El presidente Pedro Castillo cumple un año en el gobierno. Durante estos meses, la constante siempre ha sido la crisis política por malos nombramientos de funcionarios en varios sectores del Estado, la falta de rumbo para establecer reformas a largo plazo y lo más reciente: los graves actos de corrupción han aparecido contra él y su entorno más cercano que lo podrían llevar a prisión.
La fiscalía de la Nación acusa a Castillo de ser cabecilla de una organización criminal tráfico de influencias, colusión agravada y delitos contra la administración pública bajo el delito de encubrimiento personal por los casos Puente Tarata III, los ascensos en las Fuerzas Armadas y la Policía, la fuga de funcionarios cercanos a su gobierno y la injerencia en la compra de biodiesel a Heaven Petroleum Operators por parte de Petroperú.
Además, tiene en proceso el presunto delito por el plagio de su tesis.
Debido a este complicado panorama, la encuestadora Ipsos planteó una pregunta a la ciudadanía en mayo: ¿Cree que el presidente debería renunciar o debería continuar con el gobierno hasta que concluya su mandato en el 2026?
El resultado fue que el 62% de los peruanos consideran que el jefe de Estado debería retirarse del cargo. Esto representa una disminución en un punto (63%) a comparación de lo alcanzado de abril pasado. Por otro lado, el 36% señala que Castillo debería cumplir su mandato hasta el 2026. En tanto, el 2% no precisa su respuesta. Estas cifras, además, se relacionan a las marchas que se han realizado y volverían a reactivarse contra el jefe de Estado.
Diversos analistas han pedido que Castillo dimita. Sin embargo, una buena oportunidad también sería escuchar a las personas que estuvieron con él en su gobierno. Infobae contactó con la ex primera ministra Mirtha Vásquez, los exministros Hernando Cevallos (Salud), Mariano González (Interior) y Ciro Gálvez (Cultura) para conocer sus impresiones.
MIRTHA VÁSQUEZ
La ex primera ministra Mirtha Vásquez renunció el 31 de enero pasado tras casi cuatro meses en el Poder Ejecutivo. Casi seis meses después, sostiene en diálogo con Infobae que le apena cómo el gobierno de Pedro Castillo se ha ido debilitando poco a poco.
“Entró con una legitimidad importante de cierto sector de la población, sobre todo, de provincia. Creo que todos teníamos esperanza de que fuera un gobierno diferente como él lo prometía y que represente a los sectores más vulnerables que habían sido postergados. Tuve la esperanza de que este gobierno tenga un mejor rumbo”, indicó.
Vásquez consideró que fue una “buena oportunidad” para apoyar con el Ejecutivo cuando fue convocada por el jefe de Estado. “Si usted recordará, nosotros nos trazamos metas hacia diciembre del año pasado y algunas cosas logramos. Por ejemplo, en el tema de la vacunación, nos comprometimos con el ministro de Salud para llegar a un 80% a final del año, y lo logramos. Cuando entre habian varios conflictos y se tenía que destrabarlos y encauzarlos. Armamos un equipo para atender este problema. También trabajamos con un equipo multisectorial con el ministerio de Educación para echar andar una serie de acciones para el retorno a las clases que, finalmente, se logró en marzo de este año”, apuntó.
La ex primera ministra recuerda que habló, en su momento, con el presidente Castillo para tratar de desmarcarse de los hechos iniciales que involucraban a sus familiares en actos de corrupción. “Como gobierno no podíamos estar involucrados en estos asuntos. Siento que el presidente no confiaba mucho en mi. Siento que fue un problema lo de su entorno y los actos de corrupción. Creo que hubo una mirada equivocada de cómo gestionar el Estado con esos conceptos de un Estado patrimonialista. Como si fuera de su propiedad”, dijo.
Vásquez menciona que los constantes cambios de funcionarios es los ministerios ha sido un elemento para que haya retraso en la gestión pública. “Poco a poco, siento que el gobierno se va desfigurando y pierde los objetivos que tenía. Ya no se siente que tenga metas a largo ni a corto plazo. Eso se ha ido desdibujando. Me parece que, ahora, están más abocados en cómo se sostienen y defenderse de estos escándalos de corrupción. Se ha desplazado lo que es fijar metas de gestión para el país”, añade.
Sobre posibles salidas para la crisis política, la ex primera ministra recalca que nunca ha estado de acuerdo con las vacancias. Sin embargo, dadas las circunstancias, aseguró que se debe evaluar dos temas fundamentales: un gobierno debilitado que no va poder superar los temas de corrupción tan fácil y un Legislativo que no controla al Ejecutivo y también se muestran abocados a su supervivencia.
Vásquez consideró que el adelanto de las elecciones generales “puede ser una salida, pero este debe venir acompañada de reformas mínimas como para asegurar que quienes postulan no van a repetir estos mismos patrones de corrupción dentro de la gestión pública”.
“La ciudadanía va tener un rol fundamental. El Ejecutivo y Legislativo parecen no tener propuestas sensatas para lo que requiere el país”, mencionó.
HERNANDO CEVALLOS
Por su parte, el exministro de Salud, Hernando Cevallos, señaló a Infobae que el Poder Ejecutivo ha perdido el rumbo, que no se ajusta al programa inicial que anunció el presidente, existe falta de comunicación y transparencia con la ciudadanía.
