A lo largo de este año 2022, el precio de la gasolina se incrementó en un 64%, mientras que la del petróleo subió un 37%, debido al alto costo de refino del crudo. Por ello, el Perú ha tenido que invertir S/ 2.4 mil millones para mitigar el aumento, con la exoneración del ISC a algunos y su ingreso en el Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles.
Este costo duplica los recursos del Fondo de Inclusión Social Energético destinados a emplear el acceso al suministro de energía y la energización rural en el 2022.
El incremento del precio de las gasolinas y demás combustibles es un reflejo del contexto mundial y el precio internacional del crudo de petróleo, su proceso de refinación en el extranjero y los costos de importación. Este, por tipo de cambio, se incrementó en 37% en lo que va del año y superó su valor máximo observado durante la crisis financiera del 2008.
FACTORES EXTERNO
El Perú es un país necesita importar el combustible para cumplir la demanda nacional. Por ello, la cotización internacional de las gasolinas tiene gran influencia en el mercado interno. Entre los meses de enero y mayo, los peruanos demandaron un promedio de 179,000 barriles diarios de diésel, gasolina y gasoholes. Solo el 46% de estos fue cubierto por la producción nacional, el resto tuvo que importarse. Entonces, el 60% del precio del gasoil 90 en julio se explica por la cotización internacional del crudo.
En junio de 2022, el precio de la gasolina alcanzó los S/ 15,3 por galón, siendo un 64% más que lo observado a inicio del año y superando el precio internacional del galón de crudo en S/ 4.3, un máximo histórico. Esto muestra que el incremento del precio internacional de la gasolina ha sido 1.7 veces mayor que el del petróleo.
La diferencia entre la cotización de ambos se explica por la saturación de refinerías a escala mundial. La Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) informó que, en el 2021, la capacidad de refino mundial se redujo en 1%, por primera vez en 30 años. Además, las sanciones comerciales impuestas a Rusia, el segundo exportador de combustibles refinados en el mundo, ha agravado el problema y elevado considerablemente el costo de refino.
Sin embargo, pese a la incertidumbre, la IEA estima que en el año 2023 la capacidad de refino se incremente en un 3%.
IMPLICANCIA DE FACTORES INTERNOS
No obstante, existe aún la idea de que el aumento de los precios de combustibles se debe al mayor margen cobrado por Petroperú para cubrir el costo de la modernización de la refinería de Talara. Sin embargo, Carlos Paredes, expresidente de dicha institución, descarta esa idea.
Paredes explica que la competencia con los importadores de combustibles pone un límite al margen de refino de la petrolera estatal. Esto quiere decir que si Petroperú elevara sus precios, los distribuidores mayoristas nacionales optarían por adquirir el combustible (diesel y gasolinas) en el extranjero. Esto mantendría los precios para mayoristas en un margen muy similar a las cotizaciones internacionales, lo cual terminaría brindando un mayor margen a la petrolera estatal, no al revés.
Otro debate es el relacionado a contar con más refinerías en el Perú o que la ubicada en Talara podría permitir mantener los precios en un margen más bajo. Pero esto sería solo posible si vendieran el producto por debajo del precio internacional, lo cual generaría pérdidas financieras.
Los costos de la inversión de las refinerías serían tales que, al no cobrar el combustible a un precio elevado, tendrían que ser cubiertos por todos los peruanos. Por ello, Paredes resaltó que el problema de los precios es algo transitorio, pero destinar recursos públicos para invertir en una refinería traería frutos en unos 30 años. Hacerlo solo para mitigar el problema actual no sería razonable.
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