Para los próximos meses se anticipa que la moderación de la inflación interanual de Lima Metropolitana será lenta debido a diversos factores que introducirán cierta inercia; sin embargo, las cotizaciones internacionales de alimentos (usados como insumos para la producción de alimentos elaborados localmente) aún se mantienen elevados y por encima de sus niveles de fines del 2021, refirió un análisis macroeconómico del Departamento de BBVA Research.
“A pesar de que las cotizaciones de alimentos se han venido corrigiendo a la baja en las últimas 8 semanas, no se anticipa una transmisión rápida del descenso sobre los precios de bienes finales debido a la reducción de márgenes en los meses previos”, explicó la entidad bancaria.
Según BBVA Research, existen otros factores que explicarían por qué la inflación no cede, en particular el desanclaje de las expectativas que traslada la alta inflación actual a los precios y contratos vigentes en los próximos meses (las expectativas inflacionarias a 12 meses han subido de manera sostenida y en junio, último dato disponible, se ubican en 5,4%).
Mientras que en el contexto de cadenas globales de suministros que aún no se normalizan completamente, y problemas con los tipos de fertilizantes usados y su disponibilidad, podría afectar la oferta de alimentos y sus precios durante 2023.
PERSPECTIVAS DE LA INFLACIÓN
En este contexto, BBVA Research prevé que la inflación cerrará este año en 6,8% y que recién retornará al interior del rango meta del Banco Central de Reserva (BCR) del Perú (inflación entre 1,0% y 3,0%) en el 2024.
Teniendo en cuenta que la inflación ha seguido sorprendiendo al alza y el desanclaje de las expectativas inflacionarias, en cuanto a política monetaria, el BCR seguirá elevando la tasa de interés de referencia en el corto plazo y que este año llegará a un máximo que podría superar el 7,0%.
PRECIOS DE COMBUSTIBLES A LA BAJA
Por su parte, Teodoro Crisólogo, analista del Instituto Peruano de Economía (IPE), indicó que el resultado principal del reporte del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), es que los precios en promedio en la ciudad de Lima se han incrementado en 8,74% en julio, lo cual es ligeramente inferior al 8.81% de que se había alcanzado en junio.
“Entonces los precios han seguido aumentando, pero tal vez la velocidad de ese incremento se ha desacelerado, lo cual brindaría algunos indicios preliminares de que la inflación ya habría alcanzado su pico, tal como lo había anticipado el BCR”, comentó Crisólogo.
En tanto, Víctor Fuentes, jefe del Instituto Peruano de Economía (IPE), indicó que es importante señalar que después de mucho tiempo, los combustibles, sobre todo los gasoholes, han dejado el top 5 de los productos con mayor incremento de precios.
“En junio los precios de la gasolina incrementaron un 11%, pero ahora se observa en julio que el aumento ha sido un poco menos de 3%, es decir, los precios siguen aumentando, pero a un ritmo un poco más lento. Lo mismo ha pasado con algunos servicios para el hogar, como el agua, electricidad y el gas se han incrementado, pero a un ritmo mucho menor del que se venía incrementando en los meses pasados”, dijo Fuentes.
Asimismo, Fuentes recordó que desde hace unas semanas el precio de los combustibles importados empezó a caer, lo cual presionó a la baja del precio en los grifos; y eso también debería contribuiría a una mayor desaceleración de la inflación.
“En las próximas semanas deberíamos empezar a percibir ya la caída en precios de los combustibles; siempre y cuando no se agrave la situación internacional, tal como las sanciones que se aplican a Rusia por el conflicto con Ucrania”, dijo Fuentes.
INFLACIÓN A NIVEL NACIONAL
Si bien la inflación en Lima Metropolitana fue de 8,74%, también contrasta un poco con lo que ocurre en el resto de ciudades del país. Cabe señalar que las presiones inflacionarias son bastante heterogéneas y diferenciadas a lo largo de todo el Perú.
“Las 26 principales ciudades que monitorea mensualmente el INEI, en 16 de ellas tienen aún una inflación que supera el doble dígito. Están por encima del 10%, por ejemplo, en ciudades como Huaraz, Cerro de Pasco y Puerto Maldonado, la tasa de inflación anual registra un promedio de 12.6%, lo cual supera en poco más de 3 puntos porcentuales al resultado promedio a nivel nacional, que está en alrededor de 9.3%”, indicó el economista Crisólogo.
EXPECTATIVAS
El Instituto Peruano de Economía (IPE) estima que la inflación, a fines del 2022, cerraría en una tasa anual cercana al 7,2%, ligeramente superior al 6,4% que está estimando el Banco Central de Reserva (BCR) del Perú.
“En el corto plazo tenemos una previsión similar al BCR, la inflación va a comenzar a descender gradualmente y justamente en respuesta a la caída registrada en las recientes semanas en las cotizaciones internacionales de alimentos y energía durante los últimos meses; por ejemplo, desde el pico alcanzado en este año en la cotización del trigo, acumula un retroceso de casi 39% y en el caso del maíz está contracción es de casi 28%. Lo mismo ocurre con el petróleo, que ha registrado un descenso de alrededor del 20%”, dijo el analista de IPE.
En cuanto al 2023, el IPE estima que la inflación va a cerrar en alrededor del 3,5%, lo cual difiere un poco de lo que tiene previsto el BCR. “Estimamos que la inflación retornará al rango meta del BCR hacia finales del primer trimestre del 2024.
“Ciertamente nuestros pronósticos enfrentan una serie de riesgos al alza debido a posibles sanciones adicionales a Rusia, también la ocurrencia de algunos fenómenos climáticos adversos, como las sequías que se vienen registrando en el hemisferio norte y también eventos climáticos como La Niña, que podría llegar en algún momento a afectar el rendimiento agrícola de algunos países de América del sur, como Brasil y Argentina”, comentó Crisólogo.
En general, también se anticipa de que el efecto de la escasez de fertilizantes va a ser relativamente limitado. “Tal como también lo ha señalado el Banco Central, debido a que en realidad no ha habido una contracción significativa de la oferta de nitrógeno de los fertilizantes; es decir, la respuesta del sector privado ha sido sustituir la urea por otros fertilizantes, lo cual de alguna manera los riesgos que podrían generarse sobre el abastecimiento de algunos alimentos son mucho más limitados de lo que tal vez se podrían haber estado esperando”, puntualizó el economista.
SEGUIR LEYENDO