El Departamento de Estado de los Estados Unidos sancionó al expresidente paraguayo Horacio Cartes, al anunciar su “designación pública” por participar en actos de corrupción significativos, así lo dio a conocer en un comunicado Antony Blinken, secretario de Estado.
Según el documento, Cartes “obstruyó una importante investigación internacional sobre el crimen transnacional con el fin de protegerse a sí mismo y a su socio criminal de un potencial enjuiciamiento y daño político”, lo que “socavó la estabilidad de las instituciones democráticas de Paraguay al contribuir a la percepción pública de corrupción e impunidad dentro de la oficina del presidente paraguayo”.
Por su parte, Marc Ostfield, embajador de Washington en Paraguay, explicó que esta medida implica que el exgobernante y sus familiares inmediatos no serán elegibles para ingresar a dicho país. “Durante su mandato, Horacio Cartes utilizó la Presidencia de Paraguay para obstruir una investigación de crimen transnacional que involucraba a su ya mencionado socio”, precisó.
Con se recuerda, a inicios de junio se filtró a la prensa un informe de la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero (Seprelad), organismo del Gobierno paraguayo, que involucra a Horacio Cartes, su entorno familiar y su grupo empresarial en una red de lavado de activos y contrabando de cigarrillos.
CONTRABANDO
Durante los últimos años distintos estudios e investigaciones han evidenciado la presencia de cigarrillos de contrabando de origen paraguayo en países de la región. El comercio de estos ilícitos productos se ha visto vinculado con las actividades de financiamiento de organizaciones del crimen organizado a través de una compleja red de lavados activos.
Edson Vismona, titular del Forno Nacional Contra la Piratería y la Ilegalidad (FNCP) y del Instituto Brasileño de Ética de la Competencia (ETCO), el dinero que produce el contrabando de cigarrillos financia el crimen organizado en la Triple Frontera.
Al respecto, el senador Salyn Buzarquís, denunció ante el congreso paraguayo la operación de una red de lavado de dinero a través del contrabando de cigarrillos en dicho país. Al respecto, señaló que existe una diferencia de 2.200 millones de cajetillas, si se considera la diferencia entre los cigarrillos producidos e importados al país y el consumo registrado. Asimismo, indicó “Aparentemente, de manera inocente, algunos compran cigarrillos a gran escala, no hablo de ninguna marca o grupo, pero yo sostengo que no puede haber contrabando de cigarrillos si no hay connivencia con el crimen organizado. El contrabando de cigarrillos se da porque hay una ruta, una logística, porque hay una organización detrás de todo esto”.
Según Rashimi Singh, profesora de la Pontificia Universidad Católica de Minas Gerais (Brasil) y especialista en crimen y terrorismo internacional, Paraguay es una economía vulnerable, una zona franca, con mucha libertad de comercio, escaso control fronterizo por las dificultades geográficas y altos niveles de corrupción y criminalidad, un entorno muy favorable al lavado de activos. Ocupa el octavo puesto en el ranking global de organizaciones criminales entre 193 países.
La Triple Frontera (zona entre los ríos Paraná e Iguazú, donde se encuentran Argentina, Brasil y Paraguay) es uno de los hubs globales del comercio ilícito, donde pueden convivir operadores criminales y terroristas del Primer Comando de la Capital brasileño, del Hezbolá musulmán y de las mafias chinas, para financiar sus actividades ilícitas en todo el mundo a través del tránsito y comercio de drogas, armas, cigarrillos de contrabando entre otros.
RELACIÓN CON PERÚ
El Perú no es ajeno a la problemática creada por los cigarrillos ilícitos procedentes de Paraguay. Según la información de las incautaciones realizadas por las autoridades, más del 80% de los cigarrillos de contrabando y falsificados decomisados en nuestro país son de Paraguay.
La ruta de los cigarrillos que llegan a Perú iniciaría en Paraguay, pasaría por Bolivia e ingresaría por Puno, luego seguiría a Arequipa y a Lima, lugar desde donde parte al norte y oriente del país. Esto ha generado una tendencia creciente de la presencia de cigarrillos de contrabando y falsificados, según un estudio realizado a consumidores por Kantar World Panel a nivel nacional, al primer trimestre del 2022, el 53% de los cigarrillos que se consumen provienen del contrabando, mientras que para el mismo periodo en 2021 era de 46%.
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