Ricardo Gareca, el hombre que nos devolvió la fe: sus 7 años al mando de la selección peruana

Luego de su participación en el Mundial 1982, la selección peruana cayó en un hoyo del que no pudo salir por mucho tiempo. Pero como no hay mal que dure 100 años, ni cuerpo que lo resista, en la Videna se instaló un hombre que le devolvió la fe a un golpeado Perú: Ricardo Gareca. A él le pidieron clasificar a Qatar, pero respondió que Rusia era posible. Su historia, en 7 años.

Es importante recordar cómo llegó a Perú. Para esto, él ya tenía una experiencia en suelo nacional, cuando dirigió a Universitario de Deportes en el 2007 y 2008 e incluso pudo salir campeón del Torneo Apertura en su último año. Este previo conocimiento del fútbol peruano le otorgó una ventaja sobre otros candidatos y fue lo que convenció a Juan Carlos Oblitas, nombrado director deportivo en aquel entonces, para apostar por él.

En conferencia de prensa, bajo la presidencia de Edwin Oviedo, fue presentado como nuevo entrenador de la selección peruana el 3 de marzo del 2015. Las frases que dejó servirían para conocer un poco más de su mentalidad y de lo que podía pasar más adelante, aunque destacaron dos por encima del resto: “Es el desafío más importante de mi vida dentro de mi carrera deportiva” y “creo en el jugador peruano”.

De hecho, su primer reto mayor sería afrontar la Copa América de Chile ese año. En dicho certamen, Claudio Pizarro, Juan Manuel Vargas, Diego Penny, Carlos Lobatón, Jair Céspedes, entre otros más, serían llamados. Pero lo que sorprendió a todo el país fue la inclusión de Christian Cueva, un jugador que había tenido una trayectoria irregular en cuanto a temas extradeportivos. No era precisamente el más disciplinado, aunque el argentino vio algo en él para llevarlo.

Y no tardaría en responder, ya que en el duelo del debut ante Brasil marcó el 1-0 parcial, aunque el resultado final hasta sido un 2-1 en contra. Posteriormente, la victoria 1-0 ante Venezuela y el empate 0-0 con Colombia les permitieron a la ‘blanquirroja’ poder clasificar a la siguiente etapa. Un triunfo 3-1 contra Bolivia les dio el pase a las semifinales, donde se enfrentaron con los anfitriones. Lamentablemente, fue una caída por 2-1, por lo que tuvo que jugar por el tercer lugar ante Paraguay, un puesto con el que finalmente se haría tras ganar por 2-0.

Luego de un par de amistosos, las Eliminatorias Sudamericanas rumbo a Rusia 2018 iniciarían el 8 de octubre de ese año, pero con resultados estrepitosos: 4 derrotas, 1 triunfo y 1 empate. Los dos últimos duelos de esta primera mitad fueron ante Venezuela y contra Uruguay. Con la ‘vinotinto’ llegaría lo que más adelante significaría “el recambio generacional”. Y es que cuando el marcador iba 0-2 abajo, Gareca dio entrada a Raúl Ruidíaz y Edison Flores (jugaban en Universitario), sacando a Pizarro y Farfán. Y le funcionó: el ‘Orejas’ asistió a la ‘Pulga’ en el primer gol y este último asistió a Paolo Guerrero para el empate final.

Pero la Copa América Centenario de Estados Unidos 2016 fue el punto de inflexión para el ‘Flaco’, probando nuevos elementos que más adelante le darían frutos como Aldo Corzo, Miguel Trauco, Andy Polo, Luis Abram, Ruidíaz, Flores y otros nombres. A pesar de que la eliminación llegó en cuartos de final ante Colombia, el DT ya iba perfilando un once para lo que restaba del proceso clasificatorio.

Sin duda, en esta competición que se jugó en suelo norteamericano, se recuerda el partido que Perú le ganó a Brasil en fase de grupos y clasificó a los cuartos. El gol de Ruidíaz significó una victoria ante el ‘Scratch’ luego de 31 años.

Con el regreso de las Eliminatorias, la selección tomó otro rumbo y luchó hasta el final por la clasificación a Rusia 2018. Y es que pasó de estar en los últimos lugares a mantenerse en posiciones expectantes de lograr una hazaña. De hecho, pasaron una serie de resultados que invitaban a eso: victoria 4-1 ante Paraguay en Asunción luego de 12 años, triunfo 2-1 en Quito por primera vez en su historia y el empate 0-0 con Argentina en La Bombonera, siendo el mejor partido de Pedro Gallese con la ‘bicolor’.

Además de la igualdad en el Estadio Nacional con Colombia 0-0, el acceso al repechaje no hubiera sido posible si el TAS no le otorgaba los 3 puntos por la mala inscripción del paraguayo-boliviano Nelson Cabrera. De esta manera, tuvo que jugar con Nueva Zelanda en la repesca.

Hasta aquí, el trabajo de Gareca al mando del elenco nacional había sido monumental. Logró competir y meter al equipo en una lucha por volver a un Mundial luego de 36 años, haciendo crecer el sueño de todos los peruanos. Y lo logró. En encuentros de ida y vuelta con el conjunto de Oceanía la victoria fue de 2-0 con los recordados goles de Jefferson Farfán y Christian Ramos, lo cual desató una inmensa alegría en todo el país.

