Las claves para que el ingreso libre a las universidades públicas sea una medida exitosa

Esta semana, el Poder Ejecutivo anunció que el proyecto de ley que propone el ingreso libre a las universidades, promesa de campaña de Pedro Castillo, ha sido aprobado en Consejo de Ministros.

“Impulsaremos una política de ingreso libre a las universidades de educación superior. Este sistema funciona bien en otros países y consideramos que aquí pasará lo mismo”, expresó el jefe de Estado durante su primer mensaje a la Nación en el 2021.

El Ministerio de Educación ofreció algunas precisiones a nivel general:

- La propuesta será establecida como una nueva modalidad de admisión en universidades, institutos y escuelas tecnológicas y pedagógicas públicas licenciadas para los estudiantes con alto rendimiento académico que se encuentran en condición de pobreza o en situación de vulnerabilidad.

- En su primer año proyecta beneficiar a 6 mil estudiantes, a los que se les brindará una beca para cubrir los gastos de manutención durante todo su tiempo de estudios, además de acceder a una plataforma de orientación vocacional e identificación de aptitudes.

Para el exviceministro de Gestión Pedagógica y docente principal del departamento de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), Flavio Figallo Rivadeneyra, este proyecto tiene como objetivo favorecer el ingreso de alumnos excelentes de secundaria a las universidades nacionales.

Agregó que se debe asegurar que se mantenga la calidad de la universidad, lo cual requiere mayores recursos. “Hay que asegurar que haya una supervisión lo que requiere que el gobierno no se tire abajo la Sunedu, sino, ¿cómo se supervisa desde fuera que esto esté caminando correctamente?”, expresó.

El profesor de la PUCP sostuvo que los alumnos que han demostrado un buen desempeño en la educación básica, tienen muchas probabilidades de culminar sus estudios superiores con éxito. Sin embargo, para el grupo al cual está dirigido esta modalidad de ingreso, hay una serie de condicionantes que harían que esta probabilidad disminuya, por ejemplo: dejar a sus familias y su entorno social.

“Se requiere apoyo emocional y educativo. Es un esfuerzo que la universidad tiene que hacer para recibir a estos chicos de una manera especial”, enfatizó.

Por su parte, el docente de la academia preuniversitaria Ipluton, Dante Mascaro Navarrete, contó que durante sus 28 años como docente preuniversitario ha conocido casos de alumnos que han ingresado en los primeros puestos a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) y no han terminado sus estudios debido a que no tienen un buen desarrollo emocional.

“No solo es la parte académica, están viendo solo una parte del problema y es mucho más grande que eso. Los jóvenes no están preparados”, agregó.

En ese sentido, explicó que los estudiantes deben contar con un buen desarrollo psicológico y emocional, para que, al cursar sus estudios superiores, tengan la capacidad de resolver cualquier problema o duda que se les presente.

Esta nueva modalidad de ingreso a las universidades plantea además el acceso a los institutos y escuelas tecnológicas y pedagógicas públicas

Rivadeneyra argumentó que son muy pocos los institutos que han sido licenciados: “Hace dos años no se licencia ninguno, entonces la calidad de los institutos públicos en general está en cuestión, para no decir que es mala”.

En esa línea, consideró que el mecanismo de becas podría funcionar mejor como en el Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec).

“Se podría promocionar mucho mejor eso en el caso de los institutos para que puedan acceder a los buenos institutos privados, donde su calidad es mejor”, puntualizó el exviceministro de Gestión Pedagógica.

En tanto, Mascaro Navarrete manifestó que en este momento el ingreso directo a las universidades no es viable, principalmente por el nivel educativo en las instituciones nacionales.

“Se tendría que haber empezado por la secundaria y luego el ingreso directo. El nivel que tienen los estudiantes de los colegios nacionales no está de acuerdo con el nivel de la universidad”, indicó.

Además, señaló que el Estado debería tener como prioridad que la educación pública esté al mismo nivel o, incluso, superior al de un colegio particular: “En los Colegios de Alto Rendimiento (COAR) los chicos postulan a universidades internacionales. Es un trabajo excelente que debería ser replicado a los colegios nacionales”.

Hasta el momento esta iniciativa no ha sido enviada al Congreso de la República por lo que aún se desconocen los detalles técnicos y el plan presupuestal destinado para la ejecución de esta nueva modalidad de admisión a la educación superior.

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