mujer cercana a la silla presidencial. Recientemente, Nadine Heredia, esposa del expresidente Ollanta Humala, llegó a ser tildada como la mariscala por su supuesta injerencia en la toma de decisiones. La autora reconoce el paralelo entre las figuras y explica cómo se propició este vínculo.
“Creo que el presidente del Perú es hombre y esta es una frase dolorosa no porque no haya existido una mujer en el poder, sino porque en nuestra imaginario el presidente es una figura sumamente masculina. Humala tenía toda esa masculinidad recargada y verla cuestionada por una mujer desarmaba e interpelaba a la sociedad. Se colocó sobre Nadine Heredia un estigma y en ese momento fue el recuerdo de Francisca Zubiaga”, cuenta Claudia Nuñez.
Hoy la mariscala, la primera presidenta del Perú, cuenta con una nueva versión de su historia, una contada con mucha admiración por parte de una autora cusqueña como la protagonista del libro. Pero no se trata de una historia terminada. Nuñez asegura que todavía existen muchos archivos por revisar para seguir cerrando aquellas brechas en la vida de una de las peruanas más icónicas de nuestra historia republicana.
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