Debido a la alta inflación y la ralentización de la economía, el sector gastronómico es uno de los negocios que más viene siendo afectado por el incremento de los precios de los insumos de alimentos y el combustible.
Ante esta coyuntura, Jorge Cerna, director de la carrera de Gastronomía y Gestión Empresarial de la Universidad Le Cordon Bleu, dijo que, con el alza de costos del combustible y productos, se perjudica de manera directa a cientos de restaurantes, y a otros sectores de obtención de alimentos, tales como la ganadería, agricultura, y pesca.
“Todos estos puntos se ven obligados a incrementar precios que antes no tenían planificado, y esto también conlleva a que el costo de producción en los comercios se incremente”, comentó el ejecutivo.
Cerna señaló que, en la agricultura, hay complicaciones con relación los insecticidas, urea y la dificultad para adquirirla, ya que es esencial para poder cultivar alimentos. Es así que el precio de muchos productos se ven obligados a aumentar y esto es algo que se puede ver en todos los centros de abastecimiento.
Otro aspecto que impacta en el rubro gastronómico es el alza del precio del combustible, ya que este producto es sumamente necesario para realizar diversas actividades como gestionar envíos, velar por el correcto desarrollo de la logística de un negocio, el cual es esencial para poder completar procesos de producción.
Ahora, los negocios buscan encontrar un equilibrio entre el costo promedio que, por un lado, vaya a otorgarle una ganancia al mismo y, por el otro, también se adecue a lo que el público pueda adquirir.
“Sin embargo, el estado actual de las industrias, junto al sinceramiento de precios con respecto a la producción de alimentos, hacen que los costos de los platillos en los restaurantes tengan un incremento de hasta un 25%”, añadió Cerna.
¿CÓMO ENFRENTAR LA CRISIS?
El representante de la Universidad Le Cordon Bleu sostuvo que, para enfrentar la crisis, los restaurantes no deben exagerar los precios de sus cartas para tratar de poder llegar a más personas, dependiendo del sector socioeconómico del cual esté dirigido. “No hay que generar impactos duros en el incremento del precio para no afectar al comensal, quien mantiene los restaurantes”, acotó.
“Más bien los negocios restauranteros están haciendo los esfuerzos para no incrementar en demasía los precios y llegar a la mayor cantidad de consumidores. La estrategia de hoy de estos negocios es incrementar su mayor cantidad de ventas para que la rentabilidad no se vea afectada”, explicó Cerna.
¿CÓMO DISMINUIR ESTE IMPACTO?
Para poder darle frente a esta situación, el vocero de la Universidad Le Cordon Bleu, dijo que una de las estrategias es estudiar la oferta y demanda del usuario, así como utilizar productos que no tengan un gran incremento en costos.
“La dosificación en cuanto a carnes, pescados, puede cambiar. Se pueden alternar en las propuestas de menú dándole paso a tubérculos, verduras u otros. Así, el costo final no será tan elevado”, indicó el especialista.
Con respecto a las maquinarias, mantenimiento y herramientas, Cerna sostuvo que se tiene que analizar y gestionar que estas no sean de alto costo. “Además, esto también es algo que se viene trabajando en las estructuras del menú, de hecho, los márgenes de rentabilidad han sido disminuidos en cierto modo para que los consumidores puedan seguir recurriendo a los negocios y las ventas no decaigan”.
“Es importante recalcar que el porcentaje de costos en insumos que generalmente se ha manejado en la producción de alimentos en un restaurante es de un 20 a 25% de valor de venta real para poder tener un margen de rentabilidad favorable según se define en los principios de ingeniería del menú. Donde además se definen a los platos estrella de bajo costo y alto precio de venta, sin embargo, existe cierta preferencia por los denominados caballitos de batalla cuyo costo es mayor y de alta rotación”, comentó el experto en temas gastronómicos.
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