La salud siempre ha sido una preocupación constante a lo largo de los gobiernos. Pero cobró mayor relevancia con la llegada de la pandemia, por el reto de la atención hospitalaria y la vacunación. Desde que Pedro Castillo asumió la presidencia hace un año, tres ministros han pasado por esa cartera (Hernando Cevallos, Hernán Condori y Jorge López). ¿Cuál es el balance del sector?
Consultamos con Oscar Ugarte, quien fue el ministro de la gestión anterior, que antecedió a Cevallos, y que conoce al detalle en qué situación dejó el Minsa y cómo se encuentra actualmente. El médico sostiene que los primeros meses del gobierno del presidente Castillo, cuando estuvo Cevallos como ministro, se continuó con la política que dejó en el gobierno de Francisco Sagasti, tanto en adquisición de vacunas como en la estrategia de aplicación.
Sin embargo, en este primer semestre del 2022, según comentarios a nivel de ministros, viceministros y funcionarios, es que se ha creado un caos en el Minsa. “Ahora no hay claridad. El ministerio dice, por ejemplo, que había que retomar la mascarilla en espacios abiertos, pero salió el premier a decir que no. Hay mensajes contradictorios desde el gobierno, lo que genera un problema de confiabilidad”, indica Ugarte, quien se desempeña como docente de la Escuela de Posgrado Wiener.
Sostiene que ahora estamos en una situación donde hay un importante porcentaje de población no vacunada con la tercera dosis, sobre todo en el caso de los adolescentes de 12 a 17 están por debajo del 30%.
PROMESAS INCUMPLIDAS
El exministro recuerda el mensaje a la Nación de Castillo del año pasado, donde hizo tres anuncios en materia de salud. Uno es que se iba a fortalecer el primer nivel de atención, otro es que se iba a continuar con la construcción de hospitales, y en tercer lugar, el jefe de Estado manifestó que la salud iba a ser una prioridad para su gobierno.
“Las promesas no se han cumplido y creo que es lamentable porque en el área de salud el balance es muy negativo”, se sincera el experto.
Respecto al fortalecimiento del primer nivel, afirma que esto no se ha logrado y por el contrario, está muy debilitado. Los recursos humanos no se contrataron, el problema es que el presupuesto de este año es menor que el año pasado, lo que afecta principalmente a la contratación de personal.
En cuanto a la construcción de hospitales, si bien en un año no se construyen, se podría esperar que se hubiera aprobado un plan nacional de construcción de infraestructura y lograr cerrar brechas. Pero no existe dicho plan.
El tercero ofrecimiento tampoco se cumplió porque la prioridad se demuestra en el presupuesto, pero al contrario, lo que ha sucedido es un retroceso, en el sentido que el presupuesto del año pasado fue de 33 mil millones de soles, y este 2022 se aprobaron 22 mil 200 millones, es decir, 11 mil millones menos de financiamiento.
Además del recorte de personal que se generó por tener un presupuesto menor, también han habido recortes, por ejemplo, en el programa de cáncer, tuberculosis y VIH, que se han visto afectados. “El tema presupuestal refleja que el tema de la salud no es prioritario para el presidente Castillo”, acota Ugarte.
¿Cuál es entonces el problema central? Para el exministro de Salud se trata de la falta de capacidad en la conducción de la cartera, porque han entrado personas con filiación al partido de gobierno, que no tiene que ser necesariamente un problema, sino que “ponen personal absolutamente desinformado, sin experiencia, no solo en el conocimiento de las enfermedades, sino en algo más elemental como es el conocimiento del manejo administrativo”.
Esto trae como consecuencia que, por ejemplo, los pacientes denuncien que no hay medicamentos.
LINAJE CENTAURO EN PERÚ
El ex titular del Minsa también se refirió al linaje Centauro de la variante Omicron que tiene fuerte presencia en el Perú y cómo impacta en la cuarta ola que viven los peruanos. Esta variante también conocida como BA 2.75 tiene características mucho más transmisibles, pero felizmente no tiene la gravedad de lo que fueron las primeras olas.
“Las variantes de omicron son más transmisibles, pero los cuadros clínicos no son tan complicados, y ya tenemos un porcentaje de población bastante alto con la segunda dosis, y con la tercera estamos alrededor del 60%. Todavía está bajo en algunos grupos etáreos, como en los adolescentes de 12 a 16 años”, expresó.
Resaltó que tenemos por un lado una variabilidad muy grande de los linajes de omicron, con cada vez mayor capacidad de transmisibilidad, y por otro lado poblaciones cubiertas con la vacunación, lo que hace que los cuadros clínicos no sean graves y no requieran hospitalización.
VILLA PANAMERICANA PARA VIRUELA DEL MONO
El médico también hizo hincapié en el notorio aumento de casos de la viruela del mono en el país. Por la propia naturaleza de la enfermedad, Ugarte no cree que tenga el grado de transmisibilidad que ha tenido la COVID-19, y se puede limitar fácilmente si se diagnostica con tiempo y se aísla a las personas, porque el contagio principal es de persona a persona. por el contacto piel a piel.
Explicó que el virus está en las pústulas, que son las ampollas que aparecen en la piel. Y existe un periodo de la enfermedad que es de mayor contagio. Por ese motivo, se debe dar un diagnóstico y aislar a las personas. “En la gran mayoría de los hogares peruanos es muy difícil el aislamiento total de una persona, porque por lo general los dormitorios se comparten, o a veces hay pacientes que tienen un solo ambiente y ahí viven todos”.
Ugarte manifiesta que una de las cosas que se avanzó con la pandemia fueron los centros de aislamiento temporal por el COVID-19, que en este caso podrían servir de manera que no contagien a las personas y funciona como un cerco. Lamentablemente, estos centros fueron cerrando uno a uno.
Apunta que lo debe hacer el ministerio de Salud es habilitar estos centros, porque están sin uso. Ese es el caso de la Villa Panamericana, ubicada en Villa El Salvador, que está en condiciones de atender a pacientes de la viruela del mono si se le pone recursos. “Se debe mantener el equipamiento que había, mantener el personal, ampliar lo necesario y poner los servicios básicos”, precisa.
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