¿Es un acierto ley que elimina el límite de edad para ejercer la docencia universitaria?

Esta norma aprobada recientemente por el Congreso de la República tiene sus pros y sus contras, según catedráticos y expertos en educación.

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Esta medida garantizará el derecho al trabajo de personas mayores de 75 años con facultades íntegras para el ejercicio.
Esta medida garantizará el derecho al trabajo de personas mayores de 75 años con facultades íntegras para el ejercicio.

El pasado 7 de julio, el pleno del Congreso de la República, en segunda votación aprobó por mayoría eliminar el límite de edad máxima para el ejercicio de la docencia universitaria.

Con esta iniciativa, según sustentó el titular de la Comisión de Educación, Juventud y Deporte, Esdras Medina Minaya, que se busca optimizar el principio de igualdad, de protección especial y garantizar el derecho al trabajo de los docentes.

Igualmente, no hay límite de edad para el ingreso ni cese en el ejercicio de la docencia universitaria. Además, esta norma incorpora sin ninguna restricción y con todos sus derechos, a los docentes que fueron afectados por la Ley Universitaria, que disponía como edad máxima 70 años para dictar clases; sin embargo, el límite fue ampliado a 75 años en el 2017.

Asimismo, la norma contempla que se realizará una junta médica por encargo del Consejo Universitario para que evalúe la continuidad del docente a fin de verificar su estado de salud física y mental.

La modificación de la Ley Universitaria no generará gasto al erario nacional, debido a que la plaza de los docentes mayores de 75 años está presupuestada, así se señaló en la sustentación de la norma.

NORMA VA CONTRA REFORMA ESTUDIANTIL

En esa línea, Jorge Mori, director del Centro para el Análisis de Políticas Públicas de Educación Superior (Cappes), en una entrevista para Diario La República, dijo que esta norma es negativa, ya que va en contra de la reforma estudiantil. “Impide que jóvenes investigadores puedan obtener una carrera como docente en una universidad pública”.

Además, Mori sustentó que, en las casas de estudios superiores públicas, solo el 20% de maestros es menor de 45 años y en las privadas, el 43%. Es decir, la mayoría de profesionales jóvenes con maestría y doctorado enseñan en estas últimas, lo que pone en desventaja a las entidades del Estado.

“Para que la reforma avance, las universidades públicas necesitan tener una carrera docente, manteniendo a su mejor talento y permitiendo que jóvenes ingresen. Uno de los obstáculos es el problema pensionario”, agregó Mori.

“NORMA NO AFECTA A LA GENERACIÓN DE NUEVOS PROFESORES”

En tanto, el presidente de la Federación Nacional de Docentes Universitarios, Teodomiro Santos, sostuvo que la norma es positiva, ya que beneficia a todos los profesores universitarios. Cabe precisar que más del 60% de profesores de universidades públicas supera los 60 años.

“Es injusto que por cumplir 75 años te boten, en otros países valoran mucho a sus mayores. El tema de irse de la carrera lo tiene que decidir el mismo maestro si desea seguir o no”, opinó el catedrático.

Por su parte, el secretario general del Sindicato de Docentes de Educación Superior del Perú (Sidesp), Luis Armando Díaz Castillo, aseguró que esta ley no podría afectar a la nueva generación de profesores.

“No hay posibilidad de que los maestros se queden infinitamente en una casa de estudios y menos si no cumplen con los requisitos de actualización y especialización”, indicó. Asimismo, expuso que no están en contra de la incorporación de más profesionales a la plana docente. “Nosotros no estamos afectando, ni afectaremos a los jóvenes ni a los estudiantes”, enfatizó.

Para Leonardo Villegas, integrante del Comité de Docentes Universitarios Cesados (órgano dependiente de la Fendup), la aprobación de esta ley es beneficiosa para cientos de maestros que se quedaron sin beneficios sociales tras la aprobación de la Ley 30220. “Establecer un límite de edad era discriminatorio”, puntualizó.

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