La Copa del Mundo sería otro reto. Uno en donde la hinchada jugó un papel fundamental con su aliento incondicional en cada estadio ruso, aunque la ‘bicolor’ no tuvo la mejor de las suertes. Pese al juego atractivo ofrecido, perdió 1-0 con Dinamarca y Francia, aunque pudo conseguir una victoria 2-0 frente a Australia.

Ricardo Gareca había conseguido que el combinado patrio tenga el respeto del planeta entero. La confianza instalada y el gen competitivo fueron cruciales para que los jugadores sientan que podían medirse ante cualquier selección sin ningún complejo.

Y cuando parecía que el equipo podía haber llegado a su techo, vino la Copa América 2019 de Brasil. El inicio no fue bueno, ya que empató 0-0 con Venezuela, ganó a Bolivia 3-1 y perdió por goleada 5-0 ante Brasil, aunque pudo avanzar a cuartos de final por ser mejor tercero. Este último resultado catastrófico parecía haber desmoronado las ilusiones de tener un mejor desempeño, pero lo que pasó después quedará para la historia: eliminación a Uruguay por penales (5-4) y el triunfo con Chile 3-0 que lo instaló en la inesperada final ante los dueños de casa. Una caída por 3-1 no borró la campaña que había realizado en la segunda etapa.

Para el 2020, la pandemia del COVID-19 paralizó el mundo y diversas actividades, entre ellas el fútbol. Recién el 8 de octubre de ese año se inició el proceso clasificatorio para Qatar 2022. Los partidos se jugaron a puerta cerradas, lo cual terminó por afectar a la selección. De 5 cotejos, empató 1 (Paraguay) y perdió los otros (Brasil, Chile, Argentina y Colombia). El panorama se ponía cuesta arriba y Gareca no lograba dar con la tecla para revertir el mal momento.

Hasta que una victoria en Quito ante Ecuador (2-1) le dio un signo de esperanza. Luego llegó la Copa América Brasil 2021. La ‘blanquirroja’ quedó segunda del grupo B tras sumar 7 puntos y avanzó hasta seminales, donde cayó ante la anfitriona. La ubicación final fue un cuarto puesto tras caer con Colombia 3-2. Sin embargo, la presencia de Gianluca Lapadula, un nombre nuevo en el plantel, le dio otros aires y se mostró como el reemplazante de Paolo Guerrero y Jefferson Farfán en el ataque, quienes venían de sendos problemas físicos.

Con este cambio de ánimos, Gareca y su cuerpo técnico se enfocó en darle un giro al mal momento en las Eliminatorias. Jugadores como Cueva, Carrillo, Tapia, Callens, Gallese y el mismo ‘Lapa’ recondujeron el rumbo del equipo, que hasta la última jornada luchó por la clasificación directa. Entre ese lapso, el elenco nacional logró ganar a Venezuela en Caracas luego de 24 años y vencer a Colombia en Barranquilla tras 25 años. Dos hitos más para el técnico y su gran labor que le acercaron al Mundial.

Finalmente el repechaje sería el premio consuelo a un equipo que soñaba con repetir lo del proceso de Rusia 2018. El ‘equipo de todos’ quedó quinto después de conseguir 24 puntos, uno más que Colombia y cinco por encima de Chile.

Para esta definitoria instancia, el ‘Tigre’ Gareca y todo el Perú se enteró que el rival era Australia una semana antes del partido que se jugó en tierras qataríes, ya que quedaba pendiente el Play-Off asiático con Emiratos Árabes Unidos. Dos semanas antes a este duelo, el comando técnico decidió realizar una concentración larga en Barcelona, en donde jugaron un amistoso con Nueva Zelanda (victoria 1-0). Hasta que en plena estadía en España, supieron que se medirían con los ‘Socceroos’.

En la previa, Perú era favorito. Ya lo había vencido en Rusia 2018 y contaba con la dificultad de haber pasado por las Eliminatorias más difíciles del mundo, aunque eso había que trasladarlo al campo. Lamentablemente, a excepción de los jugadores de la retaguardia, el resto no redondeó un buen partido, que se fue complicando hasta llegar a los penales. La figura de Andrew Redmayne, arquero suplente que ingresó en el suplementario para la pena máxima, fue importante para que, con sus movimientos constantes bajo los tres palos, impactara psicológicamente sobre los futbolistas nacionales. El desenlace fue un 5-4 para los dirigidos por Graham Arnold y, por consiguiente, el boleto a la cita mundialista.

El estratega argentino sufrió un duro golpe anímico al final del compromiso. De hecho, toda la delegación pasó por eso. No obstante, el espectacular trabajo que ha realizado al frente del equipo peruano invitaba a pensar que la renovación se le iba a proponer. Y es que además de lo comentado anteriormente, convirtió a la selección en una isla en medio de todo el problema que se llama fútbol nacional. Supo escoger las piezas exactas para armar un plantel para competir, incluso con el más grande.

En las últimas semanas se conoció la propuesta de la FPF para extender su contrato que ya venció, aunque antes habría un compromiso para hacer una reforma deportiva a nivel nacional. Queda pendiente saber si continuará o no, pero nada quitará la exhaustiva labor con la selección peruana.

DATO:

Ricardo Gareca tiene los siguientes números como entrenador de Perú: 97 partidos en donde ganó en 40 ocasiones, empató en otras 22 y perdió en 35 oportunidades.

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