Los sueños de Aracely Quispe, su trabajo en la NASA, el empoderamiento femenino y sus proyectos

La peruana Aracely Quispe está en los ojos del mundo y no es para menos, pues se trata de la primera mujer latinoamericana en haber comandado parte del equipo que puso en órbita el telescopio James Webb que ha asombrado al mundo con sus impactantes imágenes de lo que pudo observar en el universo.

El reconocimiento de la peruana ha sido a nivel nacional e internacional, siendo invitada a diferentes programas donde se ha buscado saber cuál fue su experiencia en comandar aquel hecho que marcó (y seguirá marcando) la historia del mundo. Esta vez para Infobae, la ingeniera astronáutica revela parajes poco conocidos de su vida, sus sueños, anhelos y con qué nos sorprenderá en los siguientes meses.

Nacida en Marripón, Lambayeque, un 18 de agosto de 1982, Aracely Quispe conoció desde pequeña el trabajo del campo rural. Creció en el seno de una familia donde primaba la figura femenina. Era la segunda de tres hermanas y siempre vio en su madre un ejemplo de perseverancia, seguridad y empoderamiento. Sus abuelos también jugaron un rol importante durante su infancia, ya que ella vivió con ellos durante casi todo su crecimiento.

Su abuela la apoyaba en cada decisión por mínima que sea y atribuye, en parte, la confianza que tiene ahora a aquel ser querido que le transmitió los quehaceres del campo. Por su lado, el abuelo pudo suplir el lugar que su padre dejó, luego de abandonar a su madre cuando ella tenía 6 años.

“Mi mamá es una mujer que siempre se puso metas y que, finalmente, las logró. Mi abuela me ha transmitido mucha confianza y seguridad, me ha apoyado mentalmente y económicamente. Mi abuelo fue una figura paterna para mis hermanos y para mí. Él siempre fue muy amoroso con nosotros. Puedo decir que estuve rodeada de mucho amor”, revela Aracely a Infobae, mientras sonríe recordando esos pasajes de su niñez.

A su corta edad comenzó a ver la vida de manera distinta. Las responsabilidades que tenía eran mayores a las de un niño promedio. Asimismo, revela que el tener un paquete de útiles escolares era un regalo que anheló en más de una ocasión. Estas cosas y más fueron algunos de los ingredientes que estaban labrando su camino, aunque ella aún no lo supiera.

“A veces cuando se carece se aprecia más. No le vemos el valor a las cosas que se vuelven cotidianas y suponemos como obvias. Con el tiempo me di cuenta que todo ello era necesario para hacerme madurar a muy corta edad. Hoy miro al pasado y abrazo cada situación que tuve que pasar para ser quién soy”, sostiene.

Una de las disciplinas deportivas que marcó su vida para siempre es el karate, que la llevó a representar al Perú en diversos torneos y que actualmente mantiene en su vida como hábito personal.

Su instructor la preparaba siempre para el primer puesto, lo cual reforzó aún más su dedicación y sus ansias de ser competitiva, pese a que en varias ocasiones no lograba aquel ansiado podio.

No solo le sucedía con el deporte, sino también en los estudios y como todo ser humano, su motivación se veía oscurecida. Sin embargo, su madre aparecía en los momentos que sentía que su camino se perdía, aplicando una filosofía que Aracely lleva consigo y es que cuando uno fracasa, realmente está aprendiendo y para hacerlo debe mejorar en aquello que falló. La disciplina, el optimismo y transformar lo negativo en una oportunidad fueron otros de los ingredientes para lograr sus objetivos.

La científica revela un hecho que la ha acompañado en varios momentos de su vida. El cliché de que ella es brillante en todas las materias y tiene que saber de todo.

“Las personas pueden pensar que yo sé todo tipo de matemáticas, que sé sobre todos los temas que existen, pero no es así. Estoy en constante aprendizaje y, así como hay cosas que conozco muy bien, hay otras que no. Siempre estoy abierta a aprender más”, revela Aracely.

Respecto a las personas que están interesadas en aplicar a becas en el extranjero, recomienda como algo imprescindible es el idioma inglés porque facilitará el proceso de búsqueda, comunicación y más; inscribirse en concursos relacionados a la materia de interés, leer artículos de investigación sobre el tema, revisar las becas que postea cada embajada en su propio portal y evitar el plagio por más mínimo que sea.

Cada paso que ha dado en su vida la lleva a una conclusión y es el compromiso social que tiene con el empoderamiento femenino de las mujeres hispanas en el exterior y, sobre todo, en el campo de STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).

