A través de una investigación periodística, esta semana se dio a conocer que el proyecto secreto “Caliche” del Ejército de Chile habría “husmeado” las comunicaciones militares de países limítrofes, en particular las del Perú. Este nuevo caso de espionaje ha generado gran controversia, debido a que no es la primera vez que ocurren este tipo de actos entre ambas naciones.
“Los países no tienen amigos, tienen intereses”, explica Jorge Moscoso, extitular del Ministerio de Defensa (Mindef), a Infobae para comprender el proceder del país sureño. Según comenta, con Chile manejamos “una relación solo de buena vecindad”, a diferencia de otros países con los que se tiene un poco más de acercamiento, como Colombia, Brasil e, incluso, Ecuador, pese al conflicto pasado.
“Lo sucedido llama a la reflexión respecto a la necesidad que tienen nuestras Fuerzas Armadas de contar con las capacidades para poder evitar que esto suceda raíz del uso de la tecnología, requerimos tener un control mucho más estricto de lo que es todo el espectro electromagnético. Vemos cómo están sucediendo, eventualmente, casos de hackeo a determinados aspectos de comunicaciones en diferentes sectores del Estado”, manifestó el también exjefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas del Perú.
“Eso significa que, en el tema de ciberdefensa, nuestras Fuerzas Armadas tienen que, a través de la asignación de recursos que le corresponden entregar al Ministerio de Economía y Finanzas, mejorar su capacidad para evitar que sucedan casos como el que acaba de salir a la luz y que vienen desde el año 2005″, agregó el exministro del gobierno de Martín Vizcarra.
¿Este sería un llamado de atención para las Fuerzas Armadas del Perú?
- Existe la inteligencia y la contrainteligencia. La información que reveló la prensa en Chile establece el hallazgo de una información a través de un disco duro, habría que entrar un poco más en detalle respecto a que información es la que tenían y cuáles son las fuentes. No quiero especular, pero nosotros tenemos que estar al mismo nivel o misma intensidad tanto en nivel estratégico operacional e, incluso, a nivel táctico. Ahí entramos en la necesidad de mejorar nuestras capacidades, pero eso ya está en las manos del presidente de la República.
¿Qué mecanismos se activan cuando ocurren actos de esta índole?
- El sistema de contrainteligencia está totalmente activo, a todo nivel. Ahora, a razón de posibles ciberataques, hay muchísimo más nivel de acuciosidad respecto a toda la parte de telecomunicaciones. Entonces, esta noticia debe estar siendo evaluada por el Estado Mayor y los comandos operacionales respectivos para revisar protocolos, procedimiento y, eventualmente, determinar alguna situación de vulnerabilidad.
¿Cuál debería ser la actitud del Gobierno peruano ante lo ocurrido?
- Tenemos que tener presente que las Fuerzas Armadas requieren mejorar sus capacidades con la asignación de recursos. Esta sería una primera acción. Luego, como este espionaje ya es de conocimiento público, correspondería a la Cancillería, a través de la Embajada del Perú en Santiago, pedir información a través de los canales correspondientes para ver cuál es la situación, qué tipo de información es la que se ha obtenido y, eventualmente, activar las coordinaciones correspondientes que nos permita determinar el tipo de información recabada y la fuente de donde se ha obtenido. No hay que ser alarmistas, pero tampoco ingenuos.
¿Podría existir comunicación interna entre los Altos Mandos de ambos ejércitos para esclarecer los hechos?
- Dentro del concepto de buena vecindad, y por lo que esto ya es de conocimiento público por medios chilenos, este tema puede ser tratado en una reunión de Altos Mandos. La confianza se basa en la transparencia, y eso es algo que nos han enseñado desde muy jóvenes en las Fuerzas Armadas. Si yo estuviera en la situación, le pediría alguna información adicional al otro ejército.
¿Esto resquebraja la relación bilateral entre ambos países?
- Pienso que, siguiendo el canal diplomático, se debería pedir la ampliación de esta información. Si se determina algún tipo de vulneración de este principio de confianza, que ya ha sido evidenciado a través del proyecto Caliche, sí correspondería una expresión de disculpas, porque se está vulnerando este esquema.
La Cancillería tiene un trabajo interesante que realizar. Todo con la base de que hay que construir confianza para el futuro. Tengan la seguridad de que las Fuerzas Armadas están preocupadas por mejorar sus capacidades estratégicas.
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