El presidente de la República, Pedro Castillo, decidió ayer apartarse de Perú Libre a poco de cumplir un año de gestión. Esto en respuesta a la solicitud de renuncia a su militancia hecha el martes por la agrupación del lápiz que lo acusó en un comunicado público de que era el responsable de la disidencias en la bancada parlamentaria y por no aplicar el ideario marxista de Vladimir Cerrón en el gobierno.
Infobae entrevistó al excongresista Richard Arce, quien menciona que este asunto es mas que una estrategia de Cerrón para recuperar su cuota de poder en el Ejecutivo. Además, adelanta que no le extrañaría que PL se una a la oposición para destituir a Castillo ante una posible nueva moción de vacancia en el Congreso.
Perú Libre le pidió al presidente Pedro Castillo que renuncie a su militancia. ¿Usted cómo interpreta este gesto?
Mi lectura es un ajuste de cuentas en Perú Libre en vista de que la descalificación y los problemas que tiene Pedro Castillo ponen en riesgo las candidaturas que tienen en las elecciones regionales y municipales. Por otro lado, también podría haber otro tipo de intereses que están más relacionados a la repartija del poder. Cada vez que Cerrón pierde espacio en el Ejecutivo cuando le quitan algún ministerio, su respuesta es que le quita su respaldo a Castillo en el Congreso porque gracias a la bancada cerronista no está expuesto a la vacancia o una acusación constitucional como la que podría verse en las próximas semanas.
En el comunicado de PL acusan al presidente de fracturar a la bancada, no implementar el ideario de Cerrón e impulsar dos partidos.
Para mí, esos son solo pretextos. Han buscado la forma para tener argumentos “consistentes”. En realidad, esto es una pugna por el poder porque, evidentemente, ellos se han aprovechado de la informalidad del gobierno para copar puestos.
Este gobierno empezó con el cerronismo, luego se alineó a la izquierda progresista y acabó con Aníbal Torres, quien no es muy ideologizado. ¿A qué etapa podríamos entrar ahora?
En realidad, nunca han tenido un plan o un proyecto país. Lo que se ha visto es improvisación y salidas de momento para poder presentar las propuestas del gobierno. En ese escenario, sumado a la informalidad, también aparece lo más grave que son las denuncias por corrupción. Lamentablemente, estas acusaciones no están llevando a una situación extrema.
¿Castillo queda expuesto a una nueva moción de vacancia?
Esa ha sido su situación permanente. [Pedro Castillo] Se expone frecuentemente y ahí aparece el respaldo de “Los Niños” de Acción Popular. Es un gobierno tan débil que no ha entendido la complejidad de asumir una responsabilidad tan grande. Esta improvisación hace que tengan ocasionalmente aliados. Como te decía, “Los Niños”, puede ser APP y Somos Perú en algunas votaciones. Habrá una reconfiguración de fuerzas. Perú Libre ya no cuenta con 37 congresistas porque apenas llegan a 15. También está el Bloque Magisterial y pequeñas bancadas. Solo habrá una reconfiguración del espacio de poder que tiene en el Congreso. Sin embargo, el tema de fondo es que están exponiendo al país con una evidente irresponsabilidad. No tienen nada concreto ni planificado para gobernar. Todo se presta más al cuoteo y la repartija del poder. Cerrón es capaz de aliarse a los sectores golpistas, como la extrema derecha, para la elección del Tribunal Constitucional.
Congresistas de Perú Libre dicen que no se sumarán a los planes golpistas de la oposición. ¿Usted ve algo de chantaje en este asunto?
[El pedido de Perú Libre al presidente Castillo para que renuncie] Es una estrategia malévola porque el objetivo es recuperar su cuota de poder. Es una especie de extorsión.
¿Que podría ser a cambio de no respaldar la vacancia?
No creo que haya una moción de vacancia, sino una acusación constitucional que significa solo llegar a 66 votos. Con la vacancia se necesitan 87 votos, lo cual resulta más complicado. Al saber que la acusación procede con 66 votos, se abre un espacio en el que puedan negociar.