A pesar de los fuertes movimientos que hay en todo el mundo por la búsqueda de la igualdad de condiciones y oportunidades para mujeres y hombres, en la práctica la situación no es la misma y Aracely Quispe lo ha vivido en carne propia.

Cuenta que, en más de una oportunidad, pusieron en duda su potencial por ser mujer y, a veces, utilizaban excusas ligadas a la preocupación, pero lo que no sabían es que sus sueños ya habían cruzado lo visible a los ojos, sus sueños estaban en la galaxia.

“Siempre me han dicho que las carreras científicas y de ingeniería son para varones y, a veces, lo han hecho bajo la justificación de que las oportunidades laborales son limitadas si soy mujer. Ahora, mis alumnos y comunidad siguen aguantando esos comentarios por parte de amigos, la familia e, incluso, los mismos profesores que les dictan el curso”, expresó Quispe Neira.

Ser mujer y latina en un país extranjero es algo que usualmente se puede asociar a una disminución de posibilidades a nivel profesional y de dirección; sin embargo, existen requisitos indispensables para dejar atrás esta brecha y es el demostrar las cualidades educativas que uno posee.

En cuanto a la NASA, Aracely afirma que es un lugar donde prima la igualdad sin distinción de género porque quien está apto para ser líder, lo será e inclusive se potenciará el desarrollo educativo de la persona, algo que espera sea tomado por empresas e instituciones de Latinoamérica.

Se considera una soñadora empedernida, siempre con los pies en la Tierra porque, si bien, ha logrado gran parte de sus metas, sabe que el esfuerzo y enfoque son piezas fundamentales en todas las etapas de la vida.

En la actualidad cuenta con tres marcas que están enfocadas en tres objetivos claves: motivar, empoderar y educar.

AQN International es uno de los proyectos que ha creado Aracely hace un año y que viene siendo apoyado por la NASA. Fue creado a raíz de la solicitud de varios seguidores e instituciones que le pedían charlas sobre su liderazgo, camino e historia dentro del mundo de la aeronáutica y el espacio. Esto se convirtió en una meta personal.

Hoy, bajo esta firma realiza conferencias y coaching para el sector educativo y corporativo, de la mano de más profesionales como psicólogos y colegas del rubro para desarrollar la parte STEM. Añade que la intención de contribuir al sector público y privado siempre estará abierta.

Sobre uno de los apoyos que brindará AQN International, nos detalla que en la actualidad está saliendo una nueva tecnología de internet satelital, ideal para lugares con difícil acceso a esta tecnología. Se viene organizando un programa para llegar a algunas zonas alejadas.

Espera que, con el pasar del tiempo, se pueda dar espacio y oportunidad a que profesionales que realizan investigaciones de alto impacto en el Perú y otros países de Latinoamérica.

Aracely Quispe ha liderado diversas misiones en la NASA, entre ellas la Misión de Medición a las Lluvias Tropicales, el Orbitador de Reconocimiento Lunar y ahora último el Telescopio Espacial James Webb. No obstante, su visión está sobre un proyecto importante para la humanidad y es el poder monitorear una nueva tecnología que estará encargada de visitar Marte.

SPACETECH Inspira es la segunda marca que la acompaña y está enfocada en ofrecer consultorías 100% ligadas al campo aeroespacial. Esto incluye imágenes satelitales en alta resolución e inteligencia geoespacial que ayuda a la toma de decisiones en situaciones de desastre.

Su trabajo tuvo un impacto positivo en aquel hecho fatídico sucedido el 15 de enero de este año en La Pampilla de Ventanilla, donde Repsol derramó 11.900 barriles de crudo al mar peruano. Las sugerencias de Quispe Neira dieron una visión clara del impacto que se generaba.

Su sueño más grande es tener una fundación que abarque todos los temas que ya viene trabajando y que se consolide para ofrecer apoyo a diversas instituciones. Llevar soluciones tecnológicas a los lugares más olvidados y reducir la brecha de estudios en estas zonas, también forman parte de sus sueños.

Las personas podrán conocer más de ella en su libro autobiográfico que estará lanzando a finales del 2022. En cuanto al documental de su vida, este aún no tiene una fecha definida, pero reveló que aún se encuentra grabando escenas en su natal Marripón, recreando escenas de su niñez y adolescencia.

*Agradecimiento a AC Hotel by Marriot Lima Miraflores por cedernos sus instalaciones.

SEGUIR LEYENDO