Según la Fiscalía, entre enero y abril del 2022 se han recibido 5,4465 denuncias ciudadanas por ciberdelitos. De esta cifra, 2,827 han sido por fraude informático y 946 por suplantación de identidad.
Hay diferentes formas de que pueda ser víctima de ciberataques, entre ellas el phishing (suplantación de identidad), vishing (llamadas por teléfono) y smashing (enlaces por mensajes de texto).
En los últimos meses se ha conocido que hay una creciente ola de suplantación de identidad. Personas que reportan que su señal de celular se cayó, y al tratar de reportar la avería descubren que está en manos de otra persona, y lo que es peor, ingresaron a sus cuentas e hicieron importantes retiros.
Tal como indica Erick Iriarte, especialista en derecho digital, al diario El Comercio, esta es una actividad delictiva en la que los delincuentes obtienen datos como nombres, dirección, número de DNI y huellas dactilares.
“Cuando hablamos de suplantación que implica vinculación a procesos obligatorios a firma o huella, se complejiza el problema y el sistema. Uno de los cambios que se ha hecho para evitar la suplantación por huella es que estas no pueden ser frías, sino calientes; es decir, el lector debe comprobar que los vasos sanguíneos de la persona funcionan”, asevera el especialista.
Agregó que se debe aumentar los mecanismos de control y de validación, o que para sacar una nueva copia de chip, se deba presentar la denuncia formal en la comisaría, etc. Son mejoras que se plantean porque se van probando los sistemas, dijo.
RECOMENDACIONES
Iriarte menciona que, para evitar este tipo de problemas, se debe evitar ingresar a enlaces sospechosos, cambiar cada tanto las contraseñas y tener en cuenta que las entidades bancarias no piden datos por enlaces, por lo que no hay que confiar en todo lo que nos llegue.
Respecto a las cifras, el experto lanza un dato preocupante: probablemente menos del 20% de los casos de estafa cibernética son denunciados, y las estadísticas dicen que menos del 12% de eso es efectivamente resuelto.
Indica que la principal modalidad se llama phishing que viene de pescar. “Lanzan anzuelos para que la gente caiga. Mandan un millón de correos electrónicos donde hacen algún tipo de promesas. Otra modalidad es que te manden un enlace de texto, uno cree que entra a un sitio y te dicen que tienes que pagar”, refiere en entrevista a ATV.
También están las llamadas telefónicas de un premio, donde te piden un número de tarjeta de crédito, que es algo que nunca se debe revelar, salvo en un sitio de confianza. Algo que se dio mucho en la pandemia ocurrió con falsos links que ofrecían bonos, donde las personas entregaban sus datos.
Iriarte recuerda que hay que fijarse mucho en los detalles cuando nos llegan mensajes sospechosos. Por ejemplo, una entidad financiera nunca te va a pedir por correo o por otra vía, información que ellos tienen como tu clave o tu número de tarjeta.
Asimismo, hay que fijarse bien porque los mensajes tienen errores de tiempos verbales, de montos o errores en la dirección. “Si uno quiere hacer la operación debe tener la certeza de ingresar directamente la página web correcta. Una de las formas para asegurarse es que aparece un candado. De igual modo hay que fijarse que la dirección contenga el https, que es una conexión segura”, apunta.
Otros consejos que ofrece el experto es que si piensas que has perdido el control de tu celular, o si piensas que alguien más tiene acceso, lo primero que debes hacer es informarle al banco. Segundo, denunciarlo, porque eso va a servir para los procesos. Por otro lado, para evitar ser una persona vulnerable, se deben poner claves difíciles y distintas en cada plataforma. Y nunca tener las claves en el bloc de notas del celular.
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