Fuente de altas cantidades de vitamina A, las zanahorias son uno de los alimentos que se presentan como perfectos por diversos motivos: son sanos, son ricos y se pueden usar en casi cualquier platillo peruano o del mundo. Además también contienen minerales como el potasio o el fósforo, importantes para cuidar nuestra salud. Casi no hay nadie en el mundo al que no le guste un buen trozo de zanahoria.
Uno de los puntos que tienen a favor las zanahorias es que casi todo el mundo lo puede adquirir debido que es muy barato de conseguir puesto que está disponible todo el año. En la despensas o neveras de todas las casas contar con unas zanahorias es todo un clásico.
En la presente nota te vamos a compartir unos tips para que aprendas a conservarlas de la mejor manera y no se te malogren tan rápido.
CÓMO CONSERVAR LAS ZANAHORIAS EN CASA
La zanahoria es especial no solo por lo descrito líneas arriba, sino también porque hay maneras especiales de conservarlas que te permitirán disfrutarla en plena forma así haya pasado un tiempo considerable.
El primer paso es guardarlas según el estado en el que llegan a casa del mercado. En primer lugar, lo más normal es que estas lleguen enteras, sin lavar y con la hojas bien verdes.
Como de seguro ya sabes que la zanahorias se desempeñan mejor en los ambientes húmedos, por lo que lo más aconsejable es guardarlas en un recipiente con agua. Apenas notas que el agua comience a enturbiarse, la cambias.
Si de repente no tienes mucho espacio en tu cocina para eso, entonces puedes envolver las zanahorias en papel húmedo. El papel toalla es perfecto para esta actividad. Eso sí, si optas por esta manera de conservación, no olvides cortarle las hojas si es que las tuviera aún. Y es que las hojas suelen absorber mucha agua.
MÉTELAS AL CONGELADOR
Otra opción que te puede ser de mucha utilidad es meter las zanahorias en la nevera. Si tampoco tienes espacio en la cocina para mantener sus zanahorias en recipientes con agua, envueltas en papel toalla o, por el contrario, decides emplear un poco más de tiempo en el cuidado de tus alimentos y te duren mucho más tiempo, entonces haz lo siguiente.
Ni se te ocurra meter las zanahorias de frente al congelador. Eso no se hace. Lo primero que hay que hacer es lavarlas, para eliminar cualquier tipo de impureza o restos de tierra que puedan tener.
Acto seguido las pelas, corta ambos extremos y córtalas en la forma que tú quieras. Lo más rápido, y común, es en rodajas, aunque también puedes picarlas en daditos o, si tienes tiempo, al estilo juliana. Todo depende de ti.
Cuando ya las tengas listas, mételas en una olla con agua hirviendo y deja que cuezan un par de minutos. Es decir, solo que empiecen a hacerlo, pero no del todo.
Ten listo otra olla o recipiente con agua helada ya que una vez pasado los dos minutos deberás meter ahí rápidamente las zanahorias. La idea es que se enfríen lo más rápido posible y cortes el proceso de cocción. Hazlo con mucho cuidado para que no sufras quemaduras.
Y ya cuando estén frías, las secas y las guardas en una bolsa para congelar, un taper o donde te sea más cómodo.
Solo de esta manera, se podrán conservar tus zanahorias durante mucho más tiempo y siempre las tendrás listas cuando quieras utilizarlas.
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