Sin embargo, indicó que estos problemas también se presentan por un permanente jaqueo por grupos de poder que, de ninguna manera, le permiten al gobierno avanzar en sus propuestas y promesas que se esbozaron hace un año. “Considero que estamos ante un sistema político que no da para más”, apuntó.
Cevallos apuntó que, pese a los errores, Castillo sigue siendo un referente popular para un sector de la población. No obstante, reconoció que hay un proceso de desencanto porque el presidente no ha sabido cumplir sus promesas y agarrar fuerte el timón de este país. Resaltó que uno de los logros de este gobierno fue evitar 150 mil fallecidos en una tercera ola. “En este tema, el presidente no me puso ninguna traba para seguir trabajando”, apuntó.
El exministro sostiene que el viraje del gobierno está en la centroderecha y saca adelante iniciativas populistas para mantenerse. “No creo que Castillo cumpla las promesas de los cambios estructurales que prometió. Él fue elegido por cinco años al igual que los congresistas. Nosotros tenemos una Constitución que, en nuestra opinión, debe ser cambiada para darle más posibilidades al pueblo sobre su futuro. Es decir, si el presidente incurre en un acto de corrupción, debe ser debidamente comprobado con un caso concreto y con pruebas”, indicó.
Cevallos enfatizó que, si se prueban los actos de corrupción del presidente Castillo, está de acuerdo con que abandone el cargo. “Si la situación empeora, la gente puede salir a pedir cambios o que el gobierno cambie. No es una decisión del diario El Comercio, de María del Carmen Alva, la Confiep y la Sociedad Nacional de Minería. ¿Desde cuándo están interesados en que se vaya Castillo por corrupto? Acá hay muchos intereses. Buscan sacar a Castillo porque no les termina de garantizar a los grupos económicos y no le perdonan su origen humilde por ser un maestro y campesino”, zanjó.
MARIANO GONZÁLEZ
El exministro del Interior, Mariano González, se ratificó en diálogo con Infobae que el presidente Castillo no debe permanecer un día más en el poder. “El orden constitucional tiene mecanismos definidos. Lo ideal sería que el señor Castillo renuncie no solo por las investigaciones por corrupción, sino porque no tiene la más mínima capacidad para seguir conduciendo el país. Ante ello, vía renuncia o vacancia, debería asumir la vicepresidenta por sucesión constitucional. Pero si ella es inhabilitada, tendría que asumir la presidenta del Congreso que debe llamar a elecciones generales. Creo que la salida constitucional sería el recorte de mandato de todos”, sostuvo.
González sostuvo que el actual Congreso también no podría permanecer debido a que hay parlamentarios, como los llamados “Los Niños” de Acción Popular, que han sido señalados como cómplices de los actos de corrupción de este gobierno. “Si bien Castillo ha afectado la institucionalidad de la presidencia de la República, también la majestad del Parlamento está dañada porque congresistas están siendo investigados por actos de corrupción. Por eso, insisto, la salida viable es el adelanto de las elecciones”, acotó.
El exfuncionario enfatizó, además, que estaba de acuerdo con la propuesta que algunos abogados penalistas han esgrimido como la suspensión del presidente en el ejercicio de sus funciones hasta que duren las investigaciones. “En cualquiera que sea la vía, constitucional o judicial, debemos encontrar una salida articulada, democrática y dentro de los parámetros constitucionales. Si no lo llegamos a lograr, entonces me temo que el último ratio será que explote la calle. Es decir, que haya una convulsión social y eso sería muy dañino no solamente para nuestra gente, sino afectaría nuestra economía y entraríamos a un nivel de crisis mucho más agudo”, pronóstico.
Finalmente, el ex titular del Mininter calificó como “asqueroso” los presuntos sobornos que se habrían dado en los ascensos dentro de la Policía Nacional. “Para mi que tengo un compromiso firme y de respeto por las instituciones, como las Fuerzas Armadas y la Policía, de verdad me afecta enormemente. Creo que lo único que queda es reclamar la justa sanción penal para todos aquellos que hayan participado”, mencionó.
Pese a este escándalo que perjudica la imagen de la institución policial, González volvió a destacar al equipo especial de oficiales del coronel Harvey Colchado que logró la entrega de Bruno Pacheco. “No todo está perdido. Los coroneles que integran este equipo serán el nuevo rostro de la Policía”, zanjó.
CIRO GÁLVEZ
Por su parte, el exministro de Cultura, Ciro Gálvez, respondió en breve diálogo a Infobae que el presidente Castillo debe abandonar el cargo “si le queda algo de dignidad” frente a los graves actos de corrupción en su contra. “Los 20 mil dólares encontrados en el baño de Palacio, las reuniones clandestinas en la casa de Breña y tantos casos de corrupción en el Estado son actos incorrectos e inmorales del presidente que indignan, crean mayor desconcierto y caos. Ahora se suma que habría recibido sobornos”, apuntó.
Gálvez añadió que el mandatario traicionó a los sectores populares y los pueblos originarios que lo habían apoyado durante la última campaña electoral, pero llegado al poder de olvidó de ellos. “No hay trabajo, la pandemia no ha sido controlada, el medio ambiente cada vez más contaminado, las comunidades campesinas y nativas desamparadas, el agua escasea. No ha cumplido ninguna promesa de campaña. Es una decepción como presidente”, apuntó.