La Comisión de Fiscalización presentó su informe final en el que acusa al presidente Castillo por los presuntos delitos de organización criminal, cohecho pasivo propio, tráfico de influencias, negociación incompatible o aprovechamiento indebido del cargo, y enriquecimiento ilícito. ¿Complica más su situación?
Por supuesto, pero lo que han hecho es una recopilación de información periodística.
Entre las recomendaciones se plantea acusarlo constitucionalmente. ¿Esto debe proceder?
Sí, claro, la acusación constitucional es lo más viable que cualquier otra pretensión.
En su columna en Perú 21 indicó Vladimir Cerrón tiene esperanza que, ante un hipotético adelanto de elecciones, pueda volver a postular con algún recurso presentado ante el Tribunal Constitucional. ¿Usted cree que esa sea la siguiente jugada del líder de PL más allá de lo que pueda pasar con el gobierno?
Eso es indudable. Cerrón hubiese postulado hace mucho tiempo a la presidencia si no tuviera esta restricción legal [condena por corrupción]. Iba a ser el candidato de Perú Libre, pero tiene este impedimento de la muerte civil. Entiendo que el acuerdo para la elección del Tribunal Constitucional es una prebenda para que cuando tenga la oportunidad para presentar su hábeas corpus lo admitan, salga su proceso y le permitan postular. Esa es su estrategia. Entonces, ese horizonte le convendría si hay elecciones adelantadas porque lo más probable es que en los próximos dos o tres años salgan las sentencias de sus otros procesos. Pienso que está jugando a tumbarse al gobierno para presentarse. [Vladimir Cerrón] Piensa que los votos que Castillo obtuvo son gracias a él.
Pareciera que no entiende que su ideario contó con menos del 20% de respaldo a nivel nacional.
Evidentemente fue una respuesta natural del sur que tenía que buscar un respaldo a una izquierda como tradicionalmente lo ha hecho en época de elecciones. Sin embargo, este apoyo no lo han sabido capitalizar. No es que la gente respalde ese ideario anacrónico y trasnochado. El sector radical en el Perú no pasará del 3%, cifra que no le alcanza a Cerrón para pasar la valla. Si hay nuevas elecciones, creo que el resultado que tendrían sería bastante negativo.
¿El exministro Juan Silva se entregará a la justicia así como dice su abogado?
No le creo absolutamente nada al abogado de Juan Silva porque es un embustero. Ahora, aquí hay una cuestión objetiva: el día que Silva y Pacheco caigan, ninguno tendrá la personalidad para inmolarse, sacrificarse y pasar 20 años en la cárcel solo por tenerle lealtad a Castillo. Veo que estos personajes son capaces de vender su alma al diablo en cualquier momento.
¿Usted cree que si Silva, Pacheco y el sobrino del presidente Castillo son capturados, no van a tener el más mínimo reparo de contarlo todo?
Exactamente.
Si Castillo es vacado, la vicepresidenta Dina Boluarte asumiría. ¿Ese escenario sería viable?
El caso de Dina Boluarte está más complicado. Su acusación constitucional ya está en marcha. Inclusive, saldría más antes que la de Pedro Castillo para que se allane el camino en el Congreso, donde se esta buscando un espacio para asumir la presidencia y se lidere el proceso de transición.
Si Castillo y Boluarte caen, en el Congreso hay algunas voces que apostarían por solo convocar a elecciones presidenciales cuando deberían ser generales.
La salida evidente es el adelanto de las elecciones. El Congreso se va aferrar con todo. El día que debata y vote la acusación constitucional de Pedro Castillo, empieza la cuenta regresiva para el Congreso.
¿Cuánto afectará el gobierno de Castillo y Cerrón a la izquierda peruana?
Definitivamente, será una mochila pesada que tendremos que cargar. Así como le pasa al fujimorismo con el lastre del montesinismo, va ser algo parecido para la izquierda. Este no es un gobierno de izquierda, sino de aventureros políticos. La gente va decir “ahí tienes a tu gobierno de izquierda”. Será una carga muy pesada. Es un fracaso rotundo que, además, se complementa con los casos de corrupción del presidente.