Guido Bellido recibe lluvia de insultos en los exteriores de Palacio de Gobierno: “Naranja podrida”

El parlamentario de Perú Libre no pudo declarar a la prensa con tranquilidad debido al rechazo que generó entre los presentes.

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Guido Bellido recibe insultos mientras habla con la prensa. VIDEO: Canal N

El congresista de Perú Libre, Guido Bellido, recibió el repudio popular en los exteriores del Palacio de Gobierno, hasta donde se aproximó para desarrollar temas de “agenda”, según declaró a Canal N.

El expresidente del Consejo de Ministros le respondía a la prensa sobre la excarcelación del empresario Zamir Villaverde, quien se convirtió en colaborador eficaz al tener pruebas en contra del mandatario Pedro Castillo y compañía, sin embargo, tuvo que dejar su comentario a medias para pedir respeto ante la lluvia de insultos que le caían.

“Mira, en primer lugar, yo no creo que es bueno especular, no es bueno…”, dijo Bellido mientras las ofensas se escuchaban de fondo, hasta que alguien gritó “naranja podrida”, en alusión a una supuesta cercanía con la bancada de Fuerza Popular.

Ante ello, el expremier les pidió mesura: “tranquilos, ¿Qué pasa?”, exhortó a los presentes, luego prosiguió con sus declaraciones. “Nosotros no sabemos de cómo el Ministerio Público está llevando eso (el caso Puente Tarata). No es una cuestión interna, ya tendremos resultados”, continuó.

En ese momento de su diálogo con los medios presentes en los exteriores de Palacio de Gobierno, los insultos se comenzaron a escuchar con más fuerza, pero fueron ininteligibles.

Bellido fue consultado sobre el respaldo de la bancada de Perú Libre para reimplantar la bicameralidad en el Parlamento, a lo que él respondió: “Eso está ya decidido, no vamos a respaldarla porque eso ya se ha consultado a la población, ya se ha expresado, no hay necesidad en este momento”.

Sobre la asamblea constituyente, puntualizó que “es una agenda permanente”. Tras estas palabras, el parlamentario pasó a retirarse entre arengas que exigían el cierre del Congreso.

ACCIONES DE GUIDO BELLIDO

El actuar de Guido Bellido como congresista, y cuando fue primer ministro, ha generado polémica en estos meses. Ya sea por sus declaraciones o sus acciones, el perulibrista ha estado en el ojo de la tormenta.

Una de las últimas actitudes que provocó el repudio de la ciudadanía fue blindar al expresidente Manuel Merino y a sus exministros: Ántero Flores Aráoz, ex premier, y Gastón Rodríguez, ex titular del Ministerio del Interior.

Como se recuerda, el parlamentario Alejandro Cavero, de Avanza País, recomendó a la Comisión Permanente archivar la denuncia constitucional interpuesta contra ellos tres por las muertes de los jóvenes Inti Sotelo y Bryan Pintado, en noviembre del 2020.

El blindaje fue posible gracias a los votos de Acción Popular, Alianza para el Progreso, Avanza País, Fuerza Popular, Podemos Perú, Renovación Popular, Somos Perú y la exbancada oficialista Perú Libre. En total, 22 congresistas se mostraron a favor, 6 en contra y uno se abstuvo.

Lo que generó asombro es que Bellido, junto a Waldemar Cerrón, apoyaron que la denuncia constitucional contra Merino y compañía sea archivada pese a que días previos, cuando se aprobó en primera instancia el informe de Cavero, el líder del partido del lápiz, Vladimir Cerrón, criticó con dureza el voto dirimente de la presidente de la subcomisión, Rosío Torres (Alianza para el Progreso), el cual permitió el blindaje al expresidente.

“El voto dirimente de la congresista Rosío Torres de APP, para favorecer el archivo respecto a los actos criminales contra la juventud, el 14 de noviembre del 2020, queda como un histórico sello de impunidad que el Perú jamás olvidará y fulmina su carrera política”, escribió en su cuenta de Twitter. En dicha ocasión, Waldemar Cerrón se ausentó de la votación.

En su defensa, el expremier escribió en su Twitter que “la comisión incompetente de Cavero, no identificó responsables en muerte de Inti y Bryan y queda en manos del MP dicha tarea. Por más enemigos políticos que sean, la verdad y la objetividad debe imponerse a cualquier subjetivismo. Una falsa acusación exime a los responsables”.

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