La crisis sanitaria en el país parece profundizarse con el pasar de los días. A pocas semanas de haber iniciado la cuarta ola de contagios de COVID-19 en el país, los casos de viruela del mono han incrementado a tal punto de posicionar a Perú como uno de los países con más casos de esta enfermedad por millón de habitante. Hasta el 22 de julio, el Minsa reportó 8,327 contagios de coronavirus y, hasta el 24 de julio, 203 casos positivos de viruela del mono a nivel nacional. Según el presidente del Comité de Salud Pública del Colegio Médico del Perú, César Portella, más de 8,000 centros de atención primaria a lo largo del país no cuentan con los implementos necesarios para atender esta problemática.
De acuerdo al portal Monkeypoxtally, quien actualiza a diario la evolución del brote de viruela del mono a nivel mundial, hasta el 18 de julio, Perú ocupaba el puesto 14 entre los países con mayor número de casos confirmados de esta enfermedad.
El primer caso de viruela del mono llegó al país un 26 de junio del presente año. Hoy, poco más de tres semanas después, los casos han aumentado exponencialmente. Los 126 casos positivos de esta infección se encuentran dispersos a lo largo del país y el mayor número de casos fue registrado en Lima Metropolitana, donde se concentra el 90% del total de contagios, según informó el Ministerio de Salud.
Según indicó el Minsa a través de su reporte diario en redes sociales, todos los casos han recibido atención médica y se encuentran bajo constante monitoreo.
Sin embargo, esta no es la única enfermedad infecciosa que registra tasas de preocupación para las autoridades peruanas. Según alertó el analista de datos Juan Carbajal en Twitter, el número de casos positivos de COVID-19 registrados a diario se encuentran cerca de superar los picos de la segunda ola.
La sala situacional del Minsa reportó durante la última semana más de 43,000 casos positivos de COVID-19 en el país. Los picos más altos fueron registrados el 18 y 19 de julio, donde los contagios superaron los 7,000 por día.
EL incremento de casos de estas enfermedades, junto a otras existentes en el país, representa una mayor demanda de atención médica. Sin embargo, el sistema de salud peruano no se encuentra lo suficientemente preparado para recibir grandes cantidades de pacientes. Según César Portella, Presidente del Comité de Salud Pública del Colegio Médico del Perú, 8,000 centros de atención primaria de salud no cuentan con la infraestructura ni personal médico necesario para sostener una crisis sanitaria.
“Si comenzamos del primer nivel hasta el último nivel de atención de salud, no estamos preparados para eventualidades que que puedan marcar un tipo de esta naturaleza. El primer nivel de atención, olvidado por muchos años, no tiene la ni recursos humanos ni tampoco la posibilidad de detener o sostener una buena infraestructura de sus ambientes. Los policlínicos o centro de salud tampoco tienen los insumos y materiales que podrían detectar enfermedades rápidas y darle un tratamiento oportuno”, explicó.
De acuerdo al especialista, para no recaer en la situación de crisis que dejó el colapso del sistema de salud durante la primera y segunda ola de contagios de la COVID-19, es necesario que los peruanos empleen un plan de prevención ante estas enfermedades. No obstante, resaltó que el Estado debe fortalecer los canales comunicaciones donde informe con claridad qué acciones deben seguir los ciudadanos para prevenir estas enfermedades.
APRENDER A VIVIR CON EL [Y LOS] VIRUS
“¿Cuánto tiempo más se quedará el COVID-19 entre nosotros?” es una de las preguntas más frecuentes entre los ciudadanos. Tras dos años de pandemia, el virus continúa afectando a miles de personas a nivel mundial. Para el epidemiólogo y experto en Salud Pública, César Cárcamo, el virus Sars-CoV2 permanecerá en el mundo a nivel endémico. Por ello, será necesario que los individuos aprendan a vivir alrededor de los virus y bacterias que los rodean.
El lavado de manos, el distanciamiento social, los ambientes ventilados y otras medidas, fueron algunas de las costumbres que dejó el COVID-19 en la población. De acuerdo al también docente de la Facultad de Salud Pública de la UPCH, estas normas mejoran la calidad de vida de los ciudadanos y evitan el contagio de enfermedades.
“Esta no va a ser la última pandemia que vamos a vivir. Ya tenemos una: la que pasamos por el COVID-19. Van a venir otras más. ¿Qué debemos hacer? Pues tenemos que cambiar nuestra forma de vida para evitar estas infecciones. Es decir, mejorar la calidad del transporte público, mejorar la calidad de la vivienda, mejorar a la ventilación a los niños, salgan espacios abiertos”, precisó.
El experto recalcó que uno de los aprendizajes que deben emplearse es el autocuidado. También refirió que de ello dependerá cómo se continúa propagando las enfermedades existentes. De acuerdo a Cárcamo, parte de la responsabilidad con la cual manejen las personas su propia enfermedad determinará el futuro de estas infecciones. El especialista recordó que las personas que presenten síntomas relacionados al COVID-19 o la viruela del mono deben permanecer aislados para evitar propagar el contagio de estas enfermedades.
Por otro lado, mencionó que una de las medidas preventivas que debe emplearse es la vacunación. Sin embargo, según data del Repositorio Único de Información de Salud (Reunis), más de 3 millones de peruanos aún no han sido vacunados contra la COVID-19.
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