La partida de Ricardo Gareca duele a los millones de peruanos por todos los logros alcanzados en su paso por la selección. Uno de ellos, y seguramente el más recordado por los hinchas, es clasificar a un Mundial después de 36 años. El ‘Tigre’ junto a sus pupilos consiguieron el boleto a la máxima competencia tras superar a Nueva Zelanda en el repechaje.
El camino hacia el partido definitivo no fue tan fácil, debido a que el proceso eliminatorio de Sudamérica es uno de los más peleados. Asimismo, era su primera experiencia en unas clasificatorias. El ‘Flaco’ venía de dirigir a nivel de clubes en países como Argentina, Colombia y Perú.
Su debut fue con derrota ante Colombia. En la primera vuelta solo había sumado dos victorias frente a Ecuador y Paraguay, ambas en condición de local. Hizo ocho puntos de 27 posibles. Se encontraba entre las últimas posiciones de la tabla.
En la segunda parte de las Eliminatorias comenzó la remontada. Ganó tres partidos de forma consecutiva y en una plaza donde Perú nunca lo había hecho en su historia (superó 2-1 a la ‘tricolor’ de visita). Consiguió 15 unidades.
Hasta la suerte estuvo del lado de Ricardo Gareca. Perú fue favorecido por un reclamo de Chile. Bolivia alineó a Nelson Cabrera, jugador nacionalizado que no había cumplido con los requisitos para defender la camiseta ‘verde’. De esta forma, se le dio tres puntos a la ‘bicolor’ y se ubicó en zona de repechaje dejando afuera a grandes selecciones.
MANO A MANO CON NUEVA ZELANDA
La celebración en el empate con Colombia en la última fecha fue mesurado, puesto que todavía no se conseguía el boleto a la Copa del Mundo. Primero, la ‘blanquirroja’ tenía que vencer a Nueva Zelanda. La llave definió en dos partidos y comenzó en el continente oceánico.
La delegación peruana viajó con destino a Wellington para enfrentar a los ‘Kiwis’. La ‘bicolor’ saltó al gramado con un gran ausente: Paolo Guerrero, quien fue sancionado por doping. El compromiso disputado en el Sky Stadium terminó igualado sin goles y todo se determinaría en suelo limeño.
El 15 de noviembre de 2017 quedaría en la memoria de todo el pueblo ‘incaico’. Perú recibió a Nueva Zelanda en el estadio Nacional, el cual lució abarrotado. Todo se paralizó en el país. El primer grito lleno de esperanza sucedió a los 28 minutos. Jefferson Farfán recibió un pase de Christian Cueva y le rompió el arco al portero Stefan Marinovic.
Si bien los dirigidos por Anthony Hudson no preocupaban a Pedro Gallese, todos vivieron el partido con tensión hasta los 65′. Christian Ramos hizo el gol de tranquilidad y celebró como el hombre araña. El Mundial estaba más cerca.
A falta de poco de terminar el compromiso, todos los futbolistas de la ‘bicolor’ que se encontraban en el banco, se pusieron de pie. Comenzaron a colocarse los polos alusivos a la clasificación a Rusia 2018 y no paraban de saltar al borde del campo con los cánticos de la hinchada de fondo.
“¡Se acabó, se acabó! Vuelve Perú a un Mundial, volvemos a un Mundial después de 36 años”, gritaba el narrador, mientras que Ricardo Gareca se abrazaba con Christian Cueva y su comando técnico. Esa imagen del ‘Tigre’, con una sonrisa de oreja a oreja, apretando con sus brazos a ‘Cuevita’ después de hacer historia, perdurará por muchos años ni que decir de ese día.
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