La calidad de vida de los peruanos se ve día a día afectada por la situación política del país. Los altos niveles de inflación incrementan la preocupación de las familias que deben acceder a los altos costos de los productos de la canasta básica. Las leyes que atentan contra los sectores más importantes del país, como la educación, también generan un alto índice de rechazo en los jóvenes. Todo este descontento social no solo se materializa en problemas económicos, también perjudica la salud mental de la población. Ello se ve reflejado en los altos índices de problemas como ansiedad, depresión y otras enfermedades que se agudizan en panoramas de incertidumbre, como aquella que afronta Perú en estos momentos.
¿Las situaciones difíciles que atraviesa una sociedad pueden perjudicar nuestra salud mental y desarrollo social? Sí. Así lo evidencia el reciente Informe mundial sobre salud mental de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cual reveló que los factores mencionados anteriormente representan un riesgo para la salud emocional de los ciudadanos.
“Las amenazas locales aumentan el riesgo para las personas, las familias y las comunidades. Las amenazas mundiales aumentan el riesgo para poblaciones enteras y pueden retrasar la progresión mundial hacia una mejora del bienestar. En este contexto, las principales amenazas en la actualidad son: las recesiones económicas y la polarización social; las emergencias de salud pública; las emergencias humanitarias generalizadas y el desplazamiento forzado; así como la creciente crisis climática”, indicó.
El Ministerio de Salud de Perú informó a inicios de este año que solo en 2021 se atendieron más de 300,000 casos de depresión y más de 1,300,000 pacientes con problemas relacionados a salud mental. Al respecto, Yuri Cutipé, director de Salud Mental del Minsa, precisó que la mayoría de personas que acudieron a los centros del Minsa padecían trastornos depresivos o trastornos de ansiedad. También se presentaron casos de psicosis, bipolaridad y trastornos de desarrollo.
Infobae consultó con la psicóloga Alcira Novella acerca de la situación de los peruanos durante la reciente crisis política, económica y social, quien explicó que la incertidumbre que generan los problemas actuales del país aumentan el porcentaje de ansiedad de las personas.
“La crisis económica, el alza de la gasolina y de los alimentos producen ansiedad, porque la ansiedad está relacionada directamente a las preocupaciones que tenemos por el futuro. Generalmente, el ser humano vive pensando ‘¿qué voy a hacer mañana?’,’¿que voy a comer pasado mañana?’, ‘hay que pagar el colegio a fin de mes’, ‘no me alcanza el dinero, ¿Qué voy a hacer?’, eso produce una ansiedad terrible y eso afecta nuestra conducta, nuestro estado de ánimo y, por lo tanto, nuestras emociones”, señaló.
La especialista resaltó que esta incertidumbre e inquietud de los peruanos suele estar enfocada en el aspecto económico, pues de esta manera tienden a presenciar directamente los problemas del país.
“Es cierto que los problemas políticos nos afectan, pero hay una mayor preocupación de la población, en general, cuando esto está vinculado a lo económico. Nos preocupa que no sube el dólar, que no suban los precios, que tengamos qué comer y vivir tranquilos”, mencionó.
Este medio se comunicó con el psicoterapeuta Antonnie Angulo, quien también coincidió en que el aspecto económico es una de las mayores inquietudes en los hogares peruanos. El experto precisó que esta situación influye negativamente en las emociones de las personas, pues incrementa los niveles de tristeza, preocupación, irritabilidad, entre otros.
“Cuando estamos en ese estado de preocupación, algunos nos callamos, otros nos ponemos más irritables y ese ambiente se va a sentir en los padres y en los hijos. Las familias también pueden presentar miedo ante la incertidumbre que genera pensar qué va a pasar luego. [...] Esto se ve con desánimo irritabilidad, desesperación. Si esas emociones no son bien gestionadas, van a influir a la pareja, van a influenciar en que los hijos vean a padres muy preocupados, muy tensos o que entre ellos se hablen mal por los temas coyunturales, por las preocupaciones propias del hogar”, aseveró.
Asimismo, el psicólogo indicó que si bien todos los peruanos están propensos a afectar su salud mental por la crisis política, económica y social, hay un grupo de peruanos que tienen mayor vulnerabilidad ante esta situación.
Angulo detalló que la población más vulnerable a padecer estas emociones en la crisis económicas son los trabajadores informales e independientes, quienes están sujetos a percibir ingresos de forma propia en el día a día.
“Es diferente ver a alguien que esté en planilla, que tengan un contrato y que mensualmente sabe que sí o sí va a recibir este su sueldo. Eso los precios pueden subir, pero ahí tienen un un mayor control o un mayor prevención de cómo manejar su dinero. En cambio, las personas que son independientes, que viven del día a día, van a tener mayor probabilidad de sentir esta incertidumbre”, sugirió.
Sin duda, los precios altos, el desempleo y la pobreza es una de los principales temores de los peruanos. En mayo, una encuesta realizada por Ipsos reveló que el costo de vida representa el problema personal que más afecta a los ciudadanos, seguido de la delincuencia y la falta de seguridad.
LAS CRISIS INCREMENTAN LOS NIVELES DE ANSIEDAD
De acuerdo a un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la crisis sanitaria que vivió el Perú a raíz del colapso del sistema de salud, la falta de empleo y demás consecuencias de la pandemia, generó que los síntomas de depresión se quintuplicaran.
Al respecto, Caro Díaz, activista de salud mental, mencionó a Infobae que la ciudadanía que presenta trastornos de salud mental pueden verse más afectados por esta crisis política y económica, lo cual genera problemas adicionales de salud en ello.
“Hay mucha ansiedad, que se manifiesta no solo en temas de salud mental, sino también llega el cuerpo- Hay algo que se llama somatización, que es cuando los síntomas de los problemas salud mental van al cuerpo también y y empiezas a sentir cansancio, dolor extremo de de los músculos, por ejemplo”, informó.
La fundadora del proyecto “Más que bipolar” explicó que es necesario que los pacientes con trastornos mentales encuentren motivaciones que los impulsen a desarrollar actividades. Sin embargo, señala que el panorama en el país es poco alentador. Eso incrementa niveles de ansiedad, depresión y puede llegar a representar un problema aparte.
“A veces nosotros hablamos sobre qué importante es encontrar algo que te apasione para tener más motivación, pero aquí las cosas están cada día peor. Entonces, esto representa un problema adicional a los que ya teníamos no de de repente en nuestras vidas problemas particulares”, precisó.
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