María del Carmen Alva defendió minuto de silencio para Morales Bermúdez, condenado a cadena perpetua

Previamente, la congresista Isabel Cortez reclamó por el homenaje del legislativo al expresidente y dictador, condenado por la muerte de dos ítalo-argentinos en el marco del Plan Cóndor.

Guardar
María del Carmen Alva, presidenta del Congreso. | Foto: Agencia Andina
María del Carmen Alva, presidenta del Congreso. | Foto: Agencia Andina

El último día de la segunda legislatura ordinaria con sesión plenaria en el Congreso de la República no pudo estar exento de polémicas. Esta vez el altercado tuvo como protagonistas a la titular del Legislativo, María del Carmen Alva, y a la congresista Isabel Cortez debido al minuto de silencio que otorgó este viernes el Pleno por la muerte del expresidente y dictador Francisco Morales Bermúdez, quien falleció el jueves por la noche a los 100 años de edad.

Luego de darse el minuto de silencio, la congresista Isabel Cortez protestó por la medida y consideró lamentable que se haga un homenaje a alguien que cuyo gobierno es acusado de haber cometido homicidios.

Sin embargo, la presidenta salió en defensa de Morales Bermúdez y enfatizó que se merecía el homenaje ya que, de acuerdo a su versión, “devolvió la democracia al país”.

Morales Bermúdez derrocó al general Velazco Alvarado, que nos hizo tanto daño en esa dictadura militar y gracias a él volvimos a la democracia, que hasta el día de hoy tenemos. Yo agradezco este homenaje a una persona que, efectivamente, se lo merece”, manifestó María del Carmen Alva.

Francisco Remigio Morales Bermúdez Cerrutti, expresidente y dictador militar peruano, falleció la noche del jueves. Fue presidente del Perú desde el 29 de agosto de 1975 hasta el 28 de julio de 1980 tras un golpe de Estado a Juan Velasco Alvarado.

Este viernes por la mañana, Remigio Morales-Bermúdez, hijo del dictador militar, confirmó el fallecimiento e indicó que este se dio por complicaciones en su salud debido a su avanzada edad.

Precisó que el exmilitar murió a las 11:20 de la noche. “Había cumplido ya 100 años de edad. Estaba un poco delicado. Se le presentó un desbalance general del cual no se pudo restablecer”, señaló a RPP.

Manifestó que su deseo escrito era ser velado en la iglesia San Felipe de Apóstol, en San Isidro, adonde será trasladado el cuerpo. Además, dijo que se realizará una misa en su honor a partir de las 6 de la tarde.

SENTENCIADO A CADENA PERPETUA

Cabe señalar que en febrero de este año, el tribunal supremo italiano confirmó la sentencia definitiva a cadena perpetua para Francisco Morales Bermúdez, por la muerte de dos ítalo-argentinos en el marco del Plan Cóndor, ejecutado por las dictaduras del Cono Sur. Los jueces de la Corte de Casación de Roma, la máxima instancia judicial en Italia, pronunciaron la sentencia contra el militar peruano.

Se trata de una página importante en el camino para conocer la verdad sobre el acuerdo criminal entre regímenes de América Latina y se hace justicia por los crímenes cometidos en los 70 contra opositores políticos y sindicalistas, lo que no se debe nunca olvidar. Nunca más terrorismo de Estado”, escribió en las redes el abogado Arturo Salerni, representante de los familiares de las víctimas.

Francisco Morales Bermúdez fue juzgado por separado, aunque su caso formaba parte del mega-juicio por el Plan Cóndor llevado a cabo en Italia y que confirmó en julio del 2021 catorce cadenas perpetuas a chilenos y uruguayos por la desaparición y muerte de una veintena de opositores de origen italiano.

Morales Bermúdez, sentenciado en ausencia en primera instancia (2017) y segunda (2019), fue condenado junto con el entonces coronel Martín Felipe Martínez Garay, responsable de la Policía de Inteligencia Peruana. A los dos condenados se les imputa haber organizado el asesinato en 1980 del militante ítalo-argentino de grupo guerrillero argentino Montoneros, Lorenzo Viñas Gigli, de 25 años y de Horacio Campiglia, otro dirigente del grupo, quien fue secuestrado en Brasil y trasladado a Argentina, donde se le vio por última vez en el centro de detención clandestina de Campo de Mayo.

Con el Plan Cóndor las dictaduras sudamericanas pedían a otras la captura y en algunos casos la eliminación de enemigos políticos. En algunos casos, militares de dos países participaban juntos en operaciones de secuestros y torturas.

SEGUIR LEYENDO:

Guardar