Luego que la Organización Mundial de la Salud (OMS) activara la alerta máxima para hacer frente al brote de viruela del mono, las autoridades del Minsa comunicaron que en el Perú los casos por esta enfermedad superaron los 200.
Esta situación ha puesto en alerta al país, pero especialistas han afirmado que no se está manejando adecuadamente esta nueva emergencia sanitaria y por ello el incremento de casos se está saliendo “fuera de control”.
Lima Metropolitana y el Callao concentran el 90% de los contagios y el Decano del Colegio Médico del Perú, Raúl Urquizo, sostiene que “se ha trabajado muy poco las medidas de prevención. No basta con anunciar las cifras, se debe explicar en qué población se ve el incremento y cuál es la velocidad de transmisión”.
César Portella, Presidente del Comité de Salud Pública del Colegio Médico del Perú, por su parte indicó que para no recaer en la situación de crisis que dejó el colapso del sistema de salud durante la primera y segunda ola de contagios de la COVID-19, es necesario que los peruanos empleen un plan de prevención ante estas enfermedades y que el Estado debe fortalecer los canales comunicaciones donde informe con claridad qué acciones deben seguir los ciudadanos para prevenir estas enfermedades.
Sin embargo, para el médico infectólogo, Juan Carlos Celis, presidente de la Sociedad Peruana de Enfermedades Infecciosas y tropicales, existe un grave problema que se debe superar para evitar que los casos con viruela del mono se vuelvan incontrolables.
“Ya se salió de control el seguimiento de contactos, porque esta información es tan íntima, tan confidencial que es difícil de compartir por los pacientes. No se está logrando el famoso cerco epidemiológico, el seguimiento y aislamiento que se debió hacer desde el inicio no se está haciendo”, recalca Celis.
Asimismo, indicó que este virus es leve y en el Perú los casos detectados se dan en personas jóvenes que, en su mayoría, tienen múltiples parejas sexuales. “Hay una población que es la más afectada, que es la que tiene sexo con hombres, gays y bisexuales, que están dentro de la comunidad LGBT y es importante que transparentemos esa información porque es un llamado de la OMS, de las instituciones epidemiológicas del mundo a que la población involucrada sean ellos mismos los que participen en el control de la enfermedad”.
Celis aseveró que “no hay tratamientos disponibles y la misma OMS certifica que la vacuna está bastante limitada actualmente” y que no hay tratamientos disponibles para Latinoamérica.
CONTAGIOS
En tanto el jefe del Instituto Nacional de Salud (INS), Víctor Suárez, sostuvo que en nuestro país la “transmisión es comunitaria” y no descarta que ya estemos en un momento de “alta transmisión en la población”.
“De los datos que hemos recogido hasta el momento, el 100 % son hombres, el 96 % de ellos son personas que tienen sexo con hombres o son bisexuales. Digamos que es la población más afectada”, destacó.
“En el otro 4 % hay hombres heterosexuales y una brecha que no reporta”, agregó Suárez.
Por su parte, el Dr. Juan Carlos Celis, manifestó que hasta ahora no se conoce la dinámica de la transmisión de la viruela del mono.
“El 98% y 99% de la transmisión es por contacto sexual, estrecho e íntimo, pero hay grupos de personas que no se conoce el tipo de transmisión como los niños y ese conocimiento lo vamos a ir adquiendo”, sostiene.
Agregó que hay muchas personas que no están compartiendo la información para hacer el seguimiento de contactos ni en qué dimensión.
“La información debe ser transparentada. El Ministerio debería decirnos cuántos de los pacientes contactados nos están diciendo sus reales contactos y cuán bien estamos siguiendo el rastreo de ese contacto, de repente es más bajo que otros países”, agrega.
Pero, para Celis preocupa que se han detectado que hay pacientes que se niegan totalmente a dar información, a decir cuáles son sus contactos o qué relaciones estrechas han tenido.
“Tenemos que avanzar rápido sincerando la información, la data con datos transparente que eviten la desinformación, la informción falsa, los charlatanes, que hablan mal de la vacuna. Hay que anticiparse a esto para afrontar estos fenómenos para este brote, que sigue aumentando de manera leve”, finalizó.
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