¿Cómo saber si tienes la presión alta o baja?

Entendemos como presión arterial a la fuerza que ejerce la sangre sobre la pared de las arterias. De este concepto se desglosa la hipertensión arterial o presión alta, considerada como un problema de salud comunitario.

La medida correcta es ser tratada por los profesionales en salud, ya que puede conducir a afecciones médicas vinculadas directamente al corazón. De acuerdo al Minsa, es el principal factor de riesgo para padecer enfermedades cardiovasculares, que representan las primer causas de muerte, sumándose a otras como las de carácter infecciosas y el cáncer.

Con ayuda de la médico cardiólogo Ida Mercedes D. Chávez responderemos las preguntas más frecuentes sobre la presión arterial.

¿Cómo reconocer la presión alta y baja?

El reconocimiento de la presión alta o baja implica la sintomatología del paciente y la toma misma de la misma con el tensiómetro, dispositivo que mide la fuerza que ejerce el flujo sanguíneo.

En los casos de hipertensión, los pacientes refieren dolores de cabeza, mareos, oleadas de calor, palpitaciones, sensación de asfixia, y en algunos casos el sangrado nasal.

En diagnósticos donde se presenta la presión baja, se detecta sensación de frío, mareos, fatiga o sensación de desvanecimiento.

De reconocer uno de los mencionados, se sugiere acudir al centro de salud más cercano para recibir atención profesional. Evita los autodiagnósticos y automedicación.

La profesional en salud precisa que la presión arterial se puede incrementar por múltiples causas, dividiéndose en primarias y secundarias.

Las causas primarias son las que ocupan el 95 % de todos los casos, no tiene un origen conocido y depende de factores como la herencia o la alimentación. En este último se considera el consumo de sal, alcohol, grasas y cigarrillos, la vida sedentaria, entre otros.

Las causas secundarias, que ocupan el 5 % restante, tienen una causa específica como enfermedades renales, tiroideas, etc.

¿Cuándo se considera que la presión es alta?

Se considera hipertensión cuando hay una elevación anormal y persistente de la presión arterial por encima de 140 como sistólica y/o 90 de diastólica, recordando que un valor aislado superior a este valor no es suficiente para hacer el diagnóstico.

El reconocimiento de la medición se puede realizar con un monitoreo ambulatorio de presión arterial de 24 horas (MAPA), siendo la forma más práctica.

El tratamiento de la hipertensión arterial dependerá principalmente de la causa de la misma. Existen medidas no farmacológicas dentro de las que se abarcan los cambios en el estilo de vida y alimentación.

En las medidas farmacológicas, en las que se destaca el suministro de medicamentos, los cuales serán establecidos por el médico cardiólogo tratante, y según las características de cada paciente.

Un artículo oficial del Minsa precisa los factores de riesgo asociados divididos en dos grupos:

No modificables: edad (mayor de 55 años en varones y 65 en mujeres), sexo masculino y antecedentes familiares de hipertensión arterial.

Modificables: diabetes, tabaquismo, dislipidemia, sedentarismo, stress, depresión, obesidad, hiperrofia vertricular izquierda, resistencia a la insulina, factores trombogénicos, homocisteína, triglicéridos/lipoproteina elevados en sangre.

El Ministerio de Salud presenta una serie de recomendaciones a la población:

- Tener una alimentación saludable, que incluya frutas y verduras.

- Actividad física por lo menos 30 minutos al día (subir escaleras, caminar, bailar, correr, manejar bicicleta).

- Evitar el cigarrillo, el alcohol y grasas saturadas.

La institución recomienda los cambios de hábitos y estilos de vida saludables a fin de prevenir las enfermedades cardiovasculares, con eventos comunes como los infartos cardíacos y los derrames cerebrales.

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