Las ganas de conocer a Gianluca Lapadula un poco está latente luego de su gran desempeño con la selección peruana. A pesar de no haber conseguido el objetivo final luego de perder en el repechaje a Qatar 2022, los hinchas le guardan un gran cariño al delantero del Benevento por cómo trabaja en el terreno de juego y por cómo se muestra ante los fanáticos cada vez que es requerido. El futbolista presentó su libro a fines de junio y este 9 de julio se pudo conocer el primer capítulo de su autobiografía.
En estas primeras hojas del escrito, el ‘Bambino’ da detalles y explica por qué le dijo no a la ‘blanquirroja’ en primera instancia. Recordemos que Ricardo Gareca viajó exclusivamente a Italia para conversar con él e intentar convencerlo para que represente a la ‘bicolor’. Sin embargo, recibió una respuesta negativa en ese momento.
“Sé de sobra que, durante mi primera aproximación a la selección peruana, cuando estaba en el Pescara y a poco de mudarme al Milan, recibí muchas críticas por haber dejado pasar la oportunidad. Me reafirmo en que la situación que vivía hizo que me pareciera forzado. Entiendo que para un hincha mis razones puedan resultar poco comprensibles; sin embargo, para mí no lo eran. Pasaba por un tema deportivo físico e, incluso, cultural. Por citar nuevamente otra realidad, hay algo que los italianos tienen en común: su poca predisposición a salir del país. Para un futbolista italiano, la realización personal puede estar en casa. No es necesario irse de la patria para construir una carrera profesional; con ingresar a la Serie A en la Juventus, al Milan, al Inter, al Napoli, la Roma o la Fiorentina es posible llegar al pináculo del mundo y darse por servido”, se puede leer en las primeras líneas.
El futbolista de 33 años había marcado 30 goles en 46 partidos con el Pescara en la segunda división de Italia. Luego de su estupemada temporada 2015-16, el AC Milan se fijó en él y se lo llevó a la primera división. Sin embargo, su rendimiento no fue el esperado y solo marcó 10 goles en 30 cotejos, números que en un equipo grande no son los suficiente.
Luego continúa: “Y mi mundo en ese momento era Italia. No tenía otro. Incluso cualquier lugar de Europa —un continente relativamente pequeño— era bastante próximo a la realidad en la cual crecí. No habría sido justo elegir una selección de la que solamente tenía referencias en búsqueda de una oportunidad profesional. Prefiero ser honesto y expresarlo con estas palabras. La vida da tantas vueltas que uno puede cambiar de parecer. Puede cambiar de creencias, de religión, de dieta, de clima. Puede abandonar la paz y meterse en una revolución o puede ser un personaje intenso y detenerse para vivir en calma. La mejor condición humana es precisamente la que nos permite adaptarnos al cambio”.
En los siguientes párrafos de su libro, ‘Lapagol’ cuenta lo enamorado que está del Perú y cómo define ser de este país desde la camiseta de la selección peruana. “La blanquirroja resume lo que es ser un peruano: la pasión, el valor, la resistencia, la perseverancia, la calidez. ¿Cómo no enamorarse de todo ello?”, se peude leer.
LAPADULA HABLA Y SU ADMIRACIÓN POR FRANCISCO BOLOGNESI
Gianluca Lapadula reveló en su libro la admiración que tiene por uno de los personajes más reconocidos de la historia del Perú, Francisco Bolognesi. El delantero encontró muchas similitudes de su personalidad con la de este defensor de la patria peruana, que también tuvo padre italiano, como el futbolista del Benevento.
“Fue en esas lecciones que descubrí el sacrificio del coronel Francisco Bolognesi y me convertí en un gran admirador suyo. Al igual que yo, Bolognesi fue un hijo de italiano con una dama peruana. Repasé su vida, me impresionó mucho el testimonio de su valor sin límites. Leí varias veces sus comunicaciones telegráficas, donde expresaba sus decisiones resueltas. Iba a dar la vida si fuera necesario. Era exactamente el ejemplo que necesitaba seguir para continuar. Cualquiera, en su lugar, hubiera abandonado la empresa de defender el morro de Arica y, a pesar de la enorme desventaja que se presentaba frente a él y sus hombres, decidió resistir. Pensé en su actitud y en la frase emblemática que lo hace inconfundible y he hecho mía: ¡Nos quedamos aquí hasta morir para defender nuestra tierra! ¡Hasta quemar el último cartucho!”, se lee en el escrito.
“Comprobé la similitud que nos une: una tendencia valerosa cuando nos toca defender algo que es nuestro, y que creo nos permite sacar de adentro algo que tampoco conocemos”.
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