Este lunes, el ministro de Salud, Jorge López, informó que, debido a la cuarta ola de contagios de COVID-19 que vive el Perú, el gobierno ha tomado la decisión de retomar el carácter obligatorio de la mascarilla en espacios abiertos. ¿Se trata de una iniciativa efectiva para afrontar el incremento de casos positivos de coronavirus en el país? Infobae se contactó con la Defensoría del Pueblo y el Colegio Médico del Perú, quienes afirmaron que esta medida está enfocada en ambientes de bajo riesgo de contagio. Los representantes mencionaron que se deben implementar estrategias para prevenir casos positivos en zonas de alto riesgo. Sobre todo, fortalecer la vacunación.
Los casos positivos de COVID-19 en Perú han aumentado en un 70% durante los últimos siete días, según la sala situacional del Minsa. Más de 17,000 contagios se registraron en el país en la reciente semana. Para el Ministerio de Salud, una de las formas de enfrentar este nuevo panorama es el retorno a la obligatoriedad de las mascarillas en espacios abiertos. Sin embargo, esta iniciativa fue cuestionada por la Defensoría del Pueblo a través de un comunicado en redes sociales. “Las medidas de prevención de COVID-19 deben estar sustentadas en la evidencia científica disponible, considerar el estado actual de la pandemia e ir acompañadas con la aprobación de normas de manera oportuna”, informó la entidad.
¿Por qué es importante evaluar la norma que promueve el uso obligatorio de las mascarillas en campos abiertos? Según Carlos Almonac, Jefe del Programa de Salud de la Defensoría del Pueblo, los ambientes que cuentan con alto flujo de ventilación son lugares con bajo riesgo de contagio de COVID-19. Por ello, es poco lógico implementar la mascarilla donde hay pocas probabilidad de adquirir el virus.
“Lo único que está cambiando el Ministerio de Salud en este momento es decir que se tome el uso de mascarillas obligatorias en espacios abiertos, donde no existe riesgo de aglomeración y, precisamente, en estos espacios que era la única excepción el riesgo de contagio es mucho menor en comparación a lugares concurridos a lugares cerrados. Por eso, tendría que sustentar con evidencias el porqué está incorporando nuevamente las mascarillas en lugares abiertos y sin riesgo de aglomeración”, acotó.
Almonac resaltó que las medidas deben dictarse y acompañarse de un plan de acción que permita lograr el objetivo deseado. En el caso de las mascarillas, indicó que debe ir acompañado de una correcta fiscalización, pues existen muchos lugares cerrados donde no se utiliza la mascarilla y la probabilidad de un contagio es mucho mayor.
“El Ministerio de Salud ha dejado el proceso de fiscalización sobre el uso correcto de las mascarillas, sobre todo, en espacios cerrados. Existen bares, restaurantes, incluso reuniones donde los funcionarios públicos también participan y no se fiscaliza el uso correcto de mascarillas [...] si vamos a priorizar, como dice el Ministerio, la mascarilla en espacios abiertos sin riesgo de aglomeración, pero dejando de lado los espacios cerrados con los espacios donde hay riesgos de aglomeración, entonces esto va a ser una medida que no sería muy lógica”, explicó.
De acuerdo al especialista, el carácter obligatorio de las mascarillas debe implementarse en los lugares donde el riesgo de contraer COVID-19 es alto y no en zonas abiertas, donde las personas pueden interactuar en un ambiente de baja exposición al virus.
“Las mascarillas deberían ser obligatorias y fiscalizables en los lugares donde el riesgo de transmisión es mayor. Estamos hablando de lugares cerrados y lugares con mayor aglomeración, pero en aquellos lugares que son abiertos y no hay riesgo de numeración, no tendría mucho sentido utilizar mascarillas o retomar su obligatoriedad cuando el riesgo es mínimo, es menor”, enfatizó.
Por otro lado, el miembro de la Defensoría del Pueblo señaló que es necesario que el Ministerio de Salud enfoque sus esfuerzos en regiones donde hay mayor brechas de vacunación, pues las personas que no están vacunadas están más propensas a presentar cuadros graves de COVID-19.
“Lo que ahorita tenemos son normas que, en la práctica, no se cumplen. Entonces, es necesario que se hagan ajustes y si bien no todo se puede fiscalizar, como lo que ocurre con el carnet de vacunación, es importante en todo caso que se fiscalice de manera aleatoria y en lugares donde están las brechas de de cobertura de vacunación”, declaró.
LA MEJOR ARMA CONTRA EL COVID-19: LA VACUNACIÓN
En más de dos años de pandemia, los ciudadanos han adquirido conocimiento sobre las medidas de prevención ante la COVID-19. Por ejemplo, el distanciamiento social, lavado de manos, evitar lugares cerrados y el uso de mascarillas. Sin embargo, la medida más efectiva para combatir un cuadro de coronavirus es la vacunación. Para el decano del Colegio Médico del Perú, Raúl Urquizo, las vacunas son el elemento principal en el combate contra la nueva ola de contagios en el país.
“Lo más importante en estos momentos es la vacunación, el distanciamiento y evitar estar en ambientes cerrados. No solo por el COVID-19, también por la influenza [...] Las vacunas nos van a proteger de las nuevas variantes, no van a evitar que se contagien. Sin embargo, quien no tiene la vacuna se puede enfermar y llegar a morir por un cuadro grave”, alertó.
El médico expresó su preocupación ante la baja cobertura de la vacunación en el país y recomendó a los ciudadanos acudir por la dosis de refuerzo o por el esquema completo de vacunación. Según informó, la mascarilla ayudará a evitar un contagio, pero recibir la dosis correspondiente permitirá al sistema inmune a combatir la enfermedad.
“La mascarilla brinda protección no solo contra elCOVID-19, sino también contra la influenza, que está aumentando significativamente. En Arequipa, en dos meses han fallecido 70 personas mayores de 60 años por influenza”, añadió
Por su parte, el Decano precisó que si bien el uso de las mascarillas contribuirá a la protección de las personas, esta medida también va acompañada del “autocuidado de cada uno” en esta nueva ola de contagios.
“El uso de las mascarillas tiene sus ventajas. Evidentemente, si está en ambiente muy abierto, libre y no hay gente, no es necesario usar mascarilla. Pero si hay aglomeración de gente en el parque, no sabemos si la persona que está a nuestro lado puede ser portador y puede contagiarse [...] Eso va a depender del autocuidado de cada uno”, advirtió.
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