La incertidumbre, la inflación y la desconfianza empresarial marcaron el primer año de gestión de Pedro Castillo

El primer año de gobierno del presidente de la República, Pedro Castillo, en materia económica, estuvo marcado por una inflación galopante que afectó al bolsillo de los peruanos, a pesar de que la subida de los precios de los alimentos y los combustibles fueron impactados por factores internacionales, el gobierno no tuvo capacidad de respuesta para atender este desequilibrio económico que ha afectado al poder adquisitivo de los peruanos y que incluso llevaría a la pobreza a una parte de la población durante este año.

Ante algunas decisiones erráticas del presidente Pedro Castillo en su primer año de gestión que ha llevado a un escenario incierto de la economía peruana, Infobae conversó con Hugo Perea, economista jefe del BBVA Research y exviceministro de Economía, quien dijo que una de las principales características del actual gobierno han sido el deterioro de la confianza empresarial y ruido político que han causado algunas normas aprobabas por el Ejecutivo en materia laboral.

Estos desaciertos del gobierno ocurren en un momento cuando el mercado laboral en el país viene deteriorándose y seguirá así en los siguientes meses, debido a que no vemos una recuperación en la calidad del empleo. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), se viene recuperando el número de puestos de trabajo, pero el que sobresale es el subempleo de menor calidad, lo cual significa a que haya menores ingresos en un contexto fuerte de inflación, indicó Hugo Pera.

En relación a la inflación, el ejecutivo de BBVA Research sostuvo que se va a mantener aún alta en los próximos meses, inclusive durante buena parte del 2023, lo que va a impactar negativamente a los salarios monetarios, ya que se va a perder mayor poder adquisitivo. “En los últimos meses, la inflación se ha mantenido al alza. Según la última lectura interanual de junio ha llegado a 8.8% y comparado con respecto a la pandemia, el poder adquisitivo de los salarios ha caído entre 16% a 17%. “Esto genera un impacto realmente sensible que erosiona al poder adquisitivo de los salarios monetarios”.

El ejecutivo señaló que buena parte del incremento de la inflación que está experimentando el país se explica por la elevación del precio internacional de los alimentos, tales como el trigo, el maíz y la soya que se utilizan como insumos para la producción de alimentos elaborados (harina, fideos, pan; productos agrícolas, etc.).

“Si bien los precios de estos commodities han empezado a descender en las tres o cuatro últimas semanas debido a alguna corrección de los precios; todavía su cotización está por encima de los niveles de fines del año pasado, por lo cual todavía vamos a ver precios de los alimentos relativamente altos, y eso también tendrá una incidencia negativa sobre el gasto de las familias de menores ingresos, quienes gastan la mayor parte de sus salarios en alimentos”, señaló Perea.

Y ante una baja expectativa de la inversión privada, debido al deterioro de la confianza empresarial para realizar nuevas inversiones en el país, el gobierno la ha golpeado más aprobando normas anti empresa que elimina parcialmente la tercerización laboral, así como la ley que modifica la Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo que afectará a la generación de empleos en los próximos años.

“Según nuestros estimados, la inversión privada este año caerá 1,5%, a pesar que el BCR espera un estancamiento. Lo que vamos a ver más adelante es poca generación de empleo y dificulta aún más la inversión privada y a la creación de empleos de calidad, si el Ejecutivo promueve estas iniciativas que limitan la tercerización o promueve la negociación colectiva”, dijo el especialista de BBVA Research.

Debido a que el entorno económico, laboral y de inversión no se presenta muy favorable en particular para la reducción de la pobreza monetaria. De acuerdo a BBVA Research, se estima un incremento de la pobreza para este año y el siguiente entre el 26.5% y 27%, registros por encima del nivel del 2021.

Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en el 2021, la pobreza monetaria afectó al 25.9% de la población del país, nivel menor en 4.2 puntos porcentuales con respecto al 2020 (30,1%), pero 5.7 puntos porcentuales mayor si se compara con el 2019 (20.2%).

“Una de las primeras razones por el cual pensamos que la pobreza podría subir un poco más el 2022 y 2023 es porque vemos un mercado laboral deteriorado, lo cual afecta la situación económica de la persona que vive en el ámbito urbano. Si el empleo es de menor calidad, el mercado laboral está deteriorado por medidas populistas del gobierno, entonces los ingresos serán siendo relativamente bajos y eso determina la capacidad de gasto de una persona”, sostuvo Hugo Perea.

El especialista de BBVA Research indicó que en el primer año de gobierno de Pedro Castillo no se ha visto un rumbo claro hacia dónde quieren llevar a la economía. “Lo que hemos visto ha sido un desorden en materia económica, se ha deteriorado el ambiente para los negocios, se ha fomentado mensajes anti empresa, lo cual genera más incertidumbre y no ayuda a la inversión”.

“El nivel de confianza empresarial, que anticipa a las decisiones de inversión, está a niveles similares a los que vimos en la crisis financiera internacional del 2008 y 2009. Estamos en un nivel de pesimismo, donde los empresarios tienen más cautela al momento de invertir”, expresó el ejecutivo.

Ante ello, lo que el Gobierno debería hacer es dar señales de estabilidad, reducir la incertidumbre y el ruido político. Con ello podría ayudar a restaurar la confianza empresarial, así como implementar medidas coherentes que fomenten la productividad y la competitividad. “Esto lamentablemente no lo hemos visto en el actual gobierno”, dijo Perea.

En ese contexto, BBVA Research estima que el crecimiento del PBI para este año estará entre el 2% y el 2.5%, lo cual es muy poco para seguir trabajando en la reducción de la pobreza. “Es decepcionante ver que el tema de reactivación económica no se discuta en las esferas del Gobierno y Legislativo que solo viven en confrontación y no atienden a las necesidades de la población más vulnerable”.

Por su parte, Víctor Fuentes, economista jefe del Instituto Peruano de Economía (IPE), indicó que el primer año de gobierno de Pedro Castillo ha dejado una sensación de incertidumbre, a pesar que el año pasado se tenían buenas previsiones de la economía y la reducción de la pobreza en el país.

“Eso ha cambiado rápidamente a lo largo de este año, hoy estamos discutiendo previsiones muy bajas de crecimiento para el país, en lugar de tener una recuperación sostenida después de la crisis en el 2009″, señaló Fuentes.

Con respecto a la labor del actual gobierno, el economista del IPE dijo las acciones en materia económica han ido en dirección opuesta a una recuperación del mercado laboral. “El Gobierno tiene una política muy poco consistente de lo que se dice y se hace sobre la inversión privada. Por un lado, dice que va a apoyar a que las empresas inviertan en el país, mientras que por otro establece un conjunto de políticas que hace más rígido la contratación de trabajadores formales. Además, ha designado altos funcionarios pocos capacitados para la atención oportuna y adecuada para enfrentar los problemas de la inflación y la crisis de los fertilizantes”.

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