Este miércoles, dos periodistas de Cuarto Poder fueron retenidos por ronderos del distrito de Chadin, en Cajamarca, durante cinco horas. Tras el hecho, diversos políticos, instituciones del Estado y gremios de prensa se pronunciaron casi inmediatamente, en solidaridad con Eduardo Quispe y su camarógrafo, Elmer Valdiviezo; menos el presidente Pedro Castillo y su primer ministro, Aníbal Torres. Tras ser liberados, el periodista contó lo que vivió y señaló que quien debe pronunciarse y hacer algo es el mandatario.
“Más allá de cualquier entidad del Estado, el que debería responder por lo que ha sucedido ayer es el presidente por una razón básica. Quien se ampara en las rondas campesinas y en la justicia las rondas campesinas es el propio presidente de la República. Quien siempre ha tenido un discurso azuzador contra la prensa es el presidente de la República”, declaró a Canal N.
“Entonces a él le toca responder por lo que a nosotros nos sucedió ayer. Muchas instituciones del Estado pueden hacer mucho, pero el responsable político de esto y la persona que debería dar una declaración, aprovechando que hoy está en Cajamarca (...), es el señor Pedro Castillo”, finalizó.
El periodista también señaló que de momento, según lo informado por el equipo de Cuarto Poder, el Ministerio Público y la Policía ya estarían actuando para recuperar el equipo periodístico sustraído (la cámara y tarjetas de memoria de Valdiviezo) y esclarecer los hechos.
En el momento del enlace telefónico, ambos se encontraban ya en el aeropuerto para regresar a Lima.
CINCO HORAS RETENIDOS
Quispe señaló que llegaron a la zona alrededor de las 4:30 p.m. y fueron retenidos hasta las 9:30 p.m. Junto a los dos periodistas estaba un conductor particular, de apellido Cabrera, que habían contratado para movilizarse.
Todo esto se habría dado luego que los campesinos, a través de un video del programa del domingo pasado, comprobaron que él había sido el encargado de investigar y divulgar la noticia de que la cuñada de Pedro Castillo, Yenifer Paredes, había ofrecido a los vecinos obras de saneamiento, aparentemente a nombre de una empresa.
“Lo que sucedió es un secuestro de parte de las rondas campesinas. Esto surge cuando nosotros estábamos grabando en la zona y nos identifican como periodistas de Cuarto Poder. (...) Uno de los ronderos, en un video, ve la denuncia que hicimos la semana pasada, (donde) a mí me tocó presentarlo en el set. Él me reconoce y comunica a todos (...). Ahí es donde la situación se termina de complicar más”, contó primero.
Recalcó que no fueron víctimas de violencia física, pero sí de violencia verbal y constantes amenazas. Dijo que intentó explicar la importancia de la denuncia hecha en el programa o de su trabajo, pero no logró entablar una comunicación concreta con ellos. “El grito más alto era el que mandaba la discusión”, describió.
“Era básicamente una molestia por lo que ellos interpretaban como una denuncia que perjudicaba a su comunidad, porque desde su visión no había nada malo. (...) En un momento, mis compañeros y yo atinamos a simplemente quedarnos callados y ver qué pasaba las primeras horas y fueron 5 horas, la verdad, muy tensas, hasta que se llega este acuerdo entre comillas, porque evidentemente nosotros no estamos de acuerdo con lo que se dijo al aire”, relató.
La condición para lograr ser liberados fue que leyeran un comunicado en vivo, donde se retractaron por lo que presentaron en el reportaje. Según contó Quispe, los ronderos le dictaban lo que querían que se diga y él escribía. En este comunicado dijo dar cuenta de las necesidades de la zona y que estaban “sanos y salvos”.
“El canal accede a dar este comunicado y después de una hora más, se quedaron con la cámara del compañero, con sus memorias y recién ahí nos dejaron ir. Nos subimos al carro, porque antes era imposible, nos habían puesto piedras en las llantas, piedras en el camino”, contó.
Tras dar el comunicado y, como cuenta Quispe, luego de una hora más y de ver sustraídos sus equipos periodísticos, se subieron al auto y se fueron por cuenta propia. Por la prisa de salir rápido del lugar, encontraron a la Policía más abajo en el camino.
“Nosotros salimos de ahí por nuestra cuenta, a la Policía la encontramos mucho más abajo, en el camino, ya con la premura de salir rápido de la zona. Después, sí, la Policía, a quién agradezco, no son escoltados y estuvo a nuestro lado (...) hasta hoy en la madrugada”, explicó.
ESCUCHA EL COMUNICADO COMPLETO AQUÍ:
TEMIERON POR SU VIDA
Eduardo Quispe contó que, si bien nunca los amenazaron explícitamente de muerte, él y sus acompañantes sintieron que sus vidas peligraban en ese momento. Por ello accedieron a leer el comunicado y a todas las exigencias que les hicieron.
“Hay que ser honestos, en ningún momento hubo la frase ‘los vamos a matar’, pero no era necesario. Estás en un lugar tan lejos de alguna ciudad, sin comunicación. (...) Entonces, no había necesidad de la frase explícita como para sentir nosotros que nuestra vida corría riesgo”
Ni el periodista ni su camarógrafo tenían comunicación en ese momento, por lo que su miedo era mayor. La llamada con el canal de televisión fue a través del teléfono del chofer particular que habían contratado.
“En ese momento, nosotros hemos accedido a todos sus pedidos porque estamos en una situación difícil, de no hacer eso las amenazas que nos daban era que nos iban a llevar a la 1, (...) que nos iban a hacer dar las rondas. En un momento, nos pidieron quitarnos los zapatos para caminar, por suerte ese grito no fue tan alto como otros y no sucedió”, contó.
“En un momento les digo: ‘Bueno, entonces, ¿qué van a hacer? ¿Nos van a golpear o matarnos?’ Y uno de ellos me dice [con un chicote]: ‘No, tú no te preocupes por eso, tú tranquilo nomás, todo esto va a pasar’. Entonces era un discurso fuerte, bastante amenazante, y por eso nosotros tuvimos que acceder a todas las condiciones que ellos nos dieron”, agregó.
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