La nostalgia puede ser traicionera. Sin darnos cuenta endulzamos nuestros recuerdos o creamos algunos de los que estamos convencidos de haber vivido hasta que el golpe de realidad colisiona con nosotros. Es así que luego de tres años de espera para retornar a la versión presencial de la Feria Internacional del Libro de Lima las expectativas en torno al mayor evento cultural del año escalaron alto, quizás muy alto.
Durante las últimas ediciones previas a la pandemia, la FIL mostró grandes avances al distribuir mejor sus espacios, condicionar las diferentes salas, facilitar la adquisición de entradas y hasta mejorando el nivel de sus invitados. Pero la edición de este año se ha sentido como un retorno a la feria del 2019, una en la que no son visibles mayores mejoras y con los mismos errores que venía arrastrando edición tras edición.
MUCHOS LIBROS, POCOS LIBREROS
Las editoriales y librerías deberían enfocarse en un solo objetivo para sobrevivir en el mercado: vender la mayor cantidad de libros posibles; sin embargo, en muchos de los stands el ánimo por vaciar los estantes parece ausente. Son pocos los libreros que se entregan de lleno a su trabajo, que conocen dónde está escondido ese libro que el lector busca con impaciencia y que se toma su tiempo para explicar la promesa que trae cada título.
En algunos casos, la mirada de quien vende está enfocada en su teléfono, en los puestos más grandes los libreros coordinan con señas cómo vigilar a quienes bucean entre los libros para asegurarse que ninguno sea robado, pero en otros uno la pasa bien. Hay libreros que se toman su tiempo para atender la búsqueda del lector, que hacen sus propias recomendaciones y hasta calculan con velocidad las ofertas que pueden ofrecer.
Cerca a la puerta trasera de la FIL, el stand de Editora Perú presenta una lista muy limitada de títulos, pero quienes atienden allí se esfuerzan por convencer a quien pase de llevarse al menos uno. Quien escribe fue víctima de esa capacidad de persuasión que también lo encontró en el stand del Centro de Desarrollo Étnico (Cedet) donde con desbordante pasión explican lo valioso que es la obra de sus autores afroperuanos.
AL ALCANCE DE UNOS CUANTOS
Si bien la FIL Lima concentra en un solo lugar varias editoriales y librerías, los precios que se ofrecen no son del todo accesibles. Las grandes ofertas recaen, sobre todo, en los títulos por los cuales los lectores ya habían perdido interés en las calles. Es cierto que hace falta escarbar entre las torres de libros para encontrar una que otra joya, pero se trata de un ejercicio que no todos están dispuestos a realizar.
Por lo general, los nuevos lectores llegan atraídos por un título o autor en particular, pero se topan con los elevados precios. Llama la atención que siendo Portugal el invitado de honor, la mayoría de libros que su stand ofrece supera los 100 soles, cifra que privaría a varios de seguir adquiriendo más libros en otros puestos. Pero, al igual que en el caso anterior, se trata de un problema presente en la mayoría de stands, más no en todos.
Una vez más, todo recae en la habilidad del librero. En sus manos no estará el poder de variar los precios, pero su labia y conocimiento resultan cruciales para dar a conocer sus ofertas y, sobre todo, justificar los precios de los títulos que maneja. Si hay un stand que equilibra la calidad en sus títulos, precios y atención es el del Fondo editorial de la Universidad de Lima. Vale la pena permanecer varios minutos en aquel stand.
Esta nueva edición de la Feria Internacional del Libro de Lima apenas empieza. Los problemas que arrastra no recaen necesariamente en sus organizadores. Por ello, estas dos semanas llenas de presentaciones y actividades prometedoras, también deberían servir de recordatorio de que la discusión sobre la industria editorial en el Perú debería durar más allá de estos 17 días. Es momento de que los libros tomen la calle.
DATOS SOBRE LA FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO DE LIMA
La FIL Lima 2022 se llevará a cabo en Parque Próceres de la Independencia (Av. Salaverry cuadra 17, Jesús María) del viernes 22 de julio al domingo 7 de agosto.
Las entradas para la FIL Lima 2022 están disponibles en las boleterías de la feria, así como vía online a través de la plataforma digital Atrápalo.pe a partir del 8 de julio.
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