La situación de las mujeres en Perú es crítica y las cifras aún más alarmantes. Sin embargo, a veces resulta más preocupante que, en un país de altos niveles de violencia contra la mujer, no existan políticas públicas que combatan este escenario. Por el contrario, el país peruano tiene un Congreso conservador que pretende eliminar herramientas como la Educación Sexual en los colegios, aprueba proyectos de ley que atentan en contra de avances como el aborto terapéutico y busca eliminar el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables para priorizar el concepto de familia en la sociedad.
Si no fuera poco, durante las acciones señaladas para atender la demanda de la mujer y población vulnerable en el mensaje a la Nación del presidente de la República, Pedro Castillo, solo se mencionó el “fortalecimiento” de algunos programas enfocados en la mujer: “Estamos reorganizando el programa nacional Aurora, los Centros de Atención Integral a las familias y las Unidades de protección especial”.
De acuerdo a la página web del Ministerio de la Mujer (MIMP), este proyecto “tiene como finalidad diseñar y ejecutar a nivel nacional acciones y políticas de atención, prevención y apoyo a las personas involucradas en hechos de violencia familiar y sexual, contribuyendo así a mejorar la calidad de vida de a población”.
El jefe de Estado también manifestó que continúan ofreciendo bonos de orfandad a menores cuyas madres fallecieron producto de un feminicidio. ¿Cómo se fortalecerá el programa aurora? ¿Qué políticas públicas se emplearán? ¿Cuál es la relación de la entrega de bonos a menores huérfanos de madres víctimas de feminicidios con la lucha contra la mujer?
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) y la Defensoría del Pueblo, desde el 2015 hasta el 2021 se han incrementado los casos de feminicidio en Perú. En dicho período de tiempo, exactamente 898 mujeres fueron asesinadas. Infobae consultó con la abogada Alessandra Mendoza, quien cuestionó la breve parte que otorgó el presidente de la República para tratar la situación de la violencia contra la mujer en el país.
“Sobre el tema de feminicidio lo único que dice es que se ha brindado la atención de orfandad a aquellos menores cuyas madres han sido víctimas de feminicidio. ¿El feminicidio se combate con una pensión de orfandad? No haber documentado estas propuestas muestra que no tiene conocimiento sobre cómo trabajar con el tema de mujer y poblaciones vulnerables en general”, indicó.
La especialista en temas de género comentó que uno de los puntos más importantes para combatir la violencia contra la mujer es incrementar el número de Centros de Emergencia Mujer (CEM) a lo largo del territorio nacional. No obstante, no se especificó qué medidas se tomarán para derrotar este problema.
“Existe desde hace mucho tiempo una urgencia para aumentar los Centros de Emergencia Mujer porque han funcionado, pero son insuficientes. También falta capacitar a sus operadores porque aún tenemos muchas caras de índole prejuicios en la atención que muchas veces termina revictimización. También se debió hablar de reforzar la línea 100, porque también funciona, pero hay una falta de seguimiento”, informó.
La experta en leyes expuso que si bien esta primera atención a los casos de violencia es necesario que se trabaje, especialice, refuerce y continúe en crecimiento para llegar a más personas, también requiere que el sistema de justicia colabore y vaya acorde a la atención de esta problemática.
“Necesitamos que se aplique el principio de celeridad procesal y que se haga que tanto la policía, la Fiscalía y el Poder Judicial trabajen en una sola línea de manera eficaz y de manera rápida respecto del caso de violencia”, agregó.
Por otro lado, la letrada enfatizó que los feminicidios son posibles de prevenir, pues estos representan la fase final de un proceso de violencia que las mujeres padecen. Por este motivo, identificar a una mujer violentada y atenderla correctamente puede ayudar a evitar la muerte de esta en manos de su agresor.
“Muchos casos que llegan a ser feminicidios tienen un una antesala en denuncias que no han sido correctamente atendidas. Entonces, necesitamos sensibilizar a nuestras autoridades para que cuando llegue un caso de violencia sepan cómo atenderlo. Y creo que es importante la palabra sensibilizar porque hay que enseñarle a los policías, hombres y mujeres, que una denuncia de violencia mal atendida puede terminar en la muerte de una persona, de una mujer”, afirmó.
Pero la importancia de la implementación, especialización en la atención de los CEM en el país no solo está ligada a temas de feminicidio, sino también a violencia sexual. De acuerdo a las Naciones Unidas en Perú, cada día, 16 niñas y adolescentes son víctimas de violación sexual.
De acuerdo al Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), durante los últimos siete años se han reportado más de 89,000 casos de violación sexual a lo largo del país.
El libro Ser mujer en el Perú, del periodista Hugo Ñopo y la abogada especialista en criminología Josefina Miró Quesada, hace referencia a los Centros de Atención Mujer en el país y resalta que su presencia en lugares cercanos a la residencia de las víctimas de violencia “mejora su acceso a la justicia y reduce la violencia basada en género”.
“Con relación a las políticas de protección y atención de esta violencia, se ha probado que la presencia de los CEM en lugares cercanos a la vivienda de la víctima mejora su acceso a la justicia y reduce la violencia basada en género. La existencia de un servicio estatal integral que ofrece atención social, legal y psicológica en una misma oficina no es solo un factor disuasivo, sino que incentiva la denuncia de las mujeres sobrevivientes”, se manifiesta.
MÁS DE 280,000 ADOLESCENTES SE CONVIRTIERON EN MADRES
El informe Perú: nacidos vivos de madres adolescentes, 2019-2020, del Instituto Nacional de Estadística e Informática, reveló que desde 2016 hasta el 2020 se han registrado 288,517 nacidos vivos de madres menores de 19 años. De este total, 6,794 nacidos corresponden a madres menores de 15 años de edad.
La experta en Salud Pública, Susana Chávez, dijo que establecer políticas públicas de salud reproductiva es una de forma de garantizar el correcto desarrollo de la adolescencia y velar por su protección. Por ello, es necesario que las autoridades tomen en cuenta la importancia de ello. No obstante, esto no fue mencionado en el discurso del presidente de la República por Fiestas Patrias.
“El asunto de la salud sexual reproductiva tiene que ver con el tema de anticoncepción, embarazo y de procesos reproductivos en las mejores condiciones y es fundamental para que las mujeres se inserten en cualquier proceso de desarrollo y de mejora su vida. Entonces, la ausencia en el campo de salud sexual reproductiva muestra un gravísimo vacío, sobre todo, considerando que en el Perú solo el 50% de las mujeres tienen acceso solamente al anticoncepción moderna”, explicó.
La también directora de PromSex señaló a Infobae que el embarazo adolescente es una de las problemáticas que no ha mostrado mejora en los últimos 30 años. Por ende, urge evaluar la implementación de políticas que permitan erradicar esta situación.
“Es importante reconocer que los indicadores no están a la velocidad de otros que han mejorado. Eso es, en general, una grave vulneración porque todos sabemos que la muerte materna es altísimamente, pero prevenible. Entonces, inexplicablemente la disminución del embarazo adolescente no ha ocurrido. De hecho, las políticas de cuidado son muy importantes, pero es todavía un campo de largo aliento que hay que ir incorporando, transformando servicios, generando una nueva oferta, fortaleciendo un sistema de soporte de servicios para que eso funcione. Pero aquello que ya tiene que funcionar, hace 30 años que no haya mejorado, si realmente este es un problema muy serio”, agregó.
Y enfatizó que la lucha contra el embarazo adolescente no se trata de un tema individual, pues explicó que la prevención del embarazo garantizará a las familias un mejor futuro para la mujer y resto de integrantes, pues al poder acceder a una mejor educación o una educación ininterrumpida permitirá “romper el círculo de la pobreza” que muchas veces existe en los hogares y que se refuerza con la llegada de un nuevo integrante